Defensores de derechos de la niñez advierten que instrumentalizar la imagen de niños, niñas y adolescentes en campañas va más allá de la polarización política, afectando su bienestar y exponiéndolos al acoso y la discriminación
Tegucigalpa, Honduras. – De cara a las elecciones generales, los partidos políticos en Honduras han recurrido al uso de la imagen y voz de niñas, niños y adolescentes en actos y materiales propagandísticos, una práctica que organismos defensores de derechos advierten vulnera su dignidad e incumple las leyes que prohíben su participación en proselitismo.
El más reciente hecho es el protagonizado por Salvador Nasralla cuando apareció abrazando a una niña durante una actividad política, y que se viralizó tras la publicación del vicecanciller Gerardo Torres, quien en redes sociales comparó al candidato hondureño con Jeffrey Epstein, conocido en Estados Unidos por su condena por delitos sexuales contra menores de edad.
En ese sentido, las organizaciones de sociedad civil aglutinadas en la Red Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), emitieron este viernes un pronunciamiento en el que condenan el uso de niñas, niños y adolescentes en materiales de propaganda política, campañas electorales o contenidos con fines proselitistas. “Las niñas, niños y adolescentes no son herramientas de propaganda”, enfatiza la red, al recordar que su voz, imagen y dignidad deben ser respetadas y protegidas.
COIPRODEN advirtió que utilizar la imagen o identidad de menores sin consentimiento legal constituye una violación directa a la Constitución de la República, al Código de la Niñez y Adolescencia y a la Convención sobre los Derechos del Niño. Según el artículo 16 de dicha Convención, ningún niño o niña debe sufrir injerencias arbitrarias en su vida privada ni ataques a su honra o reputación.
La red recordó además que el artículo 226 de la Ley Electoral prohíbe expresamente el uso de la imagen de niñas y niños en propaganda electoral, reconociendo que esta práctica afecta su dignidad humana y sus derechos fundamentales, lo cual puede acarrear sanciones administrativas para quienes la incumplan.
De interés:
USO DE NIÑOS Y NIÑAS EN CAMPAÑAS POLÍTICAS ES EXPLOTACIÓN E INSTRUMENTALIZACIÓN
El uso de la imagen de niños, niñas y adolescentes en campañas políticas hondureñas ha generado un amplio rechazo de organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes advierten que se trata de una violación a la Convención sobre los Derechos del Niño y diversas leyes nacionales.
De acuerdo con Ricardo Coello, director de programas de Casa Alianza Honduras, “lastimosamente estos actos podríamos tildarlos como de explotación e incluso de manipulación”, pues suponen la instrumentalización de la inocencia de la niñez para obtener beneficios políticos, exponiéndolos sin su consentimiento a un entorno que puede dañarles física y emocionalmente.
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Coello alerta que la niñez y adolescencia utilizada en propaganda política enfrentan riesgos que van más allá de la exposición mediática. “Los niños y las niñas carecen de esa capacidad para decidir, por lo tanto, tiene que ser acompañado de personas adultas”, explicó, subrayando que ese tipo de prácticas pueden generar bullying, discriminación y amenazas a la seguridad personal.
La vulnerabilidad aumenta en contextos como el de Honduras, donde muchos niños, niñas y adolescentes ya se ven forzados al desplazamiento por violencia u otras problemáticas estructurales. “Asociar a un niño con un partido político, a un candidato, puede generarle conflictos. Puede ser víctima de discriminación o poner en riesgo su seguridad y bienestar”, enfatizó Coello, agregando que las consecuencias pueden ser más profundas en entornos de alta polarización.
Diversas organizaciones civiles y de derechos humanos han sido consistentes al demandar, desde hace años, que se respete la imagen de la niñez durante los procesos electorales. Cristina Alvarado, del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, recordó que han solicitado en reiteradas ocasiones que los partidos políticos actúen con responsabilidad y dejen de utilizar imágenes de niños y niñas para hacer campaña, señalando que a menudo las usan sin consentimiento de los menores de edad ni de los padres.
Alvarado consideró fundamental proteger la integridad física, mental y emocional de la niñez hondureña. “Nadie tiene derecho a exponer a niños y niñas al público, a redes sociales o en campañas políticas cuando ni siquiera tienen idea de por qué están ahí, porque no tienen conciencia”, expresó, insistiendo en que estas prácticas constituyen una “vil manipulación e instrumentalización”.
Ante este panorama, Cristina Alvarado también criticó el papel de las instituciones responsables de hacer cumplir la ley, como el Tribunal de Justicia Electoral, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, y la Fiscalía de la Niñez. “Al parecer, para estos asuntos solo son figura decorativa. Tenemos instituciones, pero solo son nombradas; no vemos que respondan a las demandas urgentes de la sociedad para que los políticos sean respetuosos y entiendan que basta ya de instrumentalizar a la infancia”, denunció Alvarado.
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EXIGENCIAS PARA LA PROTECCIÓN DE LA NIÑEZ
La Red COIPRODEN ha lanzado un llamado a la sociedad hondureña, recordando la responsabilidad compartida en la protección de los derechos de la niñez. Además, exhorta a la población a denunciar cualquier situación que implique la vulneración de estos derechos y pide a madres, padres, cuidadores y autoridades educativas respetar la autodeterminación corporal, el espacio vital de niñas, niños y adolescentes, y garantizar su integridad física, emocional y moral. De igual manera, rechaza la normalización de prácticas que invaden la privacidad y dignidad de la infancia.
Al mismo tiempo, COIPRODEN insta a partidos políticos, activistas y aspirantes a cargos de elección popular a no utilizar bajo ninguna circunstancia la imagen, nombre, voz o testimonio de niñas y niños con fines propagandísticos o políticos, subrayando que el respeto al principio de protección integral de la infancia es un deber ético, legal y moral.
Igualmente exige a los medios de comunicación, periodistas y creadores de contenido digital la aplicación rigurosa de protocolos y estándares de confidencialidad, privacidad y protección de datos. Finalmente, remarca la obligación de la Fiscalía de la Niñez y otras instituciones estatales de actuar de oficio ante cualquier vulneración, priorizando siempre medidas de protección y reparación inmediata.
En este contexto, tanto defensores de derechos humanos como analistas subrayan que la protección a la niñez debe ser prioritaria en todo proceso electoral.
