Por: Redaccion CRITERIO.HN
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Tegucigalpa, Honduras. El abogado Julio Arbizú, ex procurador de la fenecida Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), confirmó este viernes -en el programa Directo al Grano producido por Radio Progreso y conducido por el periodista José Peraza- que la renuncia suya y la del exjefe de la Maccih Juan Jiménez Mayor obedeció al pacto existente entre el presidente hondureño Juan Orlando Hernández y el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Además, dijo que recibieron presiones de grupos en Honduras para no investigar los casos que denunció Berta Cáceres antes de ser asesinada. Además, reveló que fueron presionados para no nombrar a Luis Javier Santos como titular de la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC) del Ministerio Público.
Aribizú dijo que existe un pacto entre Juan Orlando Hernández y el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, es decir, “no nos quedó ninguna duda después de que una comisión del gobierno se entrevista con el señor Luis Almagro para pedirle que revise las atribuciones y lo que estaba haciendo la Misión, que acababa de anunciar varios casos de corrupción”.
El abogado Arbizú añade que, tras esa reunión entre la comitiva del gobierno de Honduras y Luis Almagro en Washington, salió una carta del Secretario General de la OEA dirigida al presidente de la Maccih, Juan Jiménez Mayor, diciéndole que había un exceso en las atribuciones de la Maccih. A eso se sumó que Almagro sí recibió a la comitiva del gobierno, pero nunca quiso recibir a Jiménez Mayor, que intentó hacer algunos acercamientos.
“Para nosotros eso era clarísimo de que esa era el fin de la Misión y que no había más apoyo desde la OEA”, cuenta Arbizú y añade que “existía una tensión muy importante relacionada con la autonomía de la Maccih sobre todo de las atribuciones fijadas en el convenio y de una autonomía presupuestal, ya que nunca tuvimos real capacidad para contratar personal. Todas las decisiones se tomaban en Washington. Nos enviaron a personas que no tenían ni idea de lo que se estaba haciendo”, cuenta Aribizú.
El abogado peruano recordó que Honduras acababa de salir de un periodo por las marchas de las antorchas los días viernes. Por eso se convocó a Naciones Unidas y es ahí que se fraguó un pacto entre Honduras y la Organización de Estados Americanos (OEA) pactó que viniera una Misión.
“En la cabeza querían un bálsamo para apagar las antorchas, no se dieron cuenta de que esa misión tenía gente con trayectoria de nunca quedarse callada. Lo principal era apagar las manifestaciones que pusieron en jaque al Gobierno por el desfalco del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Ihss). A la OEA le interesaba conseguir recursos financieros. Recordemos que la Maccih se financiaba con recursos de la cooperación internacional y de EE. UU. misma. La OEA estaba atravesando una crisis financiera importante. Las decisiones del dinero para el funcionamiento de la Misión se tomaron en Washington y ahí se contrató a un sujeto que fue amigo del señor Almagro para que hiciera consultorías de las que no tenía ninguna idea”, confesó el jurista Arbizú.
Reveló que después de que vieran la “penosa reelección de Luis Almagro y de que vimos el voto hondureño a favor, no me cabe duda de que también fue uno de los términos en ese acuerdo”.
“En el caso de Berta Cáceres se nos hizo llegar la incomodidad de algunos sectores por investigar o comenzar a indagar y promover los casos de corrupción que Berta Cáceres había denunciado antes de que fuera asesinada. Sabían ellos que la idea de la Misión era investigar la conexión de esos casos que ella denunciaba y su relación con su asesinato. Tenían miedo de que pudiéramos investigar ese asesinato que conmocionó a Honduras”, sostiene el abogado.
Agrega que también el gobierno muchas veces les hizo llegar desacuerdos, por ejemplo, cuando escogieron al abogado Luis Javier Santos como director de la UFECIC recibieron hasta tres llamadas para que no lo nombraran, eso a pesar de que había ganado el concurso público y tenía el mejor perfil.
Aribizú, que se encuentra en Perú, concluyó lamentando las últimas malas noticias que le han llegado desde Honduras: “uno de los casos impulsados por UFECIC, el caso Pandora, nos vimos con la sorpresa de que los principales imputados fueron sobreseídos. Me resulta increíble. Era un caso que tenía todo para ganarse. Y luego las noticias sobre la pandemia y la manera en la que el gobierno afronta la pandemia”.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
No se porq hay gente que lkegan al incendio con extinguidores cuando ya solo quedan cenizas,es ridiculo y cobarde que abran la boca cuando ya nadie los necesita…son cobardes