Por: Oscar Miguel Marroquín
“Que nadie está por encima de la ley” dice sin pena ni gloria quien presidente no es, me refiero al vulgar sirviente del poder mundial, o para decirlo en cabal español, estoy haciendo alusión aquel que violando todo principio ético y moral se esconde en las naguas de una mujer para continuar sentado en la silla, barajando nerviosamente cual será el destino que le espera, cuando cruce más temprano que tarde la salida de casa presidencial, el susodicho lo sabe y, lo sabe muy bien su salida será mucho más dolorosa que el dolor de parto.
La fotografía que acompaña este artículo, dice tanto o más que un millón de palabras, detrás de cada uno de los delincuentes que en la misma aparecen, hay un motivo ineludible para pensar que los días en libertad para Juan Hernández están más que contados, ni uno menos ni uno más, la justicia a gran escala muy pronto llegara fuera o dentro de Honduras, quien de eso dude que se siente a la orilla del camino para ver pasar en su momento a JOH directo al basurero de la historia, eso por no decir directo a una fría y dura celda seguramente a purgar el resto de su vida.
La fotografía, en la que aparecen tres delincuentes a gran escala, esconde dolor y luto, esconde los nombres de los que murieron por falta de atención medica en el seguro social, también oculta los nombres de los asesinados debido al fraude electoral, en fin, el blanco y negro de esta lúgubre estampa nos dice cuanto hay detrás de la criminal organización conocida en el bajo mundo de la política como PARTIDO NACIONAL.
La fotografía encubre a otros tantos a quienes el insomnio de largar noches los mantiene en el más amargo vilo, pues la complicidad es una sombra que persigue día y noche, coroneles, generales, empresarios, banqueros, diputados, policías, periodistas y hasta los mal llamados pastores evangélicos así como sacerdotes, intranquilos están a la espera de ser sentados inevitablemente en el banquillo de los acusados, por ladrones, corruptos, narcotraficantes, y por todo lo demás que el concepto de delincuentes a gran escala encierra.
Todos estos junto al padrino JOH un buen día brindaron con fino y caro Champagne Vintage Brut seguros de acariciar o haber logrado la tan ansiada impunidad, mas ahora parcialmente eso ya ha comenzado a ser una vaga y efímera ilusión, de la sempiterna sonrisa y la felicidad que les ha proporcionado millones de dólares mal habidos, ahora sus rostros han comenzado a palidecer al saber que cuatro frías paredes serán por largos años su única compañía.
Mientras tanto, JOH acaricia la ilusión de vivir el resto de sus días como un verdadero magnate, disfrutando de su mansión en el 3533 NW 83 Way en Cooper City, Florida, pero insisto, eso solo es de momento una ilusión dado que, si mañana los gringos cambian de parecer, JOH podría acompañar a Fabio Lobo, Tony Hernández y a Rafael Callejas a vivir en un centro penitenciario por el resto de su vida.
Un gran error es arruinar el presente, recordando un pasado que ya no tiene futuro, palabras que bien podrían haberles servido a los que aparecen en la fotográfica que acompaña este humilde artículo.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
7 respuestas
Cachurecos tenían que ser
Los monarcas, Orlandista.
Los monarcas, Orlandista.
Conrazon les gusto la politica cachureca si alli estaba la gallina de los huevos de oro la coca…
Y faltan los cabesillas. De esa gran banda.
Los capós de capós
Duro pero muy cierto esta nota, ojalá a ese trío se agregue el que ya sabemos y otros más del mafioso mierdero ve digo glorioso segun ellos partido Nacional incluyendo otros del congreso nacional.