Los casos emblemáticos de desapariciones sin respuesta resaltan la urgencia de un cambio en las políticas públicas para garantizar la seguridad y los derechos de las mujeres en Honduras
Foto Portada: Lara Bohórquez de CDM y Alejandra Flores quien desarrollo la investigación «Desapariciones de mujeres en Honduras». Foto: Jorge Burgos/Criterio.hn
Tegucigalpa, Honduras. – Con una tasa de feminicidio que superan los seis casos por cada 100,000 mujeres, a nivel de Latinoamérica, la situación se agrava en Honduras con reportes constantes de mujeres y niñas desaparecidas, que quedan atrapadas en un ciclo de impunidad y desprotección. En lo que va del año, se han documentado cientos de desapariciones, lo que pone de relieve la urgencia de implementar medidas efectivas que garanticen la seguridad y el respeto a los derechos humanos de las mujeres en el país.
En ese sentido, Lara Bohórquez, coordinadora del Observatorio de Derechos de las mujeres, del Centro (CDM), cataloga la situación de las desapariciones de mujeres y niñas como alarmante, misma que refleja una profunda crisis de derechos humanos. “El Estado hondureño ha fallado en abordar adecuadamente la desaparición forzada”, señaló a Criterio.hn.
La Unidad de Investigación Feminista del CDM y la Fundación Heinrich Böll Stiftung, presentaron la Investigación «Desapariciones de mujeres en Honduras 2022-2023», a través de la cual se han revelado hallazgos alarmantes que reflejan una crisis nacional.
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PRINCIPALES HALLAZGOS
Alejandra Flores Mejía, quien presentó la investigación, destacó que la tasa de desapariciones de mujeres y niñas están en aumento, a pesar de que los femicidios han mostrado una ligera disminución. Sin embargo, existe preocupación sobre si estos femicidios están siendo encubiertos como desapariciones, ya que muchas de estas no tienen respuesta y se desconoce el paradero de las víctimas.
Uno de los hallazgos más críticos del estudio es la falta de perspectiva de género en las instituciones encargadas de investigar estos casos. Esta deficiencia se traduce en una capacitación inadecuada para los funcionarios que manejan las investigaciones, lo que limita la efectividad en la resolución de estos delitos. Además, Flores destacó que se ha identificado que las desapariciones están conectadas con otros crímenes graves, como violaciones, femicidios y trata de personas.
El informe también destaca que la desaparición no está tipificada como un delito en sí mismo en la legislación hondureña. Esto genera confusiones entre las autoridades sobre cómo clasificar estos casos, lo cual es un obstáculo significativo para la justicia. “La investigación sugiere que sería necesario establecer leyes específicas para tipificar la desaparición y mejorar la respuesta institucional ante este fenómeno”, señaló la investigadora.
De acuerdo con Flores Mejía, es crucial que el Estado y la sociedad civil reconozcan las desapariciones como una crisis nacional, dado que se reportaron 3,615 desapariciones en lo que va del año, lo que subraya la urgencia de abordar este problema desde múltiples ángulos.
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DESCONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES
La falta de confianza en las instituciones es otro punto crucial que Lara Bohórquez destaca. Muchas familias recurren a redes sociales para denunciar desapariciones debido a la ineficacia del sistema formal. Según los datos proporcionados por el Observatorio de la Violencia, entre 2017 y 2023 se reportaron más de 7,360 desapariciones, donde el 36.5% corresponde a mujeres. Esta tendencia revela no sólo un problema de seguridad pública, sino también fallas estructurales en el sistema judicial que impiden una respuesta efectiva ante estos casos.
Además, Lara Bohórquez, criticó que el enfoque estatal se centra únicamente en investigaciones penales, sin realizar esfuerzos significativos para buscar a las mujeres desaparecidas con vida. Este enfoque ha llevado a que muchas denuncias no sean aceptadas o se ignoren, exacerbando la revictimización de quienes buscan justicia.
Bohórquez menciona casos emblemáticos como el de Angie Peña, cuya desaparición ha generado presión internacional para su búsqueda. Otro caso, es el de Belkis Molina, y el más reciente el de Eylin Perdomo, estas desapariciones tiene algo en común, no se tienen respuestas. Lara Bohórquez, denunció que hay una falta de acción por parte del Estado, incluso cuando existen indicios sobre el paradero de las desaparecidas.
Ante esta grave situación, Bohórquez hace un llamado urgente para implementar políticas efectivas que aborden la prevención y búsqueda inmediata de mujeres desaparecidas. La defensora de derechos de las mujeres, resaltó la necesidad de un protocolo específico para estas situaciones y una mayor sensibilización sobre las condiciones particulares que enfrentan las mujeres en Honduras.
