En lo que va del 2024, las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) han asegurado más de 930 mil arbustos de coca en los departamentos de Colón, Gracias a Dios y Olancho.
Tegucigalpa, Honduras. -Por varias décadas, La Moskitia ha sido utilizada como una ruta clave para el transporte de cocaína desde Sudamérica hacia Estados Unidos, su densa selva y su acceso limitado han facilitado el tráfico de drogas.
Sin embargo, en los últimos años, esta región ha dejado de ser paso de droga, para convertirse en un terreno fértil para el cultivo de hoja de coca y la proliferación de narcolaboratorios.
De igual manera, ha proliferado el acaparamiento de tierras que son utilizadas para la construcción de pistas clandestinas y una narcocarretera que comunica a los departamentos de Olancho y Gracias a Dios, siempre en Honduras.
El departamento de Gracias a Dios es un territorio controlado por el narcotráfico, pese a que el gobierno de los Estados Unidos ha tenido presencia en la zona, al igual que las Fuerzas Armadas de Honduras.
Elpasado 28 de abril de 2024, la Policía Militar de Orden Público (PMOP) informó sobre el aseguramiento de una plantación con 180 mil arbustos de coca cultivadas en 35 manzanas de tierra y una narcolaboratorio en el que se encontraron insumos y precursores químicos para el procesamiento de pasta de coca.
En enero de este año, el titular de la Secretaría de Defensa (Sedena), José Manuel Zelaya, precisó que en 2022 se registraron 6.5 millones de plantas de coca destruidas y en 2023 se destruyeron 6.7 millones de plantas de coca.
Aunque las autoridades de la Secretaría de Seguridad y de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) exponen como grandes logros las acciones de incautación de droga en esa zona, son pequeñas ante la fuerte presencia del narcotráfico en el denominado segundo bosque más grande de Centroamérica.
A juicio de representantes los pueblos indígenas que residen en La Moskitia, estas acciones no son suficientes, ya que, en las espesas selvas y las venas de la Biosfera del Río Plátano, el trasiego de narcóticos aumenta.
Los tentáculos del narcotráfico en La Moskitia hondureña, alcanzan a políticos de esa zona del país. A finales de agosto de 2023, fue capturado y puesto bajo prisión preventiva el actual alcalde del municipio de Brus Laguna, Wilmer Manolo Wood, por suponerlo responsable del delito de tráfico de drogas agravado.
El control que ejercen los narcotraficantes en esa zona, es tan fuerte que incluso el personal del Instituto de Conservación Forestal (ICF) tiene que “pedir permiso” para transitar por algunas zonas de La Moskitia hondureña, lo anterior fue denunciado por Luis Soliz, director del ICF.
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AUTORIDADES DESTRUYEN PLANTACIONES DE HOJA DE COCA Y NARCOLABORATORIOS
Según datos de la Secretaría de Seguridad y la Policía Nacional en 2023, se destruyeron 5.6 hectáreas de plantaciones de hoja de coca en el departamento de Gracias a Dios, y 323 hectáreas en Olancho.
Las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) informó sobre el aseguramiento de 125 mil arbustos de supuesta hoja de coca, cultivadas en 25 manzanas, en el sector de Cerro Azul, ubicado en la Biósfera del Rio Plátano, Colón.
Además, señalaron que en lo que va del año, la institución militar ha erradicado más de tres millones de arbustos de hoja de coca, asegurado 36 plantaciones de coca y destruido 15 instalaciones artesanales para el procesamiento de droga.
Woods relató a Criterio.hn que el acaparamiento de tierras está siendo utilizado como pistas para el tráfico de droga, ganadería y la tala ilegal, actividades que están dejando daños y que amenazan la existencia de la Biosfera del Río Plátano, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1982 y declarada en la actualidad en peligro por la misma Unesco.
Al igual que Woods, pobladores de Brus Laguna manifestaron que la presencia y el control de los terceros y narcotraficantes cada vez es más evidente.
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GANADERÍA, NARCOTRÁFICO Y TALA ILEGAL, AMENAZAN PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
La ganadería expansiva, la tala ilegal y el narcotráfico han descombrado incansablemente las entrañas de la Biosfera del Río Plátano, ubicada en La Moskitia entre los departamentos de Olancho y Gracias a Dios, provocando daños irreparables en el ecosistema y a la forma de vida de cuatro pueblos indígenas que residen en la zona.
Estas acciones podrían traer consecuencias graves como la perdida de flora y fauna, reservas de agua, la subsistencia de los pueblos indígenas –Miskito, Pech, Tawahka y Garífunas— y en última instancia que la Biosfera del Río Plátano pierda la categoría de patrimonio de la humanidad, el cual le fue otorgado en 1982 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Representantes de los pueblos indígenas conversaron con Criterio.hn y denunciaron la presencia de los terceros, ganaderos que llegan desde otros departamentos del país, quienes han deforestado grandes extensiones de tierra destinado al pastoreo de ganado vacuno.
Asimismo, se refirieron a las pistas y la narcocarretera que se han construido en los últimos años, a vista y paciencia de las autoridades, y que son utilizadas para el trasporte de droga.
