Por: Arabeska Sánchez
El año casi se va, al igual que se fueron tantos recursos por la vía de la mala administración, al menos eso es lo que nos han indicado dos de los informes mas importantes que al cierre del año han sido dados a conocer al publico en general. Me refiero a los resultados -en versión ejecutiva- de las auditorías realizadas a los fondos de la seguridad poblacional mas conocida como la tasa de seguridad, y a la oficina de administración de bienes incautados conocida como la OABI.
Aunque también dejan entrever la difícil situación en que se encuentran estas dos fuentes de ingresos que son tan importantes para algunas de las instituciones y organizaciones que gestionan proyectos de prevención.
En el primer caso, un fondo comprometido en algunas de sus líneas presupuestarias hasta el año dos mil veintinueve que no da más por ahora porque se han gastado hasta lo que no se tenía a través del endeudamiento de los montos que anualmente se recolectan -esto no ha sido novedad, pues hace años fue publicado, lo desconocido fue la forma y los montos que ahora si se conocen-.
Cuando se presentó esta opción de aporte a todos los esfuerzos de seguridad ciudadana, se emitieron los decretos de ley que estarían autorizando la forma en que se haría la distribución de estos recursos que en resumen se puede decir que dejaba el 70% en instituciones de seguridad y defensa y en menor medida al ministerio publico y a la corte suprema dos instituciones que debieron compartir ese 30% restante también con organizaciones de la prevención.
Con todo lo recolectado se entiende que muchas de las necesidades institucionales fueron cubiertas, pero también se sabe por los resultados de las auditorias del tribunal superior de cuentas que no todas ellas, muestra de ello se encuentra en las solicitudes de aumento presupuestario que los titulares de estas instituciones han hecho para ser considerados en su presupuesto del año entrante -justificados los aumentos solicitados algunos los han obtenido y han sido ingresados en el plan del 2023- esperemos que esto también se vea reflejado en el numero de casos investigados y sentenciados, además de los casos atendidos en la prevención del año próximo.
Sobre el segundo caso, una catastrófica gestión de los bienes que en el pasado fueron propiedad de los pesos pesados del crimen organizado y que fueron incautados para luego -previo sentencias condenatorias- ser distribuidos a las mismas instituciones que es distribuida la tasa de seguridad y en las mismas proporciones, dejan como saldo la perdida de miles de millones, la extradición de mafiosos, y la amenaza de demanda a una oficina que tiene el noble fin de redistribuir unos recursos entre las instituciones que se han fajado para combatir el delito en beneficio de la seguridad publica para compensar de esta forma sus vacíos presupuestarios.
Esta situación también nos ha dejado boquiabiertos a todos seguramente al ver las cantidades de millones que van y vienen entre transacciones de subastas que, a pesar de tener bases legales bien definidas, han terminado por irrespetarse en medio de procesos de compraventa que, de haberse tratado de operaciones de propiedad privada, jamás se habría mal vendido y derrochado tanto.
En fin, esto parece ser una muestra de botón -como se dice en el pueblo- la muestra del botón que no has de comprar en este caso. Se esperó por un tiempo ver las capturas correspondientes a estos dos casos, pero el año aun no termina y es posible que todavía las veamos, no vamos a perder la esperanza por unos días mas o menos que duran estos procesos, ahora, sobre la recuperación de estos recursos… esperemos que no se vuelva a caer en lo sucedido a lo recolectado hasta ahora. Pero por supuesto que seguimos esperando ver como esos fondos vuelven al país y al fortalecimiento de las instituciones y organizaciones que corresponden.
Una cosa queda clara y es que el renglón de lucha contra las redes criminalidad no puede ni debe dejarse de lado. Hasta la próxima entrega. Que estemos bien en esta temporada de fin de año junto a los nuestros.
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Abogada penalista. Especialista en criminología, con maestría en Seguridad Humana y Administración de Proyectos. Docente en la Universidad de la Policía de Honduras. Consultora internacional en criminología y seguridad. Ver todas las entradas