Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- Los cadáveres de dos líderes de la comunidad garífuna del municipio de Triunfo de la Cruz, asesinados el 8 de octubre de 1996, fueron exhumados este viernes después de que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos presionara al Estado de Honduras para cumplir con un fallo que los responsabiliza por la muerte de estos dirigentes.
El Estado de Honduras se vio obligado a realizar acciones de exhumación que se llevaron a cabo a través de la Fiscalía Especial Etnias y Patrimonio Cultural en conjunto con la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y Medicina Forense.
Los cadáveres exhumados corresponden a Oscar Bregal Martínez y Jesús Álvarez, a favor de quienes la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-DH) emitió un fallo el 8 de octubre de 2015, donde declaró “la responsabilidad internacional del Estado de Honduras por la violación al derecho a la propiedad colectiva en perjuicio de la Comunidad Garífuna Triunfo de la Cruz y sus miembros”.
La sentencia también establece que el Estado ha “incumplido su obligación de delimitar y demarcar las tierras tituladas a favor de la Comunidad, así como por no haber titulado, delimitado y demarcado los territorios que fueron reconocidos como sus tierras tradicionales”.
El Ministerio Público informó que fue a raíz de esta sentencia internacional que la Fiscalía de Etnias se interesó de oficio por la investigación y conocer los detalles del caso, tomando en cuenta que sucedió hace 24 años.
“Por lo que esta diligencia es crucial para investigar el crimen y dar cumplimiento a la sentencia dictada por la CIDH”, indicó el Ministerio Público.
Esta exhumación se da meses después de que cinco miembros de la comunidad Garífuna del Triunfo de la Cruz fueran raptados por sujetos vestidos como agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI). El Estado aún no rinde cuenta de esto.
Un comentario
Qué pena, es la de nunca acabar con un Estado de Honduras condenado a costosas indemnizaciones por la pésima administración que lo ha encabezado, por la intolerancia que los lleva a la violación de los derechos humanos.