Tegucigalpa, Honduras. – La migración continúa siendo una válvula de escape y la búsqueda de mejores conficiones de vida, no sólo para las personas adultas sino para la niñez hondureña.
Sally Valladares, especialista en el tema migratorio, señaló en entrevista con Criterio.hn que las principales causas de migración se relacionan con la desigualdad social, la pobreza y la violencia.
Señaló que desde 2014 hasta la fecha, el flujo migratorio protagonizado por la niñez hondureña está en aumento. “No nos hemos percatado que en Honduras estamos en una crisis migratoria permanente”.
De acuerdo con la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), en Honduras siete de cada diez niños y niñas están pensando salir del país en el futuro próximo.
Para Edgardo Molina, coordinador de Proyecto Binacional de Migración de la Red Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (COIPRODEN), “el contexto hondureño, que es sumamente cambiante, presenta condiciones adversas para los niños y las niñas”, que se traduce en una multicausalidad para la migración.
Entre esas condiciones, esta la deserción escolar, que de acuerdo con cifras del Coiproden, al menos 1,200,000 niños y niñas están fuera del sistema educativo nacional. De acuerdo con Molina, estos son los primeros en tener intenciones de salir. “el sistema educativo está fallando incluso con los que están matriculado, señaló Molina”.
MIGRACIÓN VISTA COMO ALTERNATIVA
Alejandro Andrade, es un joven de 17 años, que radica en Estados Unidos, una mañana de noviembre de 2020 salió de su casa ubicada en una de las zonas catalogada como “peligrosa” en Tegucigalpa, capital de Honduras, con la única esperanza de trabajar y ayudar a su mamá y sus hermanos.
A sus cortos 14 años trabajaba como un ayudante de albañilería, pero sus ingresos no eran suficientes, además tuvo que abandonar el colegio para dedicar todo su tiempo a la generación de ingresos.
“Me vine de Honduras en una caravana, venía solo porque quería trabajar duro para ayudar a mi mamá”, relató el joven.
Casos como el de Alejandro se da con mucha frecuencia, esto de acuerdo con Sally valladares porque “los niños están viendo la migración como una alternativa para la búsqueda de soluciones, ya no es solamente por el hecho de reunificación familiar”.
CIFRAS DE MIGRACIÓN INFANTIL
El panorama de migración en el país centroamericano se debe una multicausalidad que requiere la atención urgente de la institucionalidad del Estado.
Desde 2014 hasta el 6 de diciembre de 2023, el Instituto Nacional de Migración (INM), se registran 118,905 niños y niñas que han sido retornados al país centroamericano, principalmente de Estados Unidos, México y Guatemala. De los cuales 49,689 son niñas y 104,899 son niños retornados.
En palabras de Edgardo Molina, con estas cifras “Honduras está siendo vista como un país expulsor de la niñez”.
Para el caso, del 1 de enero al 6 de diciembre de 2023, se reportan 14,148 menores de edad, que corresponde a 5,728 niñas y 8,420 niños.
Molina, también detalló que Estados Unidos reportó la detención de más de 21,000 menores de edad detenidos en la frontera, sólo en 2023. Al hacer una triangulación de datos con relación a los retornados al país, en promedio no se conoce el paradero de 6,852 niños.
Ante esto cuestionó, “dónde están los niños, no lo sabemos”. Además, Edgardo Molina, señaló que al menos unos 700 niños y niñas están desaparecidos. “Hay 700 familias de luto en honduras porque han perdido a uno de sus hijos que lamentablemente tomaron la decisión de salir del país.
“hay situaciones socioeconómicas que están vulnerado los derechos de las niñas y de los niños en Honduras”, refirió el coordinador de Proyecto Binacional de Migración de Coiproden.
Las organizaciones defensoras de los derechos de la niñez hondureña señalan que otro de los factores que obliga a niños y niñas a huir del país son los contextos de violencia generalizada a la se enfrentan, una situación que los lleva a solicitar protección en otros países.
Para el caso, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), de enero a octubre de 2023, 34,840 niñas y niños hondureños solicitaron protección especial en México.
