El Mirón

Hernández cae en lo ridículo al sostener que ha construido un sistema sanitario robusto

  • Los hechos registran que el sistema sanitario público se ha debilitado en los últimos diez años

 Por: Redacción CRITERIO.HN

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Tegucigalpa. -La pandemia de la Covid-19, se ha convertido en la aliada excepcional para que el Gobierno hondureño haga valoraciones fuera de la verdad sobre la realidad del sistema sanitario público del país.

Es en ese contexto, Juan Hernández, titular del Poder Ejecutivo, comparece ante medios de comunicación para afirmar que su gestión ha construido un sistema de salud sólido y robusto del cual cada ciudadano debe sentirse orgulloso.

Hernández hace apología hacia su gestión, que lleva ya diez años (cuatro en el Congreso Nacional y seis en el Poder Ejecutivo), calificándola como una de las más exitosas en la historia política de Honduras.

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“Tenemos a una Honduras que demuestra con hechos que está construyendo un sistema de salud más robusto que antes, mucho más fuerte y más cercano a la gente”, dijo el gobernante en una entrevista al medio de comunicación televisivo Hable como Habla (HCH).

FUENTE DE ENTREVISTA: JOH en entrevista a HCH 14:06 minutos

https://www.facebook.com/watch/?v=2544008262577686&extid=BxlrBQu5TNmlUiUi

Afirmación es ridícula

La afirmación de Hernández es ridícula, pues supera la mentira y llega al cinismo. Los datos constatan que durante los diez años que ha estado al frente de la institucionalidad, Honduras ha vivido un retroceso histórico en salud púbica.

“Yo, esto lo califico como un alto grado de cinismo, creo que él no sé si es que en realidad pasa en otro contexto, en otro planeta, en otra Honduras, no sé si tiene problemas para percepción de la realidad, si tiene problemas para eso, pero da esa impresión, pues no darse cuenta lo que ha hecho con el sistema de salud es terrible”, reaccionó al conocer la frase la presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Suyapa Figueroa.

Por su parte el vicepresidente del CMH, el doctor Samuel Santos valoró: “la próxima vez que se enferme JOH, lo invitamos a que se hospitalice en el Hospital Escuela, Catarino Rivas o el de Gracias, Lempira, imagino que él debe tener confianza en lo que ha construido”.

“Es la mejor forma de que dé el ejemplo, porque una cosa es decir y otra es hacer, así que esperamos que él y su familia cuando se enfermen busquen un centro de los que dice ha fortalecido para que busque atención médica”, cuestionó Santos.

En junio pasado Hernández informó que había dado positivo a una prueba de Covid-19 y aunque su contagio fue puesto en dudas por un fuerte sector de la población hondureña, se mantuvo internado en el Hospital Militar, un centro sanitario propiedad de las Fuerzas Armadas donde se ha acondicionado, de manera especial, una unidad para la familia presidencial y los altos funcionarios del gobierno.

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El debilitamiento de una existente precariedad sanitaria

La precariedad sanitaria no es exclusiva de la administración de Juan Hernández, es un problema histórico que se ve reflejado en la débil infraestructura del sistema de salud pública.

Datos correspondientes a la última década muestran en detalle el deterioro institucional en esta área, la cual siempre ha estado en el ojo del huracán ante las precariedades históricas que le han caracterizado.

De acuerdo con el Plan Nacional de Salud de la Secretaría de Salud (Sesal) correspondiente al periodo 2010-2014, en aquel entonces al menos dos millones de personas enfrentaban problemas de acceso al sistema público y privado de salud.(Descargue aquí el documento)

El informe de la Organización Panamericana de la Salud y de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en el 2009, relata que Honduras contaba con 10.1 médicos por cada cien mil habitantes. (Descargue aquí el informe).

En el estudio “Eficiencia del Gasto Público en Salud” que comprende un análisis de la situación del área entre 2003 y 2013, Honduras tenía en el año 2012 107 hospitales a nivel nacional, de los que 79 eran privados y 28 públicos.

En ese contexto sanitario, Hernández llegó a la presidencia del Poder Legislativo en 2010, para luego convertirse en presidente de la República en 2013, siempre prometiendo fortalecer la salud pública como ningún gobierno lo había hecho en el pasado.

Crisis sanitaria se profundizó con gestión de Hernández

Entre el 2013 y 2018, el sistema de Salud no tuvo transformaciones sustanciales en comparación al periodo 2003-2013. El Fosdeh en su informe denominado: “Liquidación de presupuesto en Honduras ¿Cuánto se gastó, ¿quién lo gastó y qué resultados se obtuvieron?”, cita que la composición del sistema sanitario para el 2016 (a tres años de gestión de Hernández como presidente) tenía hospitales públicos que en su mayoría tenían mejor capacidad resolutiva de problemas de enfermedades, en ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma, La Ceiba, Comayagua y Choluteca, dejando en abandono a las regiones rurales.

De la misma forma el subsistema de Salud (Cesar y hospitales), contenía 28 hospitales, mil 70 centros de salud rural (Cesar), 436 centros de salud con médico (Cesamos), 74 clínicas materno-infantiles, 3 clipper (clínicas periféricas) y 15 centros escolares de atención odontológicas. Según el Plan Nacional de Salud de la Secretaría de Salud, los establecimientos cubrían el 50 % de la ciudadanía.

Hasta el 2016 el Fosdeh valoró que el Gobierno de turno (en ese entonces dirigido por Hernández), no había implementado cambios sustanciales en el sector salud.

El Plan Nacional de Salud de la Sesal, hizo referencia a las condiciones del sistema privado de salud. El documento manifiesta que antes del 2016 estaba integrado por 82 hospitales privados, más de mil 79 consultorios y clínicas con médicos generales y especialistas. (Descargue aquí el documento del Fosdeh).

Cuando Hernández cumplió siete años de estar en el poder, tanto en el Legislativo como en el Ejecutivo, la actualización de los datos de la Secretaría de Salud, citada en el documento del Fosdeh, indican que entre el periodo del 2012 al 2017, el Gobierno solo construyó 2 hospitales públicos.

Para 2017 se contabilizaban 30 hospitales públicos a nivel nacional, mientras que hospitales privados un total de 87 (8 hospitales más que en 2012). 

Explotación laboral y menos inversión en personal de salud

La involución del sistema sanitario no solo se ha reflejado en la infraestructura hospitalaria, sino que a nivel de personal. De acuerdo con la Sesal, en 2015, el sistema público contaba con 2 mil 546 médicos permanentes.

Según el informe “Salud en las Américas” de la Organización Panamericana de la Salud, la Sesal en 2015 tenía 23,954 empleados de los cuales solo el 13% eran profesionales de la medicina, la cifra se ha reducido gradualmente desde el 2008 en la que los profesionales de la medicina representaban un 22,9% del personal. (Vea aquí el informe)

Otro factor de deterioro del sistema sanitario es la explotación laboral del personal de salud. El primer informe de la Junta Interventora del Instituto Hondureño de Seguridad Social emitido en el 2016 hace referencia a las jornadas laborales de médicos.

“El personal médico tiene jornadas de ocho horas diarias en las cuales deben atender a un máximo de 36 pacientes y la gran mayoría de este personal atiende pacientes en el horario de 07:00 a.m. a 01:00 p.m. De tal manera que los centros asistenciales quedan prácticamente sin atención médica por la tarde y fines de semana, cuando se atiende solamente emergencias”, explica el documento.

El dato fue citado en un estudio elaborado por el doctor Lino Carmenate, en un análisis del sistema de salud hondureño en los últimos años. (Descargue aquí el estudio).

Corrupción y saqueo del sistema sanitario

La corrupción en el sistema de salud también se ha hecho presente en la administración de Hernández, fue bajo su gestión como presidente del Congreso Nacional, que se presentó el desfalco de al menos 7 mil millones de lempiras en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), e incluso, él mismo declaró a la prensa que su campaña de 2013 recibió cerca de 150 mil dólares de empresas que participaron en el saqueo.

Carmenate en su documento expuso sobre el caso del IHSS: “es evidente la situación actual de calamidad que se ha provocado por las ineficientes administraciones históricas del IHSS. Los hechos relacionados han provocado una crisis en el IHSS que han afectado el derecho humano a la seguridad social de la población hondureña”.

El 15 de enero de 2014 dio inicio la intervención del IHSS, supuestamente con el propósito de identificar con precisión la problemática de la institución, así como proponer e implementar el curso de acción apropiado para su rescate financiero y administrativo.

“La Administración del Seguro Social período 2010-2014 ha incurrido en responsabilidades de orden civil, penal y administrativa al realizar compromisos y efectuar pagos fuera de las asignaciones presupuestarias”, finalizó el médico en su análisis. 

La corrupción en el IHSS ha sido el caso más sonado de los últimos años en el área de la salud, generando fuertes protestas en el 2015 que dieron lugar al establecimiento de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH).

Más inversión para seguridad, menos para salud

En las dos campañas electorales para presidente de Juan Hernández, la salud fue una de sus principales propuestas, la cual quedó en papel mojado ante la realidad a la que apostó.

Los datos han desnudado la prioridad de Hernández por militarizar la institucionalidad estatal, y de la mano de esa política el presupuesto nacional se ha enfocado en su mayoría en ese sector.

El Fosdeh estima que en el 2019 la asignación presupuestaria para Salud aumentó solo un 2 %, en cambio el presupuesto para la Secretaría de Defensa creció en un 7 %. “Es decir que aun cuando la situación en el sector salud cursa por una situación crítica solamente recibió para el 2019, L 287 millones más que en 2018; no obstante, el gasto militar recibió L571 millones adicionales”, dice un análisis presupuestario de la organización de sociedad civil.

El informe enfatiza en el abandono del sistema sanitario por la administración gubernamental de los últimos 10 años. “El sector de la salud pública mantiene una deuda social. La cobertura territorial es limitada, los hospitales “mejor equipados” se concentran en las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, lo que repercute en la calidad sanitaria de la población”, dice el texto.

A nivel internacional, Honduras está muy por debajo de otros países vecinos en lo que respecta a inversión pública en Salud. “Honduras está por debajo del promedio latinoamericano de inversión en salud (10 %), de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) (14 %) y a nivel mundial (13 %), es decir que Honduras aún se encuentra muy por debajo de los estándares regionales. “Quizá una explicación somera de la escasez en el servicio público de salud sea: la baja asignación de recursos para este sector por parte del Gobierno”, cita el documento del Fosdeh.

A nivel interno, el presupuesto para la salud pública ha mantenido una trayectoria decreciente en los últimos nueve años, en 2010, la Secretaría de Salud recibía el 8.22 % del Presupuesto General, mientras que en 2019 recibió el 5.63 %, es decir, una caída de casi 3 % en nueve años.

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Legislación privatizadora

Para el Colegio Médico de Honduras (CMH), los últimos años han sido determinantes para desmantelar el sistema de salud hondureño, el cual ha partido desde la propuesta de la Ley Marco de Protección Social, presentada al Congreso Nacional en 2014 y aprobada en 2015.

“Es triste que Juan Orlando Hernández no se dé cuenta que la aplicación de la Ley Marco de Protección Social ha servido para privatizar la salud”, comentó sobre el tema, la presidenta del Colegio Médico de Honduras, Suyapa Figueroa.

De acuerdo con Figueroa el Gobierno ha desmantelado toda la estructura sanitaria, partiendo desde el debilitamiento de la Secretaría de Salud a través del nombramiento de interventores en puestos administrativos en centros hospitalarios.

“Hernández debilitó a la Secretaría de Salud, ha debilitado la institucionalidad, nos ha dejado a merced de los decretos emitidos que solo ha hecho que no existan mecanismos de control, que se hagan piñatas de los fondos públicos y se violen derechos laborales”, enfatizó la presidenta del CMH.

