La alianza legitimará el fraude electoral

Por: Oscar Marroquín

En la década de los años 80s en El Salvador los cinco grupos guerrilleros que formaban el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN intentaron contener varios comicios electorales con sabotaje al sistema del tendido eléctrico, toma de carreteras, ataques a puestos militares, ataque armado al transporte público y, además llamados a la población para que no asistiera a las urnas electorales.

Cada uno de los cinco grupos (FPL, ERP, PC-FAL, PRTC Y RN) contaban también con poderosos movimientos de masas que llevaban a cabo acciones en la Universidad de El salvador, fabricas, propiedades agrícolas y en sindicatos dentro del Estado y de la empresa privada.

Con toda esta fuerza político-militar, los guerrilleros no fueron capaces de evitar los comicios electorales, el gobierno con ayuda de la las Fuerzas Armadas no suspendió el calendario establecido. En 1984 fue electo presidente el demócrata cristiano José Napoleón Duarte, huelga decir que hubo primera y segunda vuelta.

Quizá los tres anteriores párrafos basten para hacerle ver a quienes dirigen la Alianza de Oposición contra la Dictadura que los comicios del 26 de noviembre (FRAUDE ELECTORAL) ya es indetenible, pues nadie en su sano juicio creería que en Honduras existe capacidad organizativa de la oposición para frenar unos comicios electorales nada transparentes y, además ilegales.

Desde mi particular punto de vista, creo sin lugar a equivocarme, que las amenazas de sacar a la gente a las calles para exigir reformas electorales, es una actitud poco seria e irresponsable, dado que, si alguna vez se tuvo la capacidad de manifestarse en las calles, tuvo que haber sido cuando la Corte Suprema de Justicia violentó la Carta Magna para avalar que Juan Orlando Hernández pudiera convertirse nuevamente en candidato a la presidencia.

Ahora me parece demasiado tarde.

Tengo la impresión que quienes se hacen llamar oposición no conocen la verdadera definición de ese concepto y, además creo que tampoco tienen un verdadero interés por cambiar el destino de Honduras, que para todos es ya sabido está gobernado por una pandilla de criminales y corruptos que mantienen al pueblo de rodillas.

En conclusión, el 26 de noviembre veremos a la Alianza de Oposición contra la Dictadura con la cola entre las patas y, no necesariamente intentando boicotear los comicios electorales, sino participando de los mismos, participación que desde luego legitimará el FRAUDE ELECTORAL.

Una vez más, la corrupción e impunidad habrán triunfado, una vez más el pueblo habrá sufrido una nueva derrota y, una vez más la oligarquía tendrá un gobierno justo a la medida que le permita continuar con el modelo neo-liberal.