Es un clamor popular detener la pandemia del COVID-19, pero es igualmente fuerte el grito de detener el otro virus, la corrupción, que tanto daño ha producido a nuestra sociedad, uno de los causantes de la pobreza del Estado Hondureño
Por: Redacción CRITERIO.HN
Tegucigalpa.- En un pronunciamiento público, el brazo social de la Iglesia Católica “Caritas de Honduras” ha señalado que la pandemia del Civid-19 se desarrolla en el país entre el manejo dudoso de las inversiones gubernamentales y la especulación descarada de empresas proveedoras de los kits de higiene y de bioseguridad para hacer frente a la pandemia.
Señala además, que la inconformidad de la población y las denuncias hechas en las esquinas se deben a la percepción generalizada de que la ayuda solidaria se está entregando con un claro matiz político sectario y que la compra de productos indispensables para hacer frente a la pandemia es de mala calidad y han sido sobrevalorados.
Caritas, manifiesta que la sociedad pide a los funcionarios responsabilidad ética y profesional; una sana administración pública, planificación eficiente de todas sus acciones para aumentar la confianza y credibilidad en el gobierno.
Destaca que también preocupa la desidia que los funcionarios han mostrado para dotar del equipamiento básico al sector de la salud sigue provocando irritación en la mayoría del pueblo.
La población se encuentra confundida con tanta información cruzada y confusa de los organismos responsables de coordinar la respuesta a la emergencia, a este tiempo todos debemos saber con claridad cuál es la estrategia para detener el avance de la pandemia, qué medidas se están tomando para reducir la mortalidad, dice Caritas en su pronunciamiento.
El fantasma de una pobreza más cruda de la que ya hemos arrastrado por años, hace que la población sea sumamente desconfiada, sensible a todo lo que significa abuso de los empleado públicos, la población no quiere arrastrar lo que no ha contraído y que le impiden salir de la pobreza y hasta de la miseria, y es que una vida de desempleados, sin posibilidades de trabajo y sin aparente futuro posibilita las reacciones de la población cansada de ser postergada en sus aspiraciones, al fin y al cabo el pueblo es el que termina sacrificándose.
Ante esta situación, señala Caritas, el Estado Hondureño y su gobierno tiene cuatro grandes retos:
- Garantizar la ayuda humanitaria a todos los sectores de la población que se encuentran en precariedad:
2- Emplear los medios necesarios para detener la pandemia del COVID-19 y adecuar rápidamente el sistema de salud para atender a las personas contagiadas;
3- Garantizar el uso adecuado y transparente de los recursos financieros para responder a la emergencia
4- Diseñar las políticas económicas que permitan al país paliar el deterioro económico y crear condiciones de vida humanas de la población una vez que haya pasado la curva de contaminación.
Reflexión comunitaria:
- ¿Considera que la población tiene razón en su malestar por el mal manejo de los recursos del Estado en esta pandemia?
2- ¿Conoce casos donde la ayuda se ha politizado?
3- ¿Qué pueden hacer las organizaciones de ciudadanos en casos de corrupción?
4- ¿Qué mecanismos de solidaridad se dan en nuestros pueblos para salir del aislamiento e individualismo?
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas