Por: redacción CRITERIO
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Son 26 mujeres africanas de distintas edades que entrenan muy fuerte para mantener la actitud y condición de un soldado, pues saben que sólo así pueden detener a los cazadores ilegales de rinocerontes.
Durante el año pasado, en África hubo un alarmante número de rinocerontes víctimas de la caza furtiva. Murieron 1.342 y cerca de 1.200 de ellos fueron asesinados en Sudáfrica. Por eso un grupo de mujeres decidió prepararse para enfrentar a los cazadores y así proteger la reserva natural de Balule.
Se trata de 26 mujeres en total, de entre 19 y 33 años que se hacen llamar las «Black Mambas» y recorren parte del Gran Parque Nacional Kruger para ahuyentar a los cazadores en unos 400 kilómetros. Aunque si bien habían pasado años sin tener ningún rinoceronte muerto en el sector, este año hubo dos pérdidas.
Los animales fueron hallados en un lugar donde raras veces deambulan, justo donde la patrulla no creía que había necesidad de cuidar. Pero cuando se encontraron con un macho y una hembra embarazada muertos a tiros y con sus cuernos arrancados, decidieron que debían prepararse mejor.
Diariamente desmantelan trampas, se enfrentan a cazadores y entrenan muy fuerte para mantener la actitud y condición de una soldado, y aunque vistan como uno, no usan armas, según informa Infobae.
Si bien reciben dinero del gobierno sudafricano por su labor, no es gran cosa. Mensualmente ganan entre 220 y 255 dólares, un ingreso bajo incluso para los estándares de Sudáfrica… lo que deja en evidencia que la labor más que por el dinero, la hacen por amor, ya que son muchos los sacrificios que deben hacer.
Las mujeres se mantienen alejadas de su casa durante 21 días seguidos, en los que se turnan para patrullar. Cuando finaliza ese periodo, tienen 10 días de descanso para visitar a sus familias, y mientras están en la reserva, viven en chozas que comparten entre tres o cuatro personas.
Pero todo vale la pena cuando se trata de reducir el número de rinocerontes muertos, que son perseguidos por el mito de que sus cuernos son una cura milagrosa en Asia, lo que incrementó su demanda en el mercado negro.
Afortunadamente las «Black Mambas» cuentan con el apoyo mundial de organizaciones animalistas, incluso fueron galardonadas con el premio Campeones de la Tierra, el máximo reconocimiento medioambiental otorgado por las Naciones Unidas, y fueron elogiadas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES).
Sin embargo, las mujeres reclaman que “toda la atención que recibimos no se ha concretado en ayuda”, pues dicen necesitar un montón de formación, recursos económicos y humanos para hacerle frente a los cazadores y detener de una vez el exterminio de los animales.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas