Fotos: Horacio Lorca/Criterio.hn
Tegucigalpa, Honduras. – ¡Ni encerradas, ni desaparecidas, ni asesinadas! Es el clamor de las feministas y defensoras de derechos de Mujeres ante el aumento de las muertes violentas de mujeres en Honduras.
La violencia femicida pareciera instaurarse en sociedad hondureña, en seis meses de 2023 ya se registran más de 200 muertes de mujeres y niñas y la peor tragedia en la historia, 46 mujeres asesinadas bajo la protección del Estado al interior de la Penitenciaria Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS). Un hecho catalogado por las organizaciones de mujeres como feminicidio.
Ante la ola de violencia y muerte de mujeres de manera dantesca, Wendy Cruz, coordinadora de la Vía Campesina y parte de la Plataforma 25 de noviembre, señaló “realmente es como una película de terror lo que estamos viviendo en este país las mujeres”.
En ese sentido, las organizaciones de mujeres protestaron frente a las instalaciones Ministerio Público (MP) en Tegucigalpa, capital de Honduras, ya que consideran que este de investigación tiene responsabilidad ante tanta muerte violenta de mujeres, por carecer de investigaciones que den con los responsables de cada uno de los femicidios.
Por su parte, Ana Ruth García, coordinadora de Ecuménicas por el Derecho a Decidir, describió la ola de violencia en contra del más del 50% de la población hondureña como «Completamente grave, doloroso y duro ver que la vida de la mujer, en este país, no vale absolutamente nada, las niñas, las adolescentes y las mujeres estamos a la deriva»
La también pastora y defensora de los derechos de la mujer, Ana Ruth García, expresó “exigimos investigación, resultados y acciones concretas, ya estamos hartas que este país se bañe de sangre con la vida de las mujeres y no sucede nada”.
Recientemente, Honduras ocupó el primer lugar en femicidios en América Latina, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial, la tasa de muertes violentas de mujeres es de 4.7 femicidios por cada 100 mil mujeres.
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MINISTERIO PÚBLICO: “ELEFANTE BLANCO Y COMPLICE DE MUERTE VIOLENTA DE MUJERES”
Las mujeres y niñas que han sido asesinadas, pareciera que también están condenadas a la impunidad. Datos de las organizaciones de mujeres y feministas indican que el 95 % de los casos de mujeres asesinadas continúan en la impunidad.
Analistas también consideran que la poca investigación es una de las principales causas para que la impunidad impere, especialmente en los asesinatos de mujeres en Honduras.
Una investigación que pasa por el Ministerio Público, y que hasta el momento las mujeres expresan les ha quedado a deber.
“Ellos (MP), deben desenmascarar a quienes están detrás de toda esta película de terror, de toda esta estrategia de terror hacia la ciudadanía, en general y especialmente hacia las mujeres”, demandó en entrevista con Criterio.hn Wendy Cruz, quien además consideró que las mujeres son las principales víctimas del narcotráfico. “Nos ponen a las mujeres en medio, nosotras no tenemos nada que ver con toda esa pelea del narcotráfico”.
Por su parte, Ana Ruth García, expresó a Criterio.hn “El Ministerio Público ha sido un elefante blanco que ha mostrado, en estos últimos años, que ha defendido a los corruptos, ha protegido a los narcotraficantes, ha profundizado la brecha de desigualdad en la sociedad y las muertes violentas de mujeres y femicidios”.
Entre tanto, Wendy Cruz, señaló “este fiscal (Oscar Chinchilla) se va con las manos llenas de sangre, este fiscal es cómplice de este el 95% de impunidad en la muerte violenta contra mujeres”.
La desconfianza y reclamos de las mujeres, no son en vano, los actuales fiscales Óscar Fernando Chinchilla –fiscal general por dos periodos consecutivos y cuestionados— y Daniel Arturo Sibrián Bueso, se han visto envueltos en un sin número de actos de corrupción. Y en la opacidad en el asesinato de la jefa regional de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), Sherill Yubissa Hernández, la muerte de Keyla Martínez a manos la Policía Nacional, además de los incontables femicidios, cuyos expedientes están llenos de polvo y telarañas esperando un proceso de investigación.
Chinchilla, también es fuertemente cuestionado por su inacción ante la corrupción perpetrada en los gobiernos nacionalistas entre 2010-2022 y su relación cercana con el presidente Juan Orlando Hernández, —a la espera de un juicio en Nueva York por delitos de narcotráfico—, además del señalamiento directo del narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, quien en confesión dijo que Hernández le confió “a Chinchilla lo puse ahí para protegernos”.
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LLAMADO A DESLIGARSE DE POSICIONES PARTIDARIAS
Las mujeres, al escuchar el discurso de toma de posesión, sintieron esperanza cuando salió de la boca de la primera mujer presidenta en la historia de Honduras “mujeres, no les voy a fallar”, sin embargo, el transcurso de los días ha debilitado esa confianza, según las organizaciones de mujeres no sienten el respaldo de la presidenta para contrarrestar la ola de violencias en contra de la mujer.
En ese sentido, urgen al Estado de Honduras a Desarrollar una estrategia de prevención de femicidios, por lo que, de acuerdo con Ana Lucia Pérez Armijo, feminista y defensora de derechos humanos, “esperamos que la presidenta Xiomara Castro pronto llame a las organizaciones expertas en violencia contra las mujeres”.
Por otro lado, la feminista Karla Lara, es de la opinión que la postura de las mujeres “sigue siendo cautelosa respecto, a cómo se expresan frente a esta avanzada militarista, frente a esta cantidad de traiciones de lo que fue la promesa electoral”.
Esta cautela, para Karla Lara, abona a la desmovilización del movimiento feminista, en ese sentido, refirió “preocupante es que las mujeres estemos tan desmovilizadas, que el movimiento de mujeres y feministas haya tenido tal cercanía con el partido político en el poder”.
Ante esto, Karla Lara de derechos humanos de la mujer, llama a las mujeres y feminista para desarrollar “encuentro, debate, radicalidad en nuestras posiciones y asumir la consecuencia que eso implica”.
Karla Lara, alertó a las mujeres y sugirió verse en los espejos de Nicaragua y El Salvador, donde de acuerdo con la feminista el movimiento feminista nicaragüense ha sufrido “aniquilamiento, persecución judicial y el destierro de del movimiento feminista”, una situación similar ocurre en El Salvador.
“Si nosotras no reaccionamos, no debatimos, no discutimos y no apartamos la discusión que, como persona, nos merecemos, más allá de la afiliación política partidaria que tengamos, nos va a agarrar el orteguismo y el bukelismo con los calzones abajo”, advirtió Karla Lara.
El observatorio del Centro de Derechos de la Mujer (CDM) contabilizó hasta el día de la masacre en PNFAS, 214 muertes violentas de mujeres. Un aumento del 42% en comparación al 2022, tomando los datos al cierre de junio.
