La consejera propietaria del CNE anunció que pone a disposición su cargo, argumentando que no puede avalar decisiones sin quórum legal y advirtiendo que el proceso electoral queda en entredicho en medio de una grave crisis institucional
El director del Cespad advierte que la salida de Hall evidencia la desintegración del organismo electoral y anticipa que, si no se logra un acuerdo político, las elecciones generales de noviembre corren riesgo
Hasta el momento, no se ha formalizado una renuncia ante el Congreso Nacional; la decisión de Hall abre un escenario donde la estabilidad democrática depende de negociaciones entre los principales partidos políticos
Tegucigalpa, Honduras. – Ana Paola Hall, consejera propietaria del Consejo Nacional Electoral (CNE) y representante del Partido Liberal, anunció este miércoles 16 de julio que pone a disposición su cargo en el máximo ente electoral del país, en medio de una permanente crisis interna y crecientes tensiones políticas previo a las elecciones generales de noviembre.
“Estoy poniendo a disposición mi cargo para que se inicien los procedimientos legales de sustitución que correspondan”, señaló Hall, argumentando que no puede avalar actos que considere viciados de ilegalidad.
La decisión de Hall fue comunicada a través de su cuenta de la red social X, en la que expuso los motivos que la llevaron a distanciarse del pleno del CNE, marcadamente dividido y con problemas para sesionar por falta de instalación del quórum debido a la ausencia recurrente de Marlon Ochoa y de los consejeros suplentesque han sido convocados para sustituirlo.
Hall enfatizó que no está dispuesta a participar en deliberaciones sin el quórum legal, advirtiendo que tomar decisiones bajo estas condiciones sería atentar contra la ley y podría acarrear serias consecuencias para los funcionarios involucrados
La renuncia de Hall —considerada por algunos como un acto de integridad, por otros como traición y otros más como resultado de presiones políticas— ocurre mientras los tiempos electorales se acortan y el país enfrenta presiones para salvar el calendario electoral y no poner en riesgo los comicios de noviembre.
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UNA CRISIS QUE DESNUDA AL ÓRGANO ELECTORAL
Gustavo Irías, director del Centro de Estudio para la Democracia (Cespad), considera que la decisión de Ana Paola Hall es el síntoma más claro de la crisis profunda y sostenida que atraviesa el ente rector electoral de Honduras. “Lo que sucede es que prácticamente, institucionalmente, el CNE ha dejado de existir; solo queda una consejera propietaria, Cossette López”, señaló Irías.

Hall anunció su decisión el miércoles, argumentando que no está dispuesta a sesionar sin el quórum que exige la Ley Electoral —dos miembros propietarios en el pleno—, un punto que Irías corrobora como determinante en el actual impasse. “Los actores enfrentados quieren leer la Ley Electoral a su manera, pero el artículo 2 es claro: debe haber tres magistrados, de los cuales obligatoriamente dos tienen que ser propietarios”, precisó el analista.
Para Irías, la renuncia de Hall “viene a hablar de un panorama ya de plena crisis electoral”. Es decir, con solo un propietario activo, el CNE entra en una fase donde ni siquiera la administración básica del proceso electoral está garantizada. “Si no existe el organismo que administra las elecciones, la incertidumbre sobre la realización de los comicios es cada vez mayor”, advirtió.
El director del Cespad subraya que la fractura del CNE se ha convertido en una amenaza directa para la democracia hondureña. “Si esta situación no se resuelve, definitivamente no habrá elecciones; la democracia está en una zona de riesgo”, alertó Irías.
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EL TRASFONDO POLÍTICO Y LA NECESIDAD DE UN ACUERDO
Sobre las causas de la dimisión, Irías sugiere que la decisión de Hall, aunque ambigua en términos jurídicos, está enmarcada en el contexto de presiones políticas y negociaciones entre los principales partidos. “Nos da la impresión de que su renuncia ocurre en un momento en el que se está buscando pactar una salida política a la crisis; su dimisión podría ser parte de un intento de negociación”, expuso.
A su juicio, el reemplazo de Hall abrirá un escenario de negociación entre los tres partidos mayoritarios, ya que se requiere mayoría calificada en el Congreso Nacional para designar a un nuevo consejero, lo que inevitablemente llevará a acuerdos políticos de fondo.
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NO HAY RENUNCIA EN EL CN
Hasta el momento, no se ha presentado una renuncia formal por parte de Ana Paola Hall. Lo que se ha producido es una puesta a disposición de su cargo, lo cual significa que aún no ha abandonado oficialmente sus funciones en el Consejo Nacional Electoral. Esta figura, si bien expresa la intención de apartarse o facilitar una posible sustitución, debe ser tramitada y aceptada por las instancias legales correspondientes para que cobre validez plena.
En ese sentido, el vicepresidente del Congreso Nacional (CN), Hugo Noé Pino, informó a medios de comunicación que no existe una renuncia en la Secretaría del Legislativo. “No podemos anticipar ninguna acción especifica hasta que no exista en la Secretaría del Congreso Nacional una renuncia”.
Además, Pino recordó que, de darse el reemplazo de Hall, en primer lugar, se debe seguir el procedimiento que la ley establece y en segundo lugar se debe contar con los 86 votos, además, enfatizó que se requiere un acuerdo político entre el tripartidismo, asi como la opinión de los otros partidos políticos.
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¿HAY SALIDA PARA EL PROCESO ELECTORAL?
Consultado sobre posibles salidas, Irías sostiene que “la única opción viable es pactar políticamente entre los principales contendientes”. Recuerda que la democracia hondureña ha estado marcada históricamente por negociaciones entre las élites y llama a la sensatez para evitar que la crisis escale hacia una nueva ruptura constitucional, como la de 2009, cuando se perpetró el golpe de Estado.
El pronóstico, a menos de seis meses de las elecciones generales, se mantiene en el terreno de la incertidumbre. “Si no se logra la conformación del CNE mediante estos acuerdos políticos, las elecciones están en riesgo. Esperamos que se hayan aprendido las lecciones del pasado y que se logre entender la urgencia de negociar y garantizar el proceso democrático”, concluyó Gustavo Irías.
La renuncia de Ana Paola Hall, lejos de ser un episodio aislado, refleja la precariedad institucional que atraviesa el sistema electoral hondureño, poniendo a los actores políticos ante una encrucijada cuyo desenlace marcará el futuro democrático del país.
Analistas consideran que resulta difícil anticipar con certeza los escenarios que se podrían presentar, pero lo que sí queda claro es que, si no se resuelve de manera pronta la actual situación del Consejo Nacional Electoral, las próximas elecciones estarían en riesgo. Esto pone a la democracia hondureña en una zona de peligro, ya que sin un ente electoral sólido y funcional, el proceso democrático pierde legitimidad y estabilidad.
En el centro del conflicto se encuentra la contratación del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), cuyo proceso de licitación se encuentra interrumpido ante desavenencias vinculadas a si debe o no haber intervención humana previo a la publicación de los resultados preliminares la noche de los comicios. Ambas partes aseguran querer evitar un fraude, mientras el consejero Marlon Ochoa se niega a participar en las reuniones alegando que la consejera Cossette López y Ana Paola Hall pretenden usar el mismo sistema que llevo a la crisis electoral de 2017, pero a la que previamente aceptó aplicar para las elecciones internas de este año.





