Por: Oscar Miguel Marroquín
El triunfo del capitalismo sobre el socialismo dejó en claro, en manos de quien quedaba en adelante el poder total; el capitalismo ya sin oponente alguno ha dado rienda suelta a su apetitoso deseo de dominar el planeta entero, es decir, imponer todo su poderío sobre los pobres.
La reducción del Estado a su mínima expresión, es el paso ulterior para que el mercado se apodere de todo aquello en lo que exista la posibilidad de lucro, de ahí que la salud y la educación es también vista como una mercancía, y ya no como un servicio básico que debe prestar el Estado a la sociedad, el fin de la gratuidad de la salud y de la educación, según el mercado, llegó a su fin, en adelante los servicios médicos y educativos tendrán un precio, en otras palabras, sobrevivir ante cualquier enfermedad sólo será posible si las personas cuentan con suficiente dinero, y la educación también correrá con la misma suerte.
Dentro del capitalismo no cabe la discusión sobre si la salud y la educación son derechos inalienables de la sociedad, la única discusión posible es cuál será el precio por estas dos nuevas mercancías que entraran al mercado, discusión en la que naturalmente el Estado no tiene participación alguna, ni siquiera mínimamente. Los “honorables” padres de la patria ya no tendrán que preocuparse más por la discusión sobre el tema de la salud y la educación, en adelante, serán los banqueros y grandes empresarios los que diseñen el vaivén de este nuevo y lucrativo negocio.
Mientras tanto, la transición no parece nada fácil, y es por eso por lo que Juan Orlando Hernández a pedido de los banqueros y grandes empresarios, está utilizando todo el poder policial, militar y mediático para desmontar la oposición social que se opone a la privatización de la salud y la educación.
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La lucha que ahora sostienen los médicos, maestros, estudiantes y otros sectores de la sociedad, en contra de la dictadura criminal y el neoliberalismo, ya ha dejado de ser una lucha de resistencia, la misma ha pasado a ser una batalla frontal, para decirlo con palabras más sencillas, este será un combate de vida o muerte, si los médicos y docentes son aplastados por el régimen dictatorial, el neoliberalismo profundizará la brutal campaña privatizadora de todos los activos del Estado tal como lo exige el Fondo Monetario Internacional FMI.
El capitalismo está emborrachado de poder, las actuales batallas y las que se avecinan serán de vida o muerte, no cabe duda de que la desaparición del socialismo dejó un enorme vacío en la confrontación entre pobres y ricos, no obstante, la lucha ahora más que nunca ha cobrado indudablemente fuerza, sobre todo porque de ello depende la vida de millones de seres humanos en el planeta entero y en Honduras por supuesto.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
4 respuestas
Que vivan los maestros y los medicos de
Honduras
Y el pueblo acompaña,o luchamos hoy por Honduras o la perdemos
Es hoy o nunca
VIVA EL PUEBLO-MEDICOS.