Por: Carlos Zelaya Herrera
En el planeta existe un aproximado de 258 millones de inmigrantes que representan el 3.4 por ciento de total de la humanidad, según la Organización Internacional de la Migración, OIM, algo desproporcionado cuando el 50 por ciento de ellos radican en apenas 10 países.
Para el 2015 cerca de 3,4 millones de centroamericanos residían en Estados Unidos, siendo el 8 por ciento de los 43,3 millones de inmigrantes en el país; 85 por ciento de ellos provienen del Triángulo Norte, formado por El Salvador, Guatemala y Honduras.
Sin embargo, Latinoamérica es históricamente una región que produce migrantes, sobre todo desde México y Centroamérica, sin ignorar que por razones políticas el fenómeno afecta a Venezuela y Nicaragua.
Los más de 4 mil hondureños que salieron en caravana el pasado 13 de octubre de la ciudad de San Pedro Sula, norte del país rumbo a Estados Unidos, viajaron a pie o en vehículos a la frontera de Guatemala, luego a México y finalmente a la línea fronteriza con Estados Unidos.
Dramáticas circunstancias en las que decenas de niños, bebés, madres y hombres ocupaban la primera línea de la larga columna humana formada de agricultores, panaderos, estudiantes, comerciantes a cuenta propia, mujeres y profesionales.
La población huye de la violencia, la pobreza y falta de oportunidades, como refrenda el 60 por ciento de pobreza y niveles de violencia que dejan unos 43 muertos por cada 100 mil habitantes al mes. Salir de Honduras para ellos es la mejor opción pues se desprenden de uno de los países más violentos del mundo por la presencia de pandillas y el narcotráfico que también operan en Guatemala y El Salvador.
La mayoría de los migrantes no tiene idea de cómo obtener la documentación necesaria para entrar legalmente a México y EEUU, por lo que por la masividad del desplazamiento ha hecho que el presidente Donald Trump los criminalice y reduzca la ayuda financiera a Honduras en el 2019 en 30 millones de dólares.
Trump tampoco descarta cerrar la frontera sur, ya está fuertemente militarizada; mientras, su secretario de Estado, Mike Pompeo demandó de México detener la caravana antes de llegar a la frontera con su país. Para el gobernante gran porcentaje de los desplazados son criminales.
En naciones desarrolladas el fenómeno migratorio motiva tendencias nacionalistas y conservadoras que buscan cambiar las leyes para reducir el número de gente que entra a su territorio nacional.
En el Reino Unido, la inmigración fue una de las razones primordiales para que el año pasado triunfara el Brexit, o sea la salida de Inglaterra del mercado de la Unión Europea.
No obstante la migración data de los orígenes de la humanidad y hoy tiene unos 125 mil años de historia salpicadas de incidencias relevantes para llegar a conformar la sociedad actual.
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El trayecto ha sido épico, desde los primeros homínidos encontrados en África sub-sahariana, a la llegada a América por el ser humano, tiempos en el que el estrecho de Bering aún no se encontraba sepultado bajo el Océano.
Uno de esas contradicciones es que los primeros migrantes llegados a lo que hoy es EEUU fueron a bordo del Mayflower en 1628; o en 1607, para establecer Jamestown, en Virginia y no inmigrantes civiles de España, que en 1565 fundaron un asentamiento humano que hoy es la ciudad de San Agustín, estado de Florida.
