La autodefensa ciudadana

La autodefensa ciudadana positiva ante la necrofilia de las élites

Por: Irma Becerra*

En Honduras nos enfrentamos todos los días a masacres, asesinatos y a la violación de los derechos humanos, o sea, a la muerte violenta, a la destrucción del ambiente natural y social y a una constante negatividad de las emociones, los sentimientos y los pensamientos. Ello no es casual. Se debe y obedece principalmente a la estrategia imperialista gringa y de la dictadura de los narcopolíticos y las corruptas élites que nos gobiernan, con la finalidad precisa de intimidarnos, desmoralizarnos y desmotivarnos, quitándonos la alegría, la energía y la fuerza con la avalancha y el bombardeo diario de mensajes necrofílicos de adoración y culto a la muerte y a la oscuridad.

Toda la estructura y la infraestructura mediática de la sociedad está por eso organizada de tal modo que las iniciativas emprendedoras de la gente decente sucumban al pretender con ello desalentarnos y desanimarnos, quitándonos la esperanza y la fe para que seamos sumisos a la narcopolítica, consumamos droga e intentemos alejarnos de la realidad rindiéndonos a la desesperación y la autodestrucción individual y personal. Por eso amenazan nuestra mente y nuestra psiquis, llenándonos de mensajes mediáticos de bajeza, narcocorridos, narconovelas, sueños de sicarios e ideales de asesinos y criminales que poseen grandes riquezas, volviéndolos falsos ejemplos para la niñez y la juventud, a los que se mantiene desinformados y saturados de noticias de destrucción y muerte. De ese modo, se intenta obligar a las nuevas generaciones a aceptar los antivalores y a carecer de principios éticos como si ésta condición existencial y vital fuera correcta y también razonable y útil para el desarrollo de la sociedad y de la Humanidad misma. Se les enseña que la vida no vale nada por lo que “como de todas formas nos vamos a morir”, que sea, entonces, gozando de privilegios y riquezas adquiridas por medio de la violencia criminal y la impunidad. Se persigue, por tanto, el fin oscuro y vil de que los ciudadanos sensibles y decentes sean ridiculizados por su sentido de responsabilidad ante la vida, y que cedan ante el bombardeo incesante de ausencia de valores positivos constructivos y falta de propuestas alternativas al capitalismo neoliberal depredador que desecha sin escrúpulos a los seres humanos.

En este sentido, hacemos, por ello, un llamado urgente a la autodefensa moral y política ciudadana positiva de la resistencia civil y de los miembros adultos responsables de ésta sociedad hondureña para que formemos un gran frente común ante todo el abuso de poder y para proteger nuestra mente de la agresión permanente externa que propagan élites degeneradas por el vicio, la impunidad y la criminalidad organizada. Los intelectuales serios de Honduras deben unirse en un único afán creador por desarrollar cultura contundente de defensa de la vida que haga frente de manera firme y absoluta a la poesía oscura, a la novela negra, el cine de terror, la pintura oscura, la música vulgar, al ensayo contra la ilustración que sólo pretenden vender regodeándose con una enferma fascinación por los sentimientos ocultos, oscuros y negativos porque éstos son agresivos y generan más violencia, suicidio y muerte con lo que legitiman una falsa viabilidad de sus pseudocreaciones. Ante esto, debemos sabotear intencionalmente éstas pseudoproducciones y pseudocreaciones que no iluminan y que matan vilmente y de manera perversa la luz y la alegría de los seres humanos. Sólo los mediocres se ufanan de “creaciones” fáciles carentes de luz, porque no les cuestan esfuerzos genuinos por producirlos.

Ha llegado el momento de rebelarnos con entereza y convicción moral ante la agresión antisocial de una pseudocultura que no dignifica a la persona humana y que es el principal bastión de degeneración como desmotivación y desvalorización de lo hondureño para perpetuar las dictaduras familiaristas y clientelares, así como el autoritarismo y el autocratismo destructivos en el país. El narcotráfico y los narcopolíticos a su servicio, necesitan gente desalentada, deprimida y triste, que consuma su terrible y destructivo “producto”, arrastrando con ello a la gente al abismo negro del suicidio y la destrucción. Ante esas fuerzas irracionales que pretenden debilitar para siempre a la sociedad quitándole su alegría de vivir, su felicidad y su bienestar, trabajemos asiduamente por crear determinaciones de fortalecimiento de la función social a través de formas culturales positivas, una sociología y una filosofía positivas, de transformación y cambio social activo y participativo de las poblaciones. Porque no somos nosotros los perdedores, sino que el futuro pertenece de forma imperecedera e invencible al pueblo que sabe autodefenderse y resistir.

*Irma Becerra es Licenciada en Filosofía por la Universidad Humboldt de Berlín y Doctora en Filosofía por la Westfälische Wilhelms Universität de Münster, Alemania. Es escritora, catedrática universitaria y conferencista. Ha escrito numerosos libros y ensayos sobre temas de política, filosofía y sociología.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

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Un comentario

  1. ESTAMOS ACORRALADOS EN UN CALLEJON SIN SALIDA Y ESOS INTELECTUALES SOLO PARA ESCRIBIR BABOSADAS SIRVEN. CUANDO LA VIDA ES UN MARTIRIO, EL SUICIDIO ES UN DEBER, PERO NI PARA ESO TENEMOS VALOR.