Por: Redacción CRITERIO
En la víspera del primer aniversario del asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres, el 2 de marzo, Greenpeace anuncia que le concederá su premio «Artemio Precioso» en reconocimiento a su labor en defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. Berta Cáceres encabeza una larga lista de asesinatos contra activistas medioambientales.
Su hija, Laura Zúñiga Cáceres y un activista de la organización a la que pertenecía Cáceres, COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), viajarán a España para recoger el premio el día 24 de marzo en la Casa de América.
Al cumplirse un año, los colectivos sociales, sindicales, ecologistas y asociaciones de hondureños en España han convocado una concentración mañana, jueves 2 de marzo, a las 12:00 ante la embajada de Honduras. Greenpeace apoya este acto y se sumará a la concentración. Durante el mismo está prevista la lectura de un manifiesto, la entrega de una carta en la embajada y un minuto de silencio.
El asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres en la noche del 2 de marzo de 2016 despertó una gran ola de solidaridad y repulsa en la sociedad civil. Berta, feminista y defensora de los derechos humanos, fue asesinada como resultado de su campaña para paralizar la construcción de la presa de Agua Zarca. Infraestructura que, de llevarse a cabo, sería la causante directa de la destrucción de bosques nativos y territorios indígenas en Honduras.
Como ha solicitado el relator de la ONU sobre defensores de derechos humanos y muchas organizaciones nacionales y mundiales, la investigación de este asesinato sigue pendiente de la creación de una comisión independiente e internacional. Esta comisión es imprescindible para que se investigue en profundidad las relaciones entre los inculpados y detenidos y el poder político y económico en Honduras.
Berta Cáceres era una mujer indígena Lenca y una de las defensoras de derechos humanos más conocidas en Honduras, que, desde hace 20 años, había defendido el territorio y los derechos del pueblo Lenca. Berta se enfrentó -y, a menudo derrotó- a madereros ilegales, dueños de las plantaciones, corporaciones multinacionales y proyectos de represas que cortaban los suministros de alimentos y agua a las comunidades indígenas. Antes de su asesinato, acumulaba una larga lista de amenazas y ataques a su persona. En 2015 recibió el Premio Goldman, conocido como el “Nobel Verde”, por su labor.
Berta Cáceres encabeza una larga lista de asesinatos contra activistas medioambientales. Según el informe de Global Witness En Terreno Peligroso, en 2015 fueron asesinados 185 activistas ambientales, lo que supuso un drástico aumento del 59% con respecto al año anterior.
De las personas asesinadas, 122 fueron en América Latina. Los dos países más peligrosos para el activismo ambiental son Brasil, con 50 personas asesinadas y Filipinas, con 33 muertes. Global Witness señala que, en 2015, casi un 40% de las víctimas de estos actos de violencia extrema fueron personas indígenas. En tan solo los dos primeros meses de 2017 se han contabilizado 14 homicidios de activistas por los derechos humanos –siete en Colombia, dos en Guatemala, dos en México y tres en Nicaragua–, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Entre el 24 y el 31 de marzo, Greenpeace llevará a cabo diversas actividades para resaltar y homenajear a todas aquellas personas que dedican su vida a la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas