Desde su llegada al poder en enero de 2022, la presidenta Xiomara Castro ha mantenido una postura contra lo que considera acciones injerencistas por parte de Estados Unidos
Entre estas medidas destacan su oposición al tratado de extradición, su crítica al contrato del aeropuerto de Palmerola y, más recientemente, su advertencia sobre el posible cierre de la base militar estadounidense en Honduras.
Según el analista político Julio Raudales, Estados Unidos no reaccionará ante la advertencia, pero en una eventual retirada de la base podría afectar las relaciones comerciales, no obstante, la base podría reubicarse en países aliados como El Salvador
Tegucigalpa, Honduras.- La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, advirtió sobre la posibilidad de retirar la base militar estadounidense Soto Cano si la administración del presidente recién electo de Estados Unidos, Donald Trump, implementa políticas que signifiquen la expulsión masiva de migrantes hondureños de la nación norteamericana.
Durante una cadena nacional transmitida el 1 de enero de 2025, Castro abordó diversos temas de política nacional e internacional y destacó que la base militar, ubicada en Comayagua, opera bajo la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, parte del Comando Sur de Estados Unidos.
“Esperamos que la nueva administración norteamericana, liderada por el presidente democráticamente electo Donald Trump, sea receptiva al diálogo constructivo y amistoso. Asimismo, confiamos en que no tome represalias innecesarias contra nuestros migrantes, quienes contribuyen significativamente a la economía de Estados Unidos. Ante una postura hostil, como la expulsión masiva de nuestros compatriotas, nos veríamos obligados a reconsiderar nuestras políticas de cooperación con ese país”, manifestó Castro.
La mandataria también enfatizó las posibles consecuencias en materia de defensa: “En el ámbito militar, en el que, sin pagar un centavo, Estados Unidos ha mantenido bases en nuestro territorio durante décadas, estas instalaciones perderían toda razón de existir en Honduras”.
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OPINIONES ENCONTRADAS
En relación con el anuncio de la presidenta Xiomara Castro, el canciller de la República, Eduardo Enrique Reina, expresó su respaldo a la postura de la mandataria, Reina destacó, en una publicación en su cuenta de X, que el gobierno hondureño espera reciprocidad en las relaciones exteriores. No obstante, advirtió que, en caso contrario, se revisarán varios aspectos, incluyendo temas de seguridad y defