La caída de la dictadura está cerca ¿habrá comisión de la verdad?

Por: Oscar Miguel Marroquín

Los acontecimientos parecen acelerarse, Tony Hernández será juzgado más temprano de lo esperado en Nueva York, esa precipitación no es producto de un exabrupto judicial. Creo de manera muy particular que, detrás de ese inesperado adelanto existe o más bien existen poderosos motivos que han obligado a poner el pie en el acelerador. El pragmatismo en los Estados Unidos tiene un arraigo antropológico muy profundo, en este país el tiempo es realmente oro, todo está cifrado en el ahorro y la ganancia, las cortes judiciales no escapan a ese pragmatismo.

La información es valiosa en toda acción judicial, los norteamericanos juegan muy bien con este elemento, es decir, en casos como el de Tony Hernández en el cual se dice que es un narcotraficante a gran escala, generalmente se anuncian penas máximas a los acusados: pena de muerte, cadena perpetua y otras, aparejado a esto, se le promete al acusado beneficios como por ejemplo una drástica rebaja en la pena si este proporciona información confiable que, pueda dar con el paradero de otros involucrados.

Según datos proporcionados a la prensa por parte de la Administración para el Control de Drogas (DEA) Tony Hernández ha estado comprometido directamente con la introducción de droga a territorio norteamericano desde el año 2004, esto hace suponer que hay muchas personas involucradas, suposición que, además, lleva a pensar que los involucrados son gente con cargos importantes dentro del gobierno. Además, toda esta suposición tiene un alcance mayor, nadie en su sano juicio podría creer, por ejemplo, que Tony Hernández traficaba a gran escala sin que los presidentes lo ignoraran.

Bueno dejo hasta aquí el tema de Tony Hernández y, pasemos a otro igual o peor:  LA CORRUPCIÓN.

En múltiples ocasiones he afirmado que la creación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) fue creada por el reclamo social, es decir, poco a poco la sociedad fue conociendo diversos casos de corrupción, principalmente en el gobierno de Juan Orlando Hernández, casos por demás decirlo millonarios y que han involucrado a funcionarios públicos, banqueros, líderes religiosos, periodistas, militares, grandes empresarios y otros.

A medida que las investigaciones han avanzado, se ha llegado a conocer que, en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, hay también, mucha tela que cortar en el tema de la corrupción y, además en lo que respecta a la narcoactividad.

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Un tercer elemento para tomar muy en cuenta para abrir en un futuro cercano una comisión de la verdad, es que, durante los periodos presidenciales de Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández, los índices de ciudadanos asesinados básicamente se dispararon, no por gusto Honduras llego a ser calificado como uno de los países más violentos del mundo.

¿Pero que ocasionó que estos índices se dispararan?

En Honduras existen básicamente dos ejércitos el que pertenece al Estado y, un segundo ejercito privado que es controlado por militares en condición de retiro y otros que aun forman parte de las filas del ejército nacional, me refiero a las diversas compañías de seguridad que prestan sus servicios a la banca, empresas comerciales y de producción, esta modalidad ha sido puesta en práctica en otros países de América Latina, como por ejemplo El Salvador, Colombia, México y otros. Pongo a disposición de los lectores una dirección electrónica sobre las compañías de seguridad en El Salvador y sus consecuencias: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Agencias-privadas-de-seguridad-sin-control-de-la-PNC-20171029-0081.html

En realidad, estas compañías nunca han sido de seguridad, más bien, han sido de inseguridad, en muchos casos para los propios empresarios, ya que incontables asaltos y crímenes han sido planificados contra las empresas por los mismos dueños de estas compañías de seguridad, para obligarlos de alguna manera a contratar servicios de seguridad privada.

De forma clandestina estas mismas compañías se han dedicado a la limpieza social, es decir muchas compañías de seguridad han permitido que sus elementos participen en acciones similares a las de los escuadrones de la muerte, todo con el propósito de sembrar terror en pequeños, medianos y grandes empresarios: https://es.insightcrime.org/noticias/analisis/las-empresas-privadas-de-seguridad-son-una-necesidad-desafortunada-en-centroamerica/

Ahora bien, Honduras ha sido calificada como un territorio donde hay mucho irrespeto a los derechos Humanos; posterior al golpe de Estado del 2009, muchos ciudadanos hondureños fueron asesinados a manos del ejército y de la policía, otros fueron torturados, golpeados y en algunos casos desaparecidos. Todas estas acciones tuvieron connotación política.

Los hechos acaecidos posterior a las elecciones de noviembre del 2017, generaron una enorme crisis social en todo el país, de igual manera la represión militar y policial dejó una estela de asesinatos, asesinatos que por supuesto hasta la fecha no han sido esclarecidos por el gobierno.

Finalmente, los médicos y maestros han llevado a cabo durante los últimos tres meses fuertes acciones de protesta en todo el país, con el objetivo de evitar la privatización de la salud y la educación, de nuevo la represión y violación a los Derechos Humanos no se ha hecho esperar, otra cantidad de muertos ha pasado a engrosar la lista de personas asesinadas directamente por la policía o el ejército.

No quiero dejar pasar la oportunidad para señalar que, cientos de personas han sido asesinadas por oponerse a la destrucción de los recursos naturales, otros por exigir tierra para sembrar, en fin la lista de los asesinados es inmensa: https://www.icc-cpi.int/iccdocs/otp/SAS-HON-Article_5_Report-Oct2015-SPA.PDF

Todo lo anteriormente señalado, hace suponer que los responsables de estos delitos no pueden quedar en la impunidad, a no ser que, amañadas negociaciones políticas se opongan para que los criminales no sean sentados en el banquillo de los acusados.

Si existe una dictadura es lógico pensar que cuando esta caiga se forme una comisión de la verdad vinculante, que permita esclarecer y castigar tanta atrocidad.