Veinticuatro días después de los comicios, y con una diferencia de 0.72% , el órgano electoral declaró al candidato respaldado por Donald Trump, sin agotar los recursos legales del proceso.
Impugnaciones ignoradas, mínima diferencia de votos y presión internacional marcan los comicios más cuestionados en Honduras desde el retorno a la democracia.
El presidenciable liberal, Salvador Nasralla, denunció que la proclamación de Asfura se emitió sin resolver casi 10 mil impugnaciones que, según dijo, afectan más de dos millones de votos.
Tegucigalpa, Honduras. – Ignorando más de 10 mil impugnaciones y dos acciones de nulidad pendientes, y una diferencia menor al 0.72% entre un presidenciable y otro, Ana Paola Hall (Partido Liberal) y Cossette López (Partido Nacional), declararon ganador presidencial al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura Zablah.
La declaración se realizó por videoconferencia la tarde de la víspera de Navidad, 24 días después de las elecciones del 30 de noviembre en Honduras, y en ausencia del consejero Marlon Ochoa (Partido Libertad y Refundación – Libre), quien fue sustituido por el consejero suplente, Carlos Enrique Cardona Hernández.
Aunque detrás de las consejeras Hall y López se encontraba una bandera de Honduras y otra con el logo del CNE, se desconoce si la ubicación desde la que realizaron la declaratoria en favor del candidato de Donald Trump fue una sede diplomática en la que supuestamente se encuentran “resguardadas”.
La declaratoria se realizó, según datos actualizados del CNE, con 19,154 de las 19,167 actas, pese a que la mayoría presenta inconsistencias. Según esos datos, Nasry Asfura gana el proceso con 1,481,517 votos (40.26%), seguido por Salvador nasralla del partido Liberal con 1,455,169 (39.54%), y Rixi Moncada, de Libre con 706,266 (19.19%). La declaratoria realizada muestra una diferencia de 0.72% entre un candidato y otro de las dos principales fuerzas.

“NO NOS DERROTARON EN BUENA LID”: NASRALLA
Mientras los sectores afines a la derecha se apresuraron a felicitar a Asfura, quien se encontraba ausente del búnker del Partido Nacional al momento de la declaratoria, el presidenciable del Partido Liberal, Salvador Nasralla rechazó la decisión del CNE al considerar que se emitió sin resolver cerca de 10 mil reclamos que, según dijo, involucran más de dos millones de votos. Afirmó que no fueron derrotados “en buena lid” y que aceptar la estabilidad del país no implica legitimar un proceso que calificó de corrupto.
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Nasralla denunció manipulación de pliegos electorales, falsificación de documentos públicos y usurpación de funciones por parte de la consejera del Partido Nacional, agregando que tanto ella como la consejera del Partido Liberal denegaron de forma sistemática las inconsistencias presentadas por su partido. Aunque aseguró que no promoverá confrontación ni violencia, sostuvo que la declaratoria vulnera la transparencia y la voluntad popular, debilitando la democracia.

El presidente del Poder Legislativo y militante del Partido Libre, Luis Redondo, calificó la acción como un golpe electoral y una traición a la patria, agregando que desde su perspectiva la declaratoria carece de valor legal. Libre anunció que acorde a sus actas, el ganador de los comicios era Nasralla.
Iroska Elvir, diputada y esposa de Nasralla, invitó a los liberales a no olvidar a quienes denominó como “los acomodados, a los vendidos, a los traidores”, quienes prefirieron negociar antes que defender la victoria.
La presidenta Xiomara Castro, en un video pregrabado, en el que enumeró los logros obtenidos y obras de infraestructura culminadas, reafirmó que entregará el poder el 27 de enero de 2026, «ni un día más ni un día menos». Agregando: «Estoy convencida que mientras un compatriota nuestro siga lustrando las botas a los extranjeros y considerando las remesas como una dádiva del imperio, nunca seremos independientes».
INJERENCIA EXTERNA Y DENUNCIAS
El proceso estuvo marcado por señalamientos de fraude, coacción y la intervención directa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien cuatro días antes de las elecciones apoyó directamente a Asfura como su favorito, y aseguró que cortaría apoyo a Honduras en caso que ganara cualquier otro.
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A este ambiente de inestabilidad se sumó la ausencia de las consejeras Hall y López de las oficinas del CNE, quienes alegaron razones de seguridad para justificar su permanencia durante aproximadamente 13 días en una sede diplomática, pese a que ello implicó el ejercicio de funciones electorales fuera del territorio hondureño.
La noche previa a la proclamación, las consejeras Hall y López, supuestamente aún al interior de una embajada, aprobaron un informe que recomendó hacer a un lado las impugnaciones y solicitudes de impugnación presentadas por los Partidos Liberal y el Partido Libertad y Refundación (Libre) a nivel presidencial, acción con la cual se abrieron las puertas para la declaratoria realizada este 24 de diciembre.

