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Mujeres en desventaja: solo representan el 28% de las planillas a cargos de elección popular

En un análisis realizado por Criterio.hn sobre la conformación de las planillas electorales en los niveles de diputaciones al Congreso Nacional, Parlamento Centroamericano, alcaldías y la Presidencia de la República, se determinó que, de  2,053 personas que aspiran a  cargos de elección popular, solo 575 son mujeres, es decir, apenas el 28%. 

Aunque la ley garantiza igualdad de derechos, la paridad todavía no se cumple: las mujeres siguen teniendo poca presencia en los cargos públicos, lo que limita su participación en decisiones que afectan a todo el país y deja fuera sus ideas y perspectivas

Por Doris Sánchez

Tegucigalpa.-En Honduras las mujeres representan el 52% de la población, lo que significa más de la mitad. Siendo un pilar fundamental en la elección de autoridades y en la toma de decisiones que definen el rumbo del país. Sin embargo, a pesar que la Constitución de la República y la Ley Electoral garantizan la igualdad de derechos para participar en cargos de elección popular, la realidad muestra otra cara: la presencia de las mujeres  en estos espacios sigue siendo limitada.

Aunque las mujeres son mayoría y desempeñan un papel clave en la democracia del país, siguen siendo las que menos cargos públicos ocupan. En ninguno de los 18 departamentos del país se ha logrado una participación equilibrada entre hombres y mujeres en los puestos del poder. 

Los factores que imposibilitan la participación de la mujer son los estereotipos de género, falta de oportunidades para formarse en temas políticos, la violencia que puede surgir al participar en estos espacios y el poco cumplimiento de las leyes que buscan la igualdad de oportunidades. Por eso alcanzar una participación equilibrada entre hombres y mujeres en política sigue siendo un reto para el país. 

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Los partidos políticos cumplen con incluir mujeres en sus planillas porque es una obligación, pero pocas veces les dan las mismas oportunidades reales para competir, decidir o liderar.

La coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitacion Padilla, Merly Eguigure Borjas, considera  que son “miles de barreras culturales y sociales que limitan la participación de la mujer  en la política, incluso, señala que quien decide participar en estos espacios debe prepararse para contestar ataques a su integridad personal y a su intimidad. A muchas mujeres se les acusa de estar en posiciones para cargos de elección popular porque es la novia, es la amante, es la amiga de fulano de tal, del dueño del partido, del dueño de la corriente política. Entonces eso es uno de los ataques más comunes que las mujeres sufren”, cuestiona

La Constitución de la República, en el Artículo 60, establece que “se declara punible toda discriminación por motivo de sexo, raza, clase y cualquier otra lesiva a la dignidad humana”. Sin embargo, la realidad demuestra que todavía hay un largo camino por recorrer y un claro ejemplo de ello es la disparidad que existe en la nominación de mujeres frente a los hombres en el proceso electoral actual en el cual hay 632 personas optando al cargo de diputados propietarios, pero solo 280 son mujeres, representando aproximadamente el 44.3%. Esto significa que menos de la mitad de quienes buscan un cargo son mujeres, lo que evidencia que la igualdad de oportunidades todavía no se refleja en la práctica. 

Si miramos la distribución por partido, la desigualdad sigue siendo evidente. La Democracia Cristiana (DC) presenta 54 mujeres, Libre 53, el Partido Innovación y Unidad (PINU) 63, el Partido Liberal 53 y el Partido Nacional 57 de los 128 puestos en disputa. Aunque todos los partidos incluyen mujeres en sus listas, ninguno logra un equilibrio real entre hombres y mujeres. Esto deja claro que, aunque la Constitución de la República garantiza igualdad, en la política electoral todavía queda mucho por hacer y que la igualdad sea una realidad tangible. 

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Merly Eguigure Borjas asegura que una de las razones que impide que las mujeres tengan esa igualdad de oportunidades es la cultura machista y patriarcal sobre la que se asienta la sociedad hondureña.

Eguigure recordó que todos los partidos políticos deben tener una política de género porque es una obligación legal y, además, deben presentarla ante el Consejo Nacional Electoral. Sin embargo, este documento suele estar guardado “engavetado”, porque en la práctica ni siquiera las mujeres militantes de los partidos la conocen. 

