La consejera Ana Paola Hall, tras anunciar su renuncia denunció ser víctima de una campaña de odio y ser acosada por figuras con escasa militancia, pero con influencia actual en el Partido Liberal
Hall advirtió que las presiones políticas y personales se intensificaron al punto de afectar a su familia, y rechazó el rol de “operadora política” que, dijo, algunos sectores dentro de su partido esperaban que desempeñara
Tegucigalpa, Honduras. -La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, presentó su renuncia condicionada ante la secretaría del Congreso Nacional. Su decisión, plasmada en un escrito de tres páginas, no sólo representa un quiebre en la estructura del órgano electoral, sino que expone profundas tensiones internas marcadas por injerencias partidarias y presiones al órgano electoral.
El pasado 16 de julio, la consejera Hall puso a disposición su cargo en el órgano electoral, pero esta se materializó el 25 de julio cuando la funcionaria se apersonó al Poder Legislativo, desde ese momento el candidato presidencial Salvador Nasralla y el candidato a la Alcaldía de San Pedro Sula, Roberto Contreras, arremetieron contra la consejera.
Más allá de una renuncia administrativa, Hall dejó entrever una serie de denuncias veladas sobre presiones ejercidas por figuras de “exigua militancia” y de “personas inconstantes en su afinidad política que hoy resultan ser autoridad del Partido Liberal”, quienes habrían exigido su salida con una conducta “agresiva e irrespetuosa”.

“Como funcionaria, tengo la capacidad y fortaleza de continuar en el desempeño del cargo. Pero también soy madre y después de haberse puesto en evidencia la violencia de la que son capaces, me resulta imposible continuar arriesgando a mi familia frente a la turba que nos ha atropellado”, denunció la consejera.
También rechazó rotundamente el papel de operador político que algunos esperaban que ella –Ana Paola Hall— asumiera en el órgano electoral. En su lugar, defendió su derecho a actuar con criterio propio, apegada al marco jurídico y a su conciencia institucional.
Según Hall, las presiones no eran nuevas, pero se intensificaron en las últimas semanas a raíz de las fricciones internas del CNE. En el contexto de una crisis que impide sesionar al pleno por falta de unanimidad, el Partido Nacional propuso públicamente una salida que Hall calificó como “ilegal”, integrar el pleno con solo dos consejeras.
Hall advirtió que dicha propuesta no solo contraviene la normativa electoral, sino que podría agravar la crisis institucional, comprometiendo la legitimidad del proceso electoral en marcha. “No fui parte de esta crisis, y tampoco estoy dispuesta a avalar medidas que violenten la ley”, sostuvo.
Reiteró que tener criterio propio no solo es legítimo, sino necesario en un contexto donde las decisiones del CNE podrían tener consecuencias jurídicas y políticas de gran calado. “Acatar órdenes sin sustento jurídico me haría cómplice de ilegalidades”, escribió.
Dentro del documento, Hall también dejó claro que su decisión de renunciar no es definitiva, sino condicionada para que en el mismo acto de aceptación de su dimisión sea electo su sustituto o sustituta.
El trasfondo de esta crisis expone una vez más las tensiones que rodean al órgano electoral hondureño. A pesar de los avances en legislación y reformas, el CNE continúa siendo un espacio cooptado por intereses partidarios que, según Hall, anteponen el cálculo político a la legalidad.
Desde el oficialismo y sectores se responsabilizó al candidato presidencial, Salvador Nasralla y Roberto Contreras, candidato a alcalde y presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CEPL), de ser los culpables de la renuncia de
Vea: Posición de Ana Paola Hall refleja resquebrajamiento en el Partido Liberal
ATAQUES CONTRA CONSEJERA HALL EVIDENCIAN LA VIOLENCIA POLÍTICA
Lester Ramírez, director del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS), dijo a Criterio.hn que el caso de la denuncia de la consejera Ana Paola Hall es un caso que el IUDPAS ha seguido de cerca y próximamente se presentará un boletín sobre la violencia política.

Ramírez advirtió que mientras persista una cultura política que antepone lealtades partidarias al deber constitucional, será difícil garantizar elecciones limpias. “Eso requiere liderazgos comprometidos con los valores democráticos”, apuntó.
Joaquín Mejía, abogado constitucionalista y doctor en derechos humanos, considera que las amenazas contra la consejera Hall y su hija cruzan una línea roja y deben ser investigadas de inmediato por el Ministerio Público. Además, pidió al Ejecutivo garantizar medidas de protección para ella y su familia.
Ambos analistas coincidieron en que mientras no se reforme el mecanismo de selección de los consejeros electorales y se limite la injerencia de los partidos, la institucionalidad seguirá en crisis.
Lea: Llegada de Toscano al CNE pende de acuerdos que aún no se tejen
PARTIDIZACIÓN DE ÓRGANOS ELECTORALES ES LA RAÍZ DEL CONFLICTO EN EL CNE
Mejía señala que la renuncia y las presiones sufridas por Hall son consecuencia de la partidización del órgano electoral, lo que viola el artículo 51 de la Constitución que exige autonomía e independencia de los órganos electorales.

“Cuando los partidos políticos colocan a sus activistas en instituciones que deberían ser independientes, se pierde toda credibilidad. Los órganos electorales no deben ser botín político”, explicó Mejía en una entrevista brindada a este medio digital.
Para el analista, el tripartidismo ha convertido al CNE en un espacio de reparto de poder, donde los partidos son juez y parte. “Eso impide procesos libres y transparentes y refuerza la cultura de la impunidad electoral”, advirtió.
De interés: Despolitización y reformas electorales: una tarea pendiente para próximos procesos
DENUNCIA DE CONSEJERA HALL DEJA EN EVIDENCIA LA FRAGILIDAD DEL PROCESO ELECTORAL
La denuncia sobre presiones desde el Partido Liberal —particularmente de figuras afines a Nasralla— también genera alarma en sectores democráticos que ven con preocupación la posibilidad de un deterioro aún mayor de la institucionalidad electoral.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés) señaló que la denuncia y renuncia de la consejera Ana Paola Hall, evidencia la fragilidad del sistema electoral hondureño.
“Ana Paola Hall ha sido objeto de una presión constante desde que asumió el cargo, en particular en torno a la rotación anual de la presidencia del CNE. Ella misma confirmó públicamente que había sido objeto de intensas presiones políticas y ataques personales, incluidas campañas contra ella y su familia”, cita el comunicado emitido el 16 de julio.
WOLA alertó que las presiones políticas y los ataques personales contra Hall, incluidos los dirigidos a su familia, socavan la confianza en la imparcialidad del CNE a pocos meses de las elecciones generales.
En ese sentido, instó a las misiones internacionales que probablemente observen las elecciones de noviembre —la Organización de los Estados Americanos, la Unión Europea y las Naciones Unidas— a supervisar todos los procesos internos del órgano electoral garantizando la transparencia y protegiendo contra influencias indebidas.





