Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- Aldo Santos, exfiscal del Ministerio Público, mencionó hoy que la sentencia de Tony Hernández envía un mensaje de inoperancia de nuestra institucionalidad, porque no es agradable que un sistema de justicia, distinto al de Honduras, tuvo que actuar por hechos que se cometieron en el país
“Tal y como lo dijo el juez que condenó a Tony Hernández que efectivamente sus actividades dañaron en gran forma la salud y la juventud de la población de los Estados Unidos”. Además, el abogado Santos mencionó, que los estadounidenses son agraviados de estos delitos cometidos por Tony Hernández.
De la misma manera, mencionó que toda la institucionalidad debe reflexionar, porque Tony operó libremente en Honduras traficando drogas hacia Estados Unidos y que nuestra institucionalidad no realizó ninguna captura, detención o persecución; y que no están cumpliendo con las actividades que les corresponde.
Tony Hernández, hermano del actual presidente de Honduras Juan Hernández, fue sentenciado el 30 de marzo, por la Corte del Distrito Sur de Nueva York a cadena perpetua más 30 años de prisión, por los delitos de traficar 185,000 kilogramos de cocaína a Estados Unidos, portación ilegal de armas y hacer falsas declaraciones.
La Administración de Control de Drogas (DEA), publicó el 30 de marzo un informe que detalla como operó Tony Hernández para introducir drogas en Estados Unidos. Según el informe Hernández sobornó a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para proteger los envíos de drogas, organizó una seguridad fuertemente armada para los envíos de cocaína y negoció grandes sobornos de los principales narcotraficantes a poderosas figuras políticas, incluidos los presidentes anteriores y actuales de Honduras.
Además, detalla que Tony Hernández fue cómplice de al menos dos asesinatos relacionados con el tráfico de drogas.
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Por otro lado, en Honduras el Ministerio Público nunca se le presentó ningún tipo de cargo o investigación en su contra. Tampoco recibió ni una esquela de tránsito en el transcurso de tiempo que vivió en Honduras, demostrando que la justicia hondureña ha fracasado y la institucionalidad hondureña está en disposición del crimen organizado.
Sobre el tema, el primer fiscal general de Honduras, Edmundo Orellana, manifestó recientemente que es una vergüenza que la justicia hondureña se haya tenido que trasladar hacia Nueva York y que es penoso que otro país venga aplicar la ley que le corresponde al sistema de justicia hondureño.
