Hacia un liberalismo progresista y solidario

La acción humana en la economía

Por: Filiberto Guevara Juárez

La humanidad ha tenido dos grandes teóricos que han abordado el tema de la acción humana sobre la economía. Estos fueron: Ludwig Von Mises, y Murray Rothbard. Este segundo, logró sistematizar y clarificar aún más lo expuesto por Mises al respecto. Rothbard en su obra: Hombre, Economía y Estado. Al referirse a los fundamentos de la acción humana nos dice que, “toda acción humana tiene por objeto lograr condiciones en un momento en el futuro más satisfactorias para el actor de lo que habría sido sin la intervención de la acción”. Así pues, toda acción el ser humano la hace con un propósito. ¿Para qué? Para lograr un fin deseado. Pero para llevar a cabo esto, necesita medios, dentro de los cuales es imprescindible el tiempo, como el recurso más valioso y escaso.

En economía todos los medios son escasos, y por lo tanto, limitados; en cambio, los fines o deseos humanos son de carácter ilimitado. De esto, no debe caber la menor duda.

Así pues, toda acción humana se lleva a cabo dentro del marco del tiempo. Ahora bien, cuando el ser humano actúa movido por un interés, deseo o propósito; hace uso racional de su tiempo, de su libertad y libre albedrío, y con ello toma una decisión. Pero dentro de las posibilidades plausibles podría estar la decisión de no moverse en una u otra dirección; sino quedarse quieto en una contemplación de la que en un momento dado valora como más importante. Por ejemplo, quedarse quieto físicamente pensando, leer un buen libro, o quedarse viendo un programa instructivo de televisión. Puede ser, que esto le sea más beneficioso que optar por un activismo con despropósito que le complique más su situación.

En economía, algunas veces el ser humano queriendo mejorar su situación económica; contrariamente se la complica. Pero como bien nos dice Rothbard, “todos los seres humanos actúan en virtud de su existencia y naturaleza como seres humanos.

No podemos concebir seres humanos que no actúen con propósito, que no tienen fines en mente que ellos desean y tratan de alcanzar. Las cosas que no actúan, que no se comporta con propósito, ya no se clasifican como humanas”. Agregando además que, “esta verdad fundamental – este axioma de la acción humana- es la clave de nuestro estudio.

El campo completo de la praxeología y su rama mejor desarrollada, la Economía, se basa en el análisis de las implicaciones lógicas necesarias de este concepto. El hecho de que los hombres actúen en virtud de ser humano es indiscutible e incontrovertible. Suponer lo contrario sería un absurdo…”. En su obra Rothbard, logra dilucidar muy bien que, “La primera verdad a ser descubierta sobre la acción humana es que puede ser llevada a cabo sólo por “actores” individuales. Sólo los individuos tienen fines y pueden actuar para alcanzarlos. No hay tal cosa como fines o acciones de “grupos,” “colectivos” o “Estados,” que no se llevan a cabo como acciones de distintos individuos específicos.

Las “sociedades” o “grupos” no tienen existencia independiente aparte de las acciones de sus miembros individuales. Así, decir que los “gobiernos” actúan es simplemente una metáfora; en realidad, ciertos individuos están en cierta relación con otros individuos y actúan de una forma que ellos y los otros individuos reconocen como “gubernamental.”

La metáfora no debe tomarse como decir que la institución colectiva en sí tiene realidad alguna aparte de los actos de los distintos individuos. Del mismo modo, un individuo puede hacer un contrato para actuar como agente en representación de otra persona o en nombre de su familia. Aún así, sólo los individuos pueden desear y actuar. La existencia de una institución como el gobierno adquiere sentido sólo por poder de influenciar las acciones de los individuos que son y los que no son considerados como miembros.”.

De todo lo anteriormente expresado, se puede deducir que, cuando los gobernantes y su grupo que lo rodea, intervienen en los asuntos económicos de los individuos que conforman toda una nación; al querer suplantar la voluntad individual de millones de personas; en vez de ayudarles; contrariamente producen un efecto adverso para dichas personas. Esto es una verdad incuestionable en la economía abierta de libre mercado.

San Pedro Sula, 28 de diciembre, de 2022.

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