Rodolfo Padilla Sunseri

Padilla Sunseri busca reconquistar la alcaldía sampedrana bajo el amparo de una justicia selectiva 

La habilitación judicial a su favor y el impulso de varias corrientes internas colocan al exedil de nuevo en el tablero político y lo posicionan como el principal contendiente en la disputa con el candidato liberal y actual alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras. 

El aspirante asegura ser víctima de intereses económicos y políticos, mientras sus detractores recuerdan los procesos por corrupción que lo llevaron al exilio.

Tegucigalpa, Honduras. – El 18 de enero de 2025, Rodolfo Padilla Sunseri, regresó a Honduras después de varios años en el exilio, con la mirada puesta en un solo objetivo: aspirar nuevamente a la Alcaldía Municipal de San Pedro Sula.

Su retorno a Honduras no fue casual, ya que coincidió con la llegada al poder de sus antiguos aliados políticos: el exmandatario José Manuel Zelaya, hoy asesor presidencial, y de la presidenta Xiomara Castro.

Su retorno a Honduras y sus pretensiones de aspirar, por tercera vez a dirigir la comuna sampedrana, no era simple. Una sentencia de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) lo condenó por prevaricato administrativo, con una pena que incluye la inhabilitación especial para cargos públicos y de elección popular, lo que complicó su participación en el proceso electoral primario e interno del pasado 9 de marzo de 2025. 

Ante esa barrera, su partido —Libertad y Refundación (Libre)— puso a su hijo, Adrián Rodolfo Padilla Álvarez, como precandidato a alcalde, acompañado en la fórmula municipal por Mauricio Ramos, extitular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), como vicealcalde.

También lea: Roberto Contreras, busca la reelección mientras el MP lo investiga

El proyecto político de Padilla Sunseri se apoya en varias corrientes: Nueva Corriente, Pueblo Organizado en Resistencia (POR) y el M28, movimiento vinculado directamente a la familia Zelaya-Castro.

LA CONVULSA GESTIÓN DE PADILLA SUNSERI 

Tras dos intentos fallidos, en 2005 volvió a postularse a la comuna sampedrana y resultó electo alcalde para el periodo 2006-2010, respaldado también por el entonces presidente José Manuel Zelaya Rosales, su aliado político. Durante su gestión, la Fiscalía lo acusó de abuso de autoridad y malversación, por un préstamo de 400 mil lempiras otorgado a Ada Esperanza Muñoz, empleada municipal.

Según la investigación del ente acusador, ese préstamo violaba el reglamento interno que establece que un empleado solo puede recibir tres veces su salario y debe pagarse en doce meses; en este caso, se pactó para tres años.

Frente a ello, Padilla Sunseri responde que había dejado de ser alcalde en 2009 y que la acusación presentada en 2016 se basaba en un punto de acta de 1971 que limitaba los préstamos a 800 lempiras, una cifra que —alega— no puede equipararse con el valor real del dinero décadas después. Padilla Sunseri habló abordó el tema en una entrevista brindada a un canal de Youtube el  5 de noviembre de 2025. 

En enero de 2008, la Fiscalía solicitó medidas cautelares en su contra, acusándolo de falsificación de títulos y malversación de caudales públicos por la adjudicación de los contratos de limpieza cuando era regidor. 

En 2009, poco después del golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya Rosales, Padilla Sunseri dejó su cargo. Para finales de ese año, la Fiscalía Especial para la Transparencia y el Combate contra la Corrupción Pública (FETCOOP), logró, posteriormente, una sentencia condenatoria en su contra por el delito de abuso de autoridad.

A raíz de la sentencia judicial se le dictó una condena de tres años de reclusión, una inhabilitación especial por el doble de ese tiempo y una interdicción civil. En septiembre de 2017, ante una orden de prisión preventiva, Padilla Sunseri huyó del país y se mantuvo fuera hasta su regreso en enero de 2025.

Lea: Entre eslóganes pegajosos y proyectos sin terminar: Aldana intenta reelegirse

SU RETORNO Y SU REACTIVACIÓN POLÍTICA

El 18 de enero de 2025, dos meses antes de las elecciones primarias e internas del 9 de marzo, la sala de llegadas internacionales del aeropuerto Ramón Villeda Morales se convirtió en una arena política cuando simpatizantes, diputados y líderes del Partido Libre se congregaron para recibir a Rodolfo Padilla Sunseri, que retornaba a Honduras tras varios años de su fuga a Nicaragua. 

A su regreso sus correligionarios entonaban consignas como «¡Viva Padilla! ¡Padilla, Padilla!», en un ambiente de euforia y expectativa política.

Mientras la alegría invadía a sus correligionarios, y crecían sus ganas de lanzar su precandidatura para competir contra varios líderes de su partido en San Pedro Sula, los procesos judiciales en su contra frenaron, momentáneamente, sus aspiraciones. 