Figueroa, que jugó un papel fundamental en la Plataforma por la Defensa de la Salud y Educación, hizo referencia a la lucha que la ciudadanía realizó contra los decretos Ejecutivos PCM-026-2018 y PCM-027-2018 mediante los que, desde su perspectiva, el Gobierno de Hernández intentó dar un golpe fuerte a la salud pública.

Entre tanto el vicepresidente de los médicos hondureños, Samuel Santos, valoró el papel del gobierno de Hernández desde el 2010 a la fecha. “Él (Juan Hernández) se ha dedicado a destruir el sistema de salud que teníamos desde los años 70, no hay un plan preventivo, no hay otro proyecto de salud pública, sabemos que otros Gobiernos se han dedicado a abandonarlo y otros a destruirlo, como es el caso de Hernández”.

Para Santos el desmantelamiento solo tiene un propósito: la privatización. “No se ha creado ningún fortalecimiento en el sistema de salud, es todo lo contrario, se está apostando a destruirlo para poder privatizarlo”, concluyó el médico.

La pandemia de la corrupción y endeudamiento

La COVID-19 ha sido la oportunidad perfecta para nuevos actos de corrupción relacionados al sector salud.

El Gobierno de Juan Hernández empezó a pensar en la COVID-19 mucho antes que llegara al país. En febrero de 2020, el Poder Ejecutivo aprobó un decreto de emergencia sanitaria, que fue publicado en el diario oficial La Gaceta el 10 de febrero, en el que se autorizó un presupuesto de 110 millones de lempiras (4.5 millones de dólares) para combatir, en ese entonces el dengue y un posible ingreso de coronavirus al país.

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Así comenzó la historia de endeudamiento público bajo el pretexto de la COVID-19. El 13 de marzo (una semana después del primer caso de COVID registrado en el país), se aprobó la Ley Especial de Aceleración Económica y Protección Social que dispuso 420 millones de dólares (cerca de 12,420 millones de lempiras) para hacerle frente a la pandemia.

La Ley fue creada bajo el argumento de adquirir financiamiento para construir 94 hospitales a nivel nacional y combatir la pandemia. En el marco de esta Ley, el Congreso dio luz verde a contrataciones directas para manejar la crisis sanitaria.

En el artículo 20 y 21 de la quinta sección de la Ley, se autorizó a Inversión Estratégica de Honduras (INVEST- Honduras) para contratar de forma directa todo lo relacionado con obras, bienes y servicios en el marco de la “lucha contra el coronavirus”.

Las contrataciones directas fue el punto de partida para que luego Invest-H de la mano de Marco Bográn, cometiera una serie de irregularidades en el manejo de fondos públicos y que ahora lo tienen ante investigación penal por parte del Ministerio Público.

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Solo entre febrero y marzo de 2020, Honduras ya había suscrito gracias a la COVID-19, más de 650 millones de dólares para manejo de la emergencia. En la actualidad la cifra se ha triplicado y los resultados en el sistema sanitario siguen sin percibirse.

 Producto de los fondos aprobados por el Poder Ejecutivo y Legislativo para manejo de la emergencia, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha publicado diez informes, en los que detalla las irregularidades cometidas por el Estado en la ejecución de los fondos.

Hago un llamado a organismos defensores de derechos humanos a nivel internacional, a los representantes de la comunidad internacional en el país, para que amparen al pueblo hondureño porque estamos amenazados por un Gobierno corrupto y al que no le interesa la protección de la vida del pueblo hondureño”, dijo la doctora Suyapa Figueroa.

La presidenta de los médicos de Honduras concluyó: “son cínicos, se burlan del pueblo, son corruptos que generan estos actos a todo nivel y disfrutan de impunidad”.

Gracias a la corrupción, las políticas de privatización y la falta de inversión en salud, Honduras en la última década ha vivido un retroceso histórico en su sistema sanitario público.