La cocaína del hermano

Por: Óscar Marroquín

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Tegucigalpa.-Se afirma por ahí que el hermano de Juan Hernández tranzaba con cocaína desde el 2004, sin embargo, durante el gobierno de Porfirio Lobo Sosa se desconoció por completo que Tony Hernández estuviera involucrado en semejante delito, es decir, el servicio de inteligencia del Estado, tanto militar como policial “fallaron”, tampoco el expresidente Lobo tuvo ningún conocimiento sobre los malos pasos de su hijo Fabio Lobo, quien también estaba metido en el trance de cocaína hacia los Estados Unidos.

En declaraciones a la prensa Porfirio Lobo dijo no saber nada sobre el caso de Tony Hernández.

Ahora resulta que el mismo comportamiento se produce durante el primer periodo presidencial de Juan Hernández; “Tony” como es conocido cariñosamente en el mundo de narcotráfico continuaba con su lucrativo negocio sin que su hermano conociera ni siquiera por accidente que tenía un pariente muy cercano metido en las grandes ligas de producción y transportación de cocaína.

Nuevamente el servicio de inteligencia del Estado tampoco tiene conocimiento sobre esta irregular actividad. Curiosamente Juan Hernández devela por todo lo alto estar combatiendo a los narcotraficantes y, además, de estar facilitando las extradiciones de estos hacia los Estados Unidos; en estos casos el servicio de inteligencia del Estado si actúa con muchísima premura y efectividad.

En todo esto algo huele mal. En medio de todo esto, la hermana de Juan Hernández “muere” en un accidente aéreo, accidente del cual muchos dudaron de principio a fin, por las características poco convincentes que dio a conocer el gobierno a través de medios de comunicación poco fiables, por cierto, pues estos son considerados por muchos sectores de la sociedad por su inclinación comercial e ideológica con el gobierno.

Con todo lo que ahora conocemos sobre esta mafia, no es inevitable pensar que Hilda Hernández podría no estar muerta, y que bajo una identidad diferente estaría administrando millones de dólares producto de la venta de cocaína en los Estados Unidos por su hermano Tony Hernández y, además administrando el dinero que Juan Hernández ha obtenido producto de la corrupción.

Parece pues, que las aguas ya han comenzado a aclararse, y que muy pronto la trama de todo esto podría llegar a conocerse en su totalidad; imagino por adelantado que muchos militares de alto rango, así como banqueros, políticos, periodistas e incluso un expresidente podrían estar sufriendo de verdadera crisis nerviosa, pues de un momento a otro sus nombres podrían ser mencionados en más de una corte de los Estados Unidos.

En resumidas cuentas, el servicio de inteligencia del Estado en los gobiernos de Porfirio Lobo y Juan Hernández no han servido más que para encubrir actividades ilícitas favoreciendo a familiares de estos políticos.

Sin embargo, el servicio de inteligencia de los Estados Unidos parece que, si es efectivo, pues Fabio Lobo y Tony Hernández ya han sido capturados y puestos a la orden de la justicia norteamericana.

Ahora solo nos queda por esperar para ver quién será el primer presidente o expresidente que capture Estados Unidos por el delito de narcotráfico de la cocaína del hermano.