La clave para su retorno fue la Ley de Amnistía aprobada en febrero de 2022, que alivió varios de los procesos en su contra; no obstante, no fue sobreseído por el delito de abuso de autoridad, lo que mantuvo su inhabilitación en su aspiración política 

Sin embargo, el 1 de abril de 2025, la Corte Suprema de Justicia otorgó un recurso de amparo a su favor, permitiéndole legalmente participar en las elecciones generales del 30 de noviembre de ese año.

En una entrevista brindada en un canal de Youtube declaró que  “fue una injusticia porque aunque nadie le puede decir que Rodolfo Padilla se metió un lempira en la bolsa”.  Asimismo, insiste en que fue un obstáculo para ciertos grupos de poder que veían en la Alcaldía de San Pedro Sula una fuente de dinero a través de concesiones y contratos.

“Hubo narrativas y yo era un obstáculo, me opuse a ellas. Una de ellas fue la de «Sulambiente”, sostiene, al referirse al contrato para la recolección y manejo de desechos sólidos que por años se mantuvo en litigio y que, finalmente, en 2016, durante la administración municipal de Armando Calidonio, fue puesto en marcha a favor de la empresa Sulambiente, que ganó una demanda millonaria por la inoperatividad de su contrato firmado desde 2005.

A juicio de Padilla Sunseri concesiones, como la de Sulambiente, sobredimensionan costos, disminuyen recursos para invertir en obras sociales y limitan proyectos comunitarios como guarderías infantiles, círculos de la tercera edad e infraestructura social.

De interés: Juan Diego Zelaya, la propuesta reciclada del Partido Nacional para recuperar la alcaldía capitalina 

San Pedro Sula
Los más de 500 mil electorales habilitados para ejercer el sufragio en San Pedro Sula decidirán el domingo 30 de noviembre quién será el jefe municipal durante los próximos cuatro años.

NACIDO EN BOSTON, MASSACHUSETTS

Padilla Sunseri, nació en Boston, Massachusetts, Estados Unidos en 1960, mientras su padre estudiaba en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), lo que le otorgó nacionalidad estadounidense, un recurso que, según él, fue clave para evitar procesos en Honduras.

Aunque nació en EE.UU., vivió casi toda su niñez en San Pedro Sula: estudió primaria en la Escuela Internacional Sampedrana y luego viajó para hacer la secundaria en la Tabor Academy en Marion, Massachusetts.

De vuelta en Honduras, cursó la carrera de Ciencias Jurídicas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), definida por él como base para su vocación pública.

A los 30 años, Padilla Sunseri inició su carrera política en la juventud del histórico Partido Liberal. Participó activamente en campañas como la del presidente Carlos Roberto Reina (1994-1998) y del alcalde de San Pedro Sula, Luis García Bustamante, (QDDG). 

Tras esas primeras actividades, fue nombrado superintendente de acción comunal por el alcalde García Bustamante y, luego, regidor en la Corporación Municipal de San Pedro Sula bajo la administración de Roberto Larios Silva (1998-2002).

Su paso como regidor generó polémica: apoyó el traspaso de un terreno municipal a la Iglesia Evangélica Palabra de Vida, lo que desató sospechas en la Fiscalía contra la Corrupción. A esto se sumaron denuncias por irregulares contratos de limpieza vial por 4,2 millones de lempiras a empresas vinculadas a activistas liberales. Según el Ministerio Público los trabajos para los cuales se pagó las cantidades millonarias no se realizaron.

En 2001 dio su primer paso como candidato a alcalde por el Partido Liberal, pero perdió ante Oscar Kilgore, del Partido Nacional, y continuó como regidor algunos años más.

El candidato de Libre a la alcaldía sampedrana adelanta que de ganar las elecciones el 30 de noviembre, dará por terminadas varias concesiones como la de Sigo XXI, que representa una alianza público-privada (APP), para la construcción de 23 obras de infraestructura vial y urbana. Esta concesión fue adjudicada, en 2014, al Consorcio SPS Siglo XXI por 18 años y su costo es de  L1,845,637,424.82, cuyos fondos, en parte, provienen de la matrícula vehicular de los habitantes de San Pedro Sula.

A medida que avanza su campaña y se acerca el proceso electoral, la figura de Rodolfo Padilla Sunseri genera divisiones: para sus simpatizantes es un líder comprometido con la justicia social, pero para sus críticos, es la encarnación de un pasado gris y polémico. Solo el voto determinará si su retorno será el inicio de un nuevo capítulo para San Pedro Sula o una repetición controvertida del pasado.

  • Amante de la naturaleza, la lectura y la vida, soy una periodista que busca orientar a las personas y contarle de manera sencilla la realidad política y económica del país. El periodismo es la puerta que tiene la sociedad para conocer a los diferentes actores y tomadores de decisiones, es por ello que desde mis escritos le relato a las y los hondureños cuáles son los acontecimientos que marcan la ruta del país.

    Ver todas las entradas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Contenido a tu alcance

Periodismo de calidad en tus manos

Suscríbete y se parte de nuestro newsletter