El consejero Marlon Ochoa, representante del Partido Libre ante el ente electoral, inicialmente estuvo presente en esa reunión, anunció que ante la pretensión de realizar la declaratoria electoral de 2025, pese a los recursos de impugnación y nulidad, presentaría una denuncia ante el Ministerio Público (MP).
Durante su participación de más de una hora, Ochoa realizó una radiografía sobre cómo se habría vulnerado el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), lo que habría resultado en la demora y los fallos presentados durante las horas posteriores al cierre de las urnas.
Entre los delitos electorales denunciados se encuentran: coacción y amenazas electorales, falsificación electoral, injerencias indebidas de personas extranjeras, suplantación de la identidad hondureña para ejercer el sufragio, abuso de autoridad, prevaricato administrativo, delitos informáticos, falsificación de documentos públicos y mercantiles.
A esto se sumó el contenido de otros diez audios que habrían sido presentados ante el MP y que revelarían admisiones explícitas de manipulación de votos, purgas internas partidarias, alteración del archivo JSON del TREP y el uso de actores internacionales como herramienta de presión política.
En los registros se escucharían, presuntamente, las voces de un expresidente del Partido Nacional, un excandidato a la presidencia por el Partido Liberal y un asesor presidencial extranjero, entre otras personas.
Estos audios divulgados se suman a los divulgados por el Ministerio Público el 11 de diciembre que implicaban a la consejera López en presunta manipulación electoral, control de actas y sistemas paralelos, así como los previamente presentados por Marlon Ochoa y divulgados el 29 de octubre, en los que se revelaría que el plan era declarar, en un inicio, ganador a Nasralla y hasta repetir los comicios.
A las 5:41 de la tarde, el consejero Marlon Ochoa, acusó vía X a las consejeras y a Estados Unidos de imponer un resultado presidencial sin concluir el conteo ni resolver denuncias, y sitúa el 24 de diciembre como el día en que, según él, se consumó un golpe electoral contra la voluntad popular.
OMISIONES DE LA MISIÓN ELECTORAL DE LA OEA

La misión electorales internacional de la Organización de Estados Americanos (MOE-OEA), prefirieron obviar la injerencia e irregularidades en sus reportes. Durante la presentación del informe MOE ante el Consejo Permanente de la OEA, el jefe de misión Eladio Loizaga afirmó que “no han observado dolo ni manipulación evidente del material electoral ni en los sistemas informáticos”.
De igual forma, la misión electoral se solidarizó posteriormente con tres integrantes de las mesas especiales de escrutinio del Partido Nacional, a quienes presuntamente les fue lanzada una bomba molotov. Sin embargo, omitió mencionar a más de 20 personas –entre civiles y fuerzas públicas– que resultaron heridas durante tres incidentes de violencia política registrados en las madrugadas del martes 16, miércoles 17 y jueves 18.
Tampoco mencionó más de 800 denuncias por la comisión de supuestos delitos electorales, que involucraría a estructuras criminales, y que fueron presentados por la comisionada presidenta del Sistema Nacional de Emergencias 911, Miroslava Cerpas, ante el Ministerio Público.
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Las elecciones generales de Honduras en 2025 destacaron por ser uno de los procesos electorales más opacos desde los comicios de 1981, que marcó el retorno a la democracia del país centroamericano en 1982.
Horas antes del anuncio, el abogado constitucionalista e investigador de derechos humanos, Joaquín Mejía, “estas elecciones ya quedaron manchadas con una de las más grandes e imborrables sombras en la historia de Honduras. Ningún demócrata puede estar conforme con este paso atrás”.





