Tomado de InSightCrime
Según un informe reciente, los migrantes centroamericanos indocumentados están prefiriendo el transporte marítimo, probablemente como consecuencia de las estrictas medidas de México en las rutas terrestres, una tendencia que podría aumentar en caso de que se extienda el muro fronterizo entre México y Estados Unidos.
Un informe de investigación de El País demuestra que los migrantes centroamericanos se están transportando cada vez más en pequeños botes para viajar desde el municipio costero de Ocós, Guatemala, hasta el municipio de Mazatán, en el estado mexicano de Chiapas.
Según el diario español, los “coyotes” cobran entre US$400 y 800 por migrante. Algunos migrantes están optando hacer este viaje, que toma de seis a ocho horas, en lugar de intentar cruzar la frontera entre México y Guatemala, una zona en la que se han enfocado cada vez más las autoridades mexicanas en su intento por detener a los migrantes indocumentados.
Según un funcionario local entrevistado por El País, todos los días salen de Ocós entre tres y cuatro barcos con unos 15 o 20 migrantes para realizar esta ruta marítima. Esta ruta ha sido tradicionalmente utilizada por Los Zetas para traficar drogas, pero al parecer el grupo ha agregado el tráfico de personas a su portafolio criminal.
Por otro lado, el pasado 13 de marzo, 60 senadores de Estados Unidos firmaron una carta abierta en la que advertían sobre las posibles consecuencias negativas de la propuesta preliminar del presupuesto de 2018 para los programas de interceptación marítima. Según el New York Times, dicho presupuesto no menciona la guardia costera; sin embargo, generó el temor de que se hagan recortes presupuestales para la guardia costera con el fin de ayudar a reforzar la seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos y construir un muro.
Análisis de InSight Crime
Tras la crisis humanitaria de 2014 causada por la llegada de decenas de miles de niños indocumentados a la frontera entre México y Estados Unidos, México comenzó (en gran parte debido a la presión de Estados Unidos) a perseguir a los migrantes que atraviesan su territorio en dirección norte. Como resultado, se reforzó la seguridad a lo largo de la extremadamente porosa frontera sur con Guatemala. Además de ocasionar consecuencias negativas para la seguridad de los migrantes víctimas del crimen organizado, las severas medidas de control pudieron haber llevado a los inmigrantes a recurrir a las rutas marítimas, como lo informó El País.
En caso de que el infame muro del presidente Donald Trump sea construido, se podría repetir la misma tendencia en la frontera de México con Estados Unidos. Hay pocas razones para creer que los grupos criminales no utilizarían las rutas marítimas de narcotráfico de México hacia Estados Unidos para traficar personas, dados los beneficios criminales que podrían obtener, o que los migrantes recurran cada vez más a las rutas marítimas.
Por otra parte, esta tendencia se vería reforzada por los recortes al presupuesto de la guardia costera estadounidense con el fin de ayudar a financiar la construcción del muro. Según el New York Times, la guardia costera detuvo a más de 6.000 inmigrantes indocumentados e incautó más de 200 toneladas métricas de cocaína durante el año fiscal 2016. La mencionada carta abierta de los senadores de Estados Unidos dice que la guardia costera estadounidense intercepta más cocaína en el mar de lo que confisca en los puertos de entrada e incluso más que mediante todas las estrategias de seguridad interna.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas