Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa. Desde el punto de vista económico el Golpe de estado fue una tragedia para Honduras, porque no solamente afectó las posibilidades futuras de inversiones en el país, sino que dio lugar a gobiernos con una mayoría en el Congreso Nacional y que establecieron mecanismo de aumentar el déficit fiscal, dijo el economista hondureño, Hugo Noé Pino.
Pino, quien es director para Honduras, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) señaló que los nacionalistas aumentaron el déficit en los años 2012 y 2013 que llevaron a la situación de ajuste fiscal que ahora está sufriendo la población.
“Si lo vemos históricamente, el impuesto sobre ventas, a la gasolina, el aumento al pago de la energía eléctrica, el congelamiento de los salarios y el despido de los empleados públicos, todo eso se debió al fuerte incremento al déficit fiscal de un gobierno que contaba con una mayoría mecánica en el Congreso”, recordó Noé Pino.
Añadió que, luego vino la aprobación de las famosas leyes a finales del 2013, leyes que no tenían ningún respaldo legal porque nunca llegaron al seno de la Cámara Legislativa para su discusión.
Esto ha creado en el país una polarización que todavía se mantiene y que sumado al tema de la reelección mantienen a Honduras en un clima de incertidumbre que en nada abona a la buena marcha económica, acotó el también expresidente del Banco Central.
Pino señaló que, nunca se hizo ningún estudio para medir el impacto económico que tuvo el Golpe de Estado sobre Honduras, pero sin lugar a dudas que afectó todas las posibilidades de crecimiento económico en los años subsiguientes y todavía el país no se recupera.
El Golpe trajo consigo que los organismos internacionales de crédito y los países cooperantes salieran de Honduras y luego el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, a través de negociaciones y de permitirle el regreso al expresidente Manuel Zelaya a Honduras y de permitir la creación de su partido político, logro que la situación se normalizara.
Cree que también hubo un impacto fuerte en el aspecto político, porque dejó una mayoría mecánica en el Congreso Nacional y eso hizo que se abusara completamente del poder público para que se aumentara el déficit para ganar las elecciones del 2013, en ese proceso que aún es cuestionado.
Haciendo una valoración sobre qué aspecto afectó más, Pino señaló que afectó de igual manera lo político, lo económico y el aspecto social porque no dio paso a la recuperación económica y se procedió a aumentarle los impuestos a los que menos tienen y esto trajo consigo un mayor deterioro social.
Estas acciones demuestran la miopía de la clase política tradicional en Honduras que en vez de resolver los problemas en forma dialogada se va al extremo de utilizar las fuerzas armadas con una élite económica que miraba amenazados sus intereses y que todavía mantiene en Honduras una polarización que no ayuda.
Consultado sobre si esta situación planteada desde el golpe a la fecha, podría terminarse y corregirse con una Asamblea Nacional Constituyente, Hugo Noé Pino fue tajante al responder que él cree que esa sería la mejor forma de resolución y de un nuevo pacto social.
Agregó que la constitución hondureña a pesar que es del año 1982 tiene casi 40 reformas, lo que la convierte en una Constitución remendada y en segundo lugar se han incorporado cosas como las Zonas especiales de Desarrollo (Ciudades Modelo) que no tienen sentido que estén en la Carta Magna.
Pero lo más importante es que la Asamblea Nacional Constituyente significaría un nuevo pacto social donde podamos marchar conjuntamente y establecer objetivos nacionales que pese a las diferencias políticas, que siempre van a existir, podremos marchar hacia una Honduras con objetivos nacionales, concluyó.
