Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
a los señores embajadores Moonup Sung y Yeongsik Yoo
La relación entre los países no es ni mucho menos primordial ni únicamente económica, es primero política y cultural. Necesitamos defendernos en la escena internacional contra injusticias y cooperar para fines compartidos que trascienden del comercio, para la coexistencia, para el medio ambiente, para el intercambio de la riqueza cultural y la amistad. Pero soy hijo, nieto y bisnieto de comerciantes e industriales, y no se me va a escapar la importancia práctica de los temas económicos.
Esta semana próxima, el día 28 del corriente en un hotel de San Pedro Sula, lógicamente, se celebrará un Seminario foro sobre Los Negocios y el Tratado de Libre Comercio entre Honduras y Corea. Es un tema es de suyo interesante para los países que ambos se podrían beneficiar mucho más de una profundización de las relaciones. En una intervención virtual invitada, felicito el evento, congratulo a sus organizadores y agradezco la oportunidad de comparecer para para ponerme, con la Embajada, a las órdenes de los participantes e interesados. Les transmití asimismo el mensaje -que he captado aquí claramente en estos primeros dos meses de esta misión, a que me ha enviado nuestro gobierno- de que Corea entiende que la región le ofrece una gran oportunidad de saludable crecimiento y de colaboración estratégica complementaria, que no está dispuesta Corea a dejarse comer el mandado, es decir está interesada y comprometida a avanzar con su comercio, cooperación y sus inversiones en la subregión, y en Honduras también. Una señal de eso fue la rápida aprobación del Tratado de Libre Comercio con SICA, el que entró en vigencia a fines de la pandemia del 2021.
Ese instrumento dinamizó el comercio, el cual creció de tal forma que nuestras exportaciones aumentaron 47% en dos años para alcanzar $120 millones en 2022, y nuestras importaciones crecieron en ese lapso casi 30% para sumar $140 millones. Pero han pasado tres años. Puesto que se trata de revisar los resultados con vistas a futuro a mi ver, el problema es que ese crecimiento se dio en los mismos rubros que antes (mayormente exportación de café, reciclados de cobre y zinc y textiles y ropa, y por otro lado importación de vehículos repuestos y llantas, equipo electrónico y maquinaria para construcción, farmacéuticos, cosméticos y minerales), y como consecuencia después de llenar esas demandas, ya no funcionó la ventaja fiscal para impulsar más crecimiento. Porque ¿no tenemos una producción competitiva y no sabemos que más importar de alto valor? Aunque hay tecnología de punta y calidad que nos beneficia importar y los coreanos necesitan más minerales nuestros que podrían minarse de manera sustentable, claro que sí, y alimentos que ellos no producen al menos a la vez, para su seguridad. Está claro que se ocupa otro impulso, y justamente lo que se ocupa es esto… juntar a las partes, a los gobiernos, los empresarios y técnicos, reunirlos y ponerlos a estudiar, acercarlos y conectar a los agentes. A largo plazo, habrá que invertir en producciones dirigidas a explotar recursos importantes desapercibidos, a estos nuevos mercados seguros, para garantizar nuestra economía a más largo plazo, abrirles mercados valiosos a nuestras frutas, mangos, aguacates, nuez de marañón y cacao, y quizás otras.
Igual habrá que organizar también una rueda de negocios más a corto plazo para de inmediato reunir a los exportadores potenciales hondureños con los importadores coreanos de cosas que ya podemos intercambiar y no estamos comerciando, por ejemplo azúcar (que producimos menos de lo que deberíamos pero estamos vendiendo a China aun pagando impuestos) lácteos y cárnicos de calidad certificada que largamente hemos exportado desde Honduras inclusive a los Estados Unidos, por lo cual no hay barrera no arancelaria válida, camarón cultivado junto con otros pesqueros, igual que bananos y las piñas que se producen con ventaja en nuestras tierras y se exportan en forma organizada y técnica, desde hace un siglo. Por su propia seguridad alimentaria y para su deleite Corea debe diversificar los países desde los cuales importa esos alimentos. Igualmente, nuestros textileros y maquiladores podrían, si estudian el mercado coreano, reorientarse a sus particulares exigencias y hacer plata. Es importante, es útil hacer plata.
Y luego hay que hablar de inversiones puntuales en la producción. Corea tiene experiencia para producir una variedad de rubros que interesan y para los cuales tenemos un potencial no explotado. Son de los mayores armadores de buques pesqueros como los que se producen a medio vapor en Roatán o se importan en desventaja para una demanda importante de nuestra industria pesquera y la de Caribe. Hay cadenas de valor que enganchar. Y Honduras es aún hoy, aun sin la infraestructura del futuro, aun antes de mejorar las condiciones logísticas, un lugar seguro y estratégico para establecer plantas de producción para la exportación de tecnología y para enganchar en otras cadenas como los arneses eléctricos tan exitosos. Pero no hay razón en el mundo por la que existan ¡unas seiscientas empresas coreanas operando a la vuelta del Motagua en Guatemala y aun treinta y siete textilerías coreanas en Nicaragua, que tiene la mitad de nuestra población, pero más cerca ¡en Honduras solo haya 22 empresas de Corea! Porque no es un juego de suma cero en que queremos arrebatarle nada a nadie, todos salimos ganando si ampliamos la presencia coreana en la economía regional. Y algo hemos hecho mal los catrachos mientras nos engolosinamos declamando que abríamos el país a los negocios, y que queríamos atraer capital. Porque obviamente aquí hay mucho por hacer. Como embajador, he suplicado a la Cancillería y al gobierno que se nos refuerce la embajada con un consejero comercial y económico, que tendría que estar a las órdenes de los interesados. Con todo el apoyo político y moral. Por supuesto que podemos progresar, como dicen aquí ¡vamos juntos!
Seúl 22 de Noviembre 2023
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Rodolfo Pastor Fasquelle, Doctorado en Historia y analista político, escritor y exministro de Cultura y Turismo, Graduado en Tulane Estados Unidos y el Colegio de México Ver todas las entradas