También recalcó que para garantizar que las mujeres puedan estar en igualdad en el Congreso Nacional, las alcaldías y las diputaciones, deberían existir las cuotas reservadas, que son políticas implementadas en otros países para asegurar, mediante la ley, un 50% de participación, es decir, si las diputaciones son 128, la mitad 64, serian para mujeres y, 64 para hombres, de modo que serían electas las primeras 64 mujeres y los primeros 64 hombres, porque de lo contrario no se logrará la paridad, un tema fundamental para garantizar la igualdad.

LAS MUJERES SIGUEN OCUPANDO POCOS CARGOS POLÍTICOS

La Constitución de la República establece que hombres y mujeres tienen los mismos derechos para postularse y ocupar cargos de elección popular. En pocas palabras, la igualdad de género no es solo una idea, sino un principio fundamental en la política. Sin embargo, en la realidad, la participación de las mujeres en cargos electivos sigue siendo muy limitada. 

La Ley Electoral también refuerza esta idea, en su artículo 3, inciso 14, que establece la paridad de género como un mecanismo para garantizar que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades de acceder a cargos de representación política. La intención es que las candidaturas no sean sólo un trámite formal, sino que reflejen un compromiso real con la igualdad. 

Además, el Artículo 73 exige que los partidos políticos implementen políticas internas de género y de igualdad de oportunidades, supervisadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Esto significa que los partidos deberían crear condiciones concretas para que las mujeres participen activamente en todas las etapas del proceso electoral, desde la postulación hasta la ocupación efectiva de cargos electivos.

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A pesar de que la Ley es clara los números muestran otra realidad. De las 1,357 personas que aspiran a alcaldías municipales, de los 298 municipios del país, apenas 265 son mujeres, esto representa sólo un 19.5%. Sin embargo, la disparidad puede ser mucho mayor tomando en cuenta que los únicos cargos que se incluyeron en este análisis sólo incluyen a los candidatos o candidatas a alcaldes o alcaldesas, dejando de lado los cargos de vice alcaldes y regidores municipales, que van en esa misma línea de desproporcionalidad.

Lo anterior deja en evidencia que, aunque la Constitución de la República y la Ley Electoral promueven la igualdad y la paridad, su cumplimiento en la práctica aún está lejos de ser una realidad. Cómo se distribuyen estas candidatas entre los partidos, vemos otra desigualdad, 89 mujeres en el Partido Democracia Cristiana (DC), en el partido Libre 33, en el Partido Innovación y Unidad (PINU) 81, en el partido Liberal 35, en el Partido Nacional 25, una candidata por el movimiento “Todos por Humuya” y otra por el movimiento “Renacer Amapala”. Esto muestra no sólo que son pocas, sino que también están repartidas de manera desequilibrada entre los distintos partidos. 

En el caso de las planillas del Parlamento Centroamericano (Parlacen), donde se disputan 60 diputaciones propietarias e igual número de suplentes, 20 por cada partido, la participación, también favorece a los hombres con 31 postulaciones y las mujeres con 29. Distribuidos de las siguiente manera: el Partido Liberal con nueve hombres y 11 mujeres, Partido Nacional 11 hombres y nueve mujeres, igual distribución en el Partido Libre con 11 hombres y nueve mujeres.

Entre tanto, en el nivel presidencial de cuatro candidaturas, tres son hombres y, apenas una, es mujer.

Mientras la Constitución y la Ley Electoral de Honduras hablan de igualdad entre hombres y mujeres, la realidad demuestra que esa promesa todavía está lejos de cumplirse. De las 2,053 personas que buscan un cargo de elección popular, entre Presidencia de la República, alcaldías, diputaciones al Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano, sólo 575 son mujeres. Detrás de este número hay algo más que simples estadísticas: hay historias, sueños y esfuerzos que siguen chocando contra un sistema que no termina de abrirles las puertas por completo. 

Y aunque la Ley promueva la igualdad de oportunidades, la participación política de las mujeres sigue muy por detrás de la de los hombres. Estas cifras nos recuerdan que todavía hay mucho por hacer para romper barreras y garantizar que las mujeres puedan acceder de manera real y efectiva a los cargos de elección popular. 

Esta desigualdad no es casual. Es el reflejo de una estructura política que todavía arrastra patrones de exclusión y machismo. 

En resumen, la igualdad de género en la política hondureña todavía es más un sueño que una realidad. Aunque las leyes buscan garantizar la paridad entre hombres y mujeres, muchas veces los partidos políticos las cumplen solo de manera formal, sin un compromiso real, por lo tanto, la participación de las mujeres no solo necesita leyes sino acciones concretas, voluntad política y, sobre todo, un cambio profundo. 

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  • Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo

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