Honduras: Coyuntura Electoral 2025 (parte III)

Por: Engels López

En el período del 30 de junio al 6 de julio la coyuntura electoral giro alrededor de los siguientes acontecimientos: i), el caso SEDESOl y las implicaciones para los partidos políticos, ii) cancelación del evento de Salvador Nasrralla en la UNAH y, iii) problemas en la inscripción de candidaturas independientes. Lo anterior acontece en un marco de país con una significativa escalada de tensiones entre los partidos políticos por el caso SEDESOL, lo cual va deslumbrando un patrón político general: si dicho caso no se resuelve satisfactoriamente, es decir, que no quede en impunidad, marcará en gran medida el desarrollo y desenlace de las elecciones generales.

Lo anterior es crítico en un país donde los partidos políticos en campañas electorales se dedican a confrontar y en menor medida a debatir con rigurosidad científica y política sobre el camino a seguir una vez lleguen al Gobierno.

El caso de SEDESOL, según investigaciones de medios de comunicación en los últimos 4 años diputados del Congreso Nacional (CN) han colocado 3,800 millones de lempiras en diferentes instituciones públicas para usar esos recursos al margen de procesos de transparencia y rendición de cuentas. Sobre lo anterior la coyuntura indica lo siguiente. Primero, la metamorfosis de las redes de corrupción.

 Existe un nuevo modelo de extrahección (con violencia) de recursos públicos para fines electorales y acumulación individuad de capital, bajo una serie de mecanismos institucionales que legalizan la corrupción, corrompen lo politico y fechitizan el poder. Esto ha sido visible desde la salida de la MACCIH. Segundo, el bipartidismo blanquea su corrupción histórica y refuerza un renovado discurso populista de derecha.

El nuevo derrotero del discurso es LIBRE, ante implicaciones de diputados y funcionarios en supuestos actos de malversación de fondos, ha conllevado a que la derecha termine de confeccionar una narrativa conservadora que viene construyendo hace 3 años. Tercero, el sistema de justicia esta siendo el gran ausente del debate, poniendo en riesgo la estabilidad institucional de la frágil democracia hondureña y propiciando una escalada mayor de polarización política en diversos frentes en una coyuntura electoral.

En ese sentido el debate ha girado de manera exclusiva en discusiones legales y de tipo institucionales, que poco dicen sobre las dinámicas políticas e ideológicas del clientelismo politico hondureño, propio de democracias liberales débiles y precarias, como bien ha sido expuesto por distintos politólogos como Noberto Bobbio, Adam Przeworski y desde el feminismo por Ericka Tucker.      ¿Qué determina las dinámicas políticas e ideológicas del clientelismo en Honduras? Por un lado, la falta de planificación estratégica del desarrollo económico y social.

Lo anterior ha conllevado a la ausencia de estrategias claras para reducir los índices de pobreza y las brechas de desigualdad en la población a través de políticas sociales afirmativas. Es interesante como en Honduras los partidos políticos, a través del control que ejercen desde el CN han generado una ruptura profunda entre la esfera política, esfera civil y esfera económica.

Por otro lado, los problemas de representación y participación de la democracia liberal en general y el sistema de partidos en particular. Para los partidos políticos el clientelismo ha sido el único mecanismo de acercamiento hacia la población, profundizando la cultura caudillista, patrimonial, populista e individualizando la política en la sociedad hondureña.

 Por último, los grandes impactos de la Reforma del Estado (profundizada con el Golpe de Estado del 2009), que debilitó la función política de las instituciones públicas, centralizó las decisiones en el CN y dio paso a la constitución de un modelo parlamentario que reforzó una cultura política corrupta (sin ningún tipo de controles y contrapesos) y fundo el clientelismo politico como única forma de mediación política y social con la ciudadanía.

La cancelación del evento de Salvador Nasrrala en la UNAH (candidato presidenciable del Partido Liberal (PL), pasó desapercibido en los medios de comunicación. Este evento fue convocado por la Facultad de Ciencias Sociales y rechazado por sectores del movimiento estudiantil, bajo la argumentación que Nasralla representa valores contrarios a la filosofía educativa y política de la UNAH. Nasrrala se ha caracterizado por tener un discurso conservador, fundamentalista y reaccionario que impugna en el campo politico la importancia de la ciencia e increpa todo intento de avance de los procesos de democratización social desde una perspectiva de derechos humanos. Por otro lado, esta acción refleja la “crisis de identidad política” que atraviesa la UNAH desde la llegada de Oswaldo Soto en 1982, su profundización con Julieta Castellanos 2009 y su radicalización con Odir Flores (2024).

Por último, los problemas alrededor de la inscripción de candidaturas independientes. El sector oficial establece que se debe a que no se cumplieron con los requisitos establecidos en la Ley y el sector afectado, expresa que es una acción del llamado tripartidismo para controlar el campo electoral. Asimismo, se han interpuesto acciones legales ante la Sala Constitucional del Poder Judicial (PJ), la cual dicho sector acusa de estar politizada ante la falta de respuesta. Este tema en el país ha sido poco priorizado en las diferentes reformas electorales y discusión pública, debido a una serie de problemas que me limitare a desarrollar. Hay una idea que me gustaría plantear y reside en que los llamados partidos políticos minoritarios y candidaturas independientes (con pocas excepciones) históricamente han carecido de base social, programa politico- ideológico relevante y la ausencia de una cultura política alternativa a los partidos históricos que en términos éticos increpe a la élite política en el campo politico.

La correlación de fuerzas se va inclinado de manera favorable hacia los sectores de la derecha y del bipartidismo tradicional, en un marco donde LIBRE ha hecho declaraciones importantes sobre lo ocurrido en SEDESOL. Sin embargo, será el sistema de justicia el que determinará en gran medida el curso de este caso y sus acciones definiera en gran medida las posibles derivas del proceso electoral. La experiencia reciente en Latinoamérica indica, que cuando los sistemas de justicia no resuelven los casos de corrupción que se dan en los gobiernos de corte progresista y de izquierda, la derecha sabe aprovecharlo de manera vertiginosa en coyunturas electorales. Tal como ha sido expuesto por el Maestro Roberto Gargarella, las fuerzas progresistas deben aprovechar los desajustes políticos que abren los casos de corrupción (productos del derecho liberal y el modelo político neoliberal) para refundar los sistemas de justicia desde una perspectiva democrática. Les recomiendo el texto de Gargarella que se titula: Castigar al Prójimo: Por una Refundación Democrática del Derecho Penal.

¡Hasta la próxima semana!

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Un comentario

  1. Estoy muy de acuerdo con su analisis sobre la actual coyuntura electoral el caso SEDESOL/Elecciones y me gustaria seguir rcibiendo sus coentarios.

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