Por: Humberto Fuentes
Luis Almagro, Secretario General de la OEA, ha propuesto que en Honduras deben realizarse nuevas elecciones para superar la espantosa crisis que nos agobia. El anuncio de Almagro aparentemente contrastó con la política del Departamento de Estado norteamericano, que desde un inicio ha apoyado la reelección de JOH y ha avalado la actuación del TSE La OEA, históricamente ha sido títere de la política norteamericana, por esa razón nos preguntamos lo siguiente ¿realmente existe una diferencia entre la política de Almagro y la posición de sus jefes del Departamento de Estado? Claro que no; esa aparente contradicción es una estrategia para dividir a la Alianza de Oposición Contra la Dictadura y al pueblo que la acompaña.
¿DÓNDE ESTÁ LA TRAMPA?
Sencillo: la trampa consiste en dividir generando expectativas electoreras en un sector que encabezado por Salvador Nasralla, corrió a celebrar las declaraciones de Almagro y las ha dado como un hecho, pero, por otro lado, el coordinador de la Alianza, José Manuel Zelaya, salió en otra dirección planteando que no podemos confiar en Almagro y habló de la dualidad de la OEA y del Departamento de Estado, es decir, “tú dices una cosa, yo digo otra y al final, decimos lo mismo”.
Nasralla tiene un amplio sector de seguidores que no son del partido UBRE, el mismo Nasralla no lo es, estos seguidores fieles a Nasralla pertenecen a la clase media y son vulnerables a una salida electorera y pacifista, pero además, muchos sectores del pueblo han visto en Salvador Nasralla una alternativa frente a la crisis y en medio de la brutal desesperación que ha generado la descomunal represión, estarían listos para acompañarlo en el sueño que la OEA falsamente le ha inculcado; por otro lado, Mel Zelaya tiene un sector también muy fuerte de seguidores que están en las calles sosteniendo las barricadas y que son fieles a su llamado, también estarían listos para seguir la política de Mel y no a Nasralla.
Este escenario ya lo leyó la CIA, el Pentágono, el Departamento de Estado y la Embajada norteamericana, entonces le dicen a Almagro que haya nuevas elecciones’; inmediatamente a la declaratoria de Almagro, saltaron las diferencias entre Nasralla y Mel, esa es la primera avanzada del Caballo de Troya. La segunda avanzada será trasladar esas diferencias a las bases para partir la Alianza.
Lo concreto es que no habrá nuevas elecciones, el anuncio de Almagro es una estrategia para dividir a la Alianza y una vez dividida, facilitar la imposición de la dictadura dejando a JOH en el poder. Cuando la Alianza sea dividida, SI ES QUE LO LOGRAN, la OEA abandonará su falso discurso de nuevas elecciones y apoyará decididamente a JOH tal como ahora lo hace el gobierno de TRUMP.
¿QUÉ BUSCAN EL IMPERIALISMO Y LA OEA?
Buscan a toda costa debilitar políticamente a la Alianza y desmoralizar a los luchadores que están en las calles, en otras palabras, buscan terminar con la insurrección popular que a estas alturas está en las calles luchando por el derrocamiento de JOH, esa estrategia pretende sacar a los insurgentes de las barricadas, ofreciéndoles ilusiones electoreras falsas para llevarlos a las urnas.
Como las balas, el gas y el garrote no han debilitado la lucha popular, más bien se ha fortalecido, quieren que la desconfianza y los conflictos internos dentro de la Alianza terminen por derrotarnos al dividirnos entre electoreros y no electoreros. Solo la calle une, la salida ya no son nuevas elecciones, la salida es el derrocamiento de la dictadura.
20 de diciembre de 2017
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
3 respuestas
Es probable que Nasralla seducido en USA-OEA, ahora quiera dejar la CASA ALIANZA para pasarse a otra CASA, lo lógico sería en una dupla con Luis Zelaya, y si en el remoto caso de que se logrará repetir las elecciones, conseguir una buena tajada de votos de LIBRE pero sin compromisos ni la sospecha de que está aliado con este partido. Es una jugada baja, de desprecio al pueblo aglutinado en la Alianza que votó, defendió y dejo el pecho por Nasralla. Es posible que el futuro político de Salvador esté ya en una encrucijada en la que una de las salidas es su muerte política, por no leer bien el contexto, por confiar en quien no debe confiar y por incoherencia al dejar al pueblo entre la división y la confusión. Nasralla es un hombre honesto en muchos campos, sensible también a la situación de Honduras, pero finalmente es un hombre del sistema, un hombre formado en Televicentro (puntal de la alienación cultural en Honduras). Se montó de último en este barco de la lucha que viene desde el golpe de Estado de 2009 y fue el primero que se bajó, Aunque de forma oportunista al parecer dejó abierta la puerta para volver (a renovar el CONTRATO). No es nuestro enemigo pero no es confiable.
La mejor salida es la segunda elecciones con jurado del exterior
Estamos de Acuerdo.la gente que sigue A Salvador no esta en la calle.pero la utilisan los medios de comunicacion si ellos la identificaron seran un probleema pregunto que hacer