Tegucigalpa. –Pasó de querer llegar a la presidencia de la república a ser nombrado ministro de Salud, un puesto muy sensible y emblemático y al que llegó entre lo dulce y lo amargo, por reflejar su austeridad y por no meditar sus expresiones.
José Manuel Matheu Amaya, nació en Comayagüela, un 10 de noviembre de 1960. Su educación primaria la cursó en la Escuela de Aplicación República Oriental de Uruguay. En 1977, se graduó de bachiller en Ciencias y Letras en el emblemático Instituto Central Vicente Cáceres.
Para 1986, logra graduarse en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) de doctor en medicina y cirugía. En 1991 obtiene un postgrado de especialista en medicina de rehabilitación en el Instituto Nacional de Pediatría de México.
Continuando con sus estudios superiores, en 2002, en la Universidad Católica de Honduras logra un diplomado en gestión y administración de recursos humanos y en 2019 otro diplomado en fármaco-economía.
Tiene 58 cursos recibidos concernientes a sus conocimientos en medicina y 21 en otras ramas sociales. Además, ha publicado tres trabajos científicos en temas de aborto y pediátricos. También es un reconocido conferencista.
En 1982 a 1984, fungió como presidente de la Carrera de Medicina y de 1985 a 1986 presidente de la Asociación de Médicos en Servicio Social. De 1986 hasta 1991 fungió como catedrático universitario al tiempo que laboró como médico general en el hospital Leonardo Martínez, en la ciudad de San Pedro Sula.
Posteriormente, de 1991 a 1998, pasó a ser médico especialista en rehabilitación en el hospital San Felipe, en Tegucigalpa, retornando en 2002 hasta enero de 2022 cuando es nombrado por la presidenta de Honduras, titular de la Secretaría de Salud.
Durante el periodo de 1991 a 2002 también figuró en otros cargos como, jefe del servicio de medicina y rehabilitación del hospital San Felipe, representante de Honduras en la 53 Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra.
De 1998 a 2002, durante el gobierno del expresidente Carlos Flores Facussé fungió como viceministro de salud desempeñándose en política sectorial y desarrollo institucional de la Secretaría de Salud. Este cargo lo obtuvo gracias a que Flores Facussé era su paciente en 1997, cuando fungía como presidente del Congreso Nacional, fomentando desde aquel entonces una amistad que aún mantiene.
Para febrero de 2021, fue hospitalizado de emergencia luego de contagiarse de la COVID-19. Estuvo interno durante ocho días y asegura que fue gracias a un milagro que no falleció.
En mayo de 2021, se conoció su aspiración política de querer ser candidato presidencial bajo una candidatura independiente, sin embargo, tuvo ofertas del Partido Liberal y del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD) para ser candidato a diputado, pero terminó aceptando una diputación por el Partido Salvador de Honduras (PSH).
Tras las elecciones generales del 28 de noviembre logró obtener 95,749 votos siendo el tercer diputado más votado del PSH por el departamento de Francisco Morazán, cargo del que saltó hacia el Poder Ejecutivo para acompañar a la presidenta Xiomara Castro desde la Secretaría de Salud.
LA AMISTAD DE LOS HIJOS DE LA EXMINISTRA Y EL NUEVO MINISTRO
El nombramiento de Matheu en el cargo ha generado rechazo en las bases del Partido Libertad y Refundación (Libre) luego de afirmar en medios de comunicación que no realizará contrataciones de dedo como en el pasado, por el contrario, será con base a experiencia y capacidad financiera de la secretaría a su cargo.
Otras de las declaraciones que provocaron el malestar de la población fue cuando dejó entrever que, por sus lazos de amistad, no denunciaría los actos de corrupción cometidos por la exministra de Salud, Alba Consuelo Flores.
“No voy a juzgar y quiero que eso quede así de claro. Yo no estoy juzgando a doña Alba Consuelo, no sería caballero, además ella es la mamá de uno de los mejores amigos de mi hijo, compañeritos de toda su vida, yo no voy a manchar esa relación. Ella fue la ministra, ya pasó, le doy vuelta a la página, lo que sucedió ya sucedió, ahora me toca a mí que sigue de aquí para adelante”, dijo Matheu dejando establecido que para él lo más importante es preservar una relación de amistad que los intereses del país y el combate de la corrupción.
Aunque en la misma disertación mediática, dijo que buscaría el apoyo del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) para que se investigue todos los hechos irregulares que se han registrado en la secretaría de Salud. La semana pasada Matheu firmó un convenio con el CNA en ese sentido.
La administración de Flores está revestida de un rosario de actos de corrupción desde la contratación de familiares, compra de equipos, insumos y medicamentos a precios sobrevalorados hasta la solicitud en la compra de siete hospitales móviles que se convirtieron en una estafa.
Matheu reveló además que existe contratación de personal que no figura en primera línea de atención a la pandemia de la COVID-19. En la secretaría de Salud se descubrió salarios exorbitantes, superiores a los del ministro, pago de planillas de personas que no laboran en el ente.
Se encontró, además, que más de tres mil 300 millones de lempiras fueron transferidos sin que se conozco su paradero y más de 12 millones se gastaron en una partida de ceremonias y protocolos.
La promesa del nuevo ministro es cambiar la realidad del deplorable sistema sanitario del país que, según el Centro de Estudios para la Democracia cuenta con apenas 9.3 médicos por cada 100 mil habitantes cuando el promedio, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe ser de 23 y se cuenta con aproximadamente 7,000 camas disponibles lo que representa apenas 9.5 camas por cada diez mil habitantes.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
2 respuestas
LA AMISTAD DE LOS HIJOS DE LA EXMINISTRA Y EL NUEVO MINISTRO
Este es un argumento válido para despedir ese liberal colado en las filas del PSH .
Honduras tiene suficientes recursos financieros. El Sector público, en especial el Gobierno Central, dispone de ellos. Lo que tiene el país es un típico problema económico de ASIGNACIÓN DE RECURSOS. Invertir más en SALUD y educación. Por decir elevar en 20% el presupuesto del Sector Salud en 2022. Disminuir el gasto improductivo de defensa, donaciones fiscales, aumentar el impuesto a las herencias.
Más gasto inversión en Capital Humano, menos en derroche!