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Los beneficios de la inclusión financiera para la salubridad

Por: Kim Fe Cramer

LONDRES – Al menos la mitad de  la población mundial carece de acceso a servicios sanitarios esenciales, y los gastos de atención médica cada año empujan a casi 100 millones de personas a la pobreza extrema. Se debería considerar la importancia de la forma en la que se distribuyen los escasos recursos; además, existen buenas razones para creer que las finanzas podrían desempeñar un papel decisivo a momento de abordar este desafío. Más de 60 países han puesto en marcha estrategias nacionales de inclusión financiera, y quienes llevan a cabo investigaciones académicas están interesados en comprender su impacto.

Hasta hace poco, no existía evidencia sobre que las finanzas tendrían la capacidad de aportar cambios significativos al ámbito de la salud. Los ensayos controlados aleatorios que ofrecieron a los hogares productos financieros, como por ejemplo cuentas de ahorro, créditos y seguros médicos, no llegaron a detectar efectos. Sin embargo, es de crucial importancia notar que estos estudios no examinaron aspectos importantes de largo plazo y de gran escala en la banca, ni tuvieron en cuenta los productos y servicios financieros ofrecidos a empresas y proveedores de atención médica.

En un estudio reciente, utilicé un experimento natural que introdujo la variación en la presencia bancaria en la India para evaluar los efectos de mejorar la inclusión financiera a lo largo y ancho del país, durante diez años, así como los efectos experimentados por diferentes actores del mercado. En contraste con investigaciones anteriores, encontré mejoras sustanciales en la salud de los hogares.

En 2005, el Banco de la Reserva de la India (RBI) introdujo una política para incentivar a los bancos a abrir nuevas sucursales en distritos desatendidos en todo el país. Después de cinco años, el número de sucursales bancarias en estos distritos había aumentado en un 19%. Más importante aún, dos encuestas representativas y de alcance nacional realizadas a nivel de hogares demostraron una mejor salubridad en dichos distritos en comparación con distritos similares donde no se aplicó la política.

La Encuesta de Desarrollo Humano de la India (IHDS), realizada seis años después de la entrada en vigor de la política del RBI, demuestra que los hogares de los distritos con mayor presencia bancaria tuvieron un 36% menos de probabilidades de sufrir enfermedades no crónicas, como por ejemplo fiebre o diarrea. Asimismo, la Encuesta de Demografía y Salud, realizada diez años después de la implementación de la política, muestra tasas de vacunación más elevadas y menores riesgos asociados al embarazo en estos distritos. La disminución de las tasas de morbilidad también mejoró los resultados económicos relacionados con la salud: la encuesta IHDS muestra que los integrantes de los hogares faltaron menos a la escuela y al trabajo debido a enfermedades e incurrieron en gastos médicos significativamente más bajos.

Hay tres mecanismos que probablemente desempeñaron un papel en la mejora de los resultados de salubridad. En primer lugar, los bancos concedieron créditos a las empresas locales, lo que permitió que los hogares ganen más e inviertan más en salud. En segundo lugar, los datos sugieren que los integrantes de los hogares accedieron a los servicios financieros de manera directa. Establecieron cuentas de ahorro y, lo que es más importante, también pudieron contratar seguros de salud. En la India, tal como ocurre en más de la mitad de los países en desarrollo, los bancos locales venden pólizas de seguro de salud a sus clientes, actuando como intermediarios de las compañías de seguros en las principales ciudades. Esto difiere mucho de lo que pasa en la mayoría de los países desarrollados, donde los seguros de salud sólo se compran directamente de las compañías de seguros o se obtiene de programas gubernamentales.

Por último, los proveedores de servicios sanitarios obtuvieron acceso al crédito. Ocho años después de que se implementara la política del RBI, el número de hospitales que operaban en los distritos incentivados había crecido en un 140%, y era más probable que los proveedores reportaran préstamos institucionales como su principal fuente de financiamiento. Los hogares locales también reportaron tener menos problemas con el suministro de atención de salud. Los formuladores de políticas tomaron en serio la importancia de ampliar el crédito a los proveedores de asistencia sanitaria: en mayo de 2021, durante la crisis COVID-19, el RBI proporcionó $6,78 mil millones en crédito de fácil acceso para el sector.

Los efectos sustanciales de las finanzas sobre la salubridad en este experimento natural son más evidentes que en ensayos controlados aleatorios anteriores. Explorar las finanzas mediante un experimento natural tiene dos importantes ventajas añadidas. En primer lugar, permite captar los efectos del equilibrio general: la evidencia sugiere que se estimula tanto la demanda como la oferta del mercado de atención de salud, creando potencialmente un círculo virtuoso. En segundo lugar, se pueden explorar los efectos a mayor escala durante un período de tiempo más largo.

Una mayor presencia bancaria también podría ayudar a alcanzar otros Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en todo el mundo. Dada la relación entre un mejor acceso a las sucursales bancarias y un menor absentismo escolar por enfermedades, la educación es un ámbito dentro de la formulación de políticas que podría ir de fácilmente de la mano con los esfuerzos de inclusión financiera. Permitir que los hogares inviertan más en educación y proporcionar crédito para crear nuevas escuelas y programas de capacitación podría generar mejores resultados educativos.

El éxito de la política del RBI es un buen augurio para los responsables de la formulación de políticas en los países en desarrollo que buscan mejorar los resultados de salubridad. También justifica que se siga estudiando cómo intervenciones similares podrían afectar la demanda y la oferta en otros mercados. Los incentivos a las políticas para aumentar el número de sucursales bancarias en áreas desatendidas podrían, en última instancia, tener múltiples resultados positivos para la comunidad, más allá de aquellos que muestran mejores indicadores de salud.

Fe Cramer, profesora adjunta de la London School of Economics, estudia las finanzas de los hogares en los países en desarrollo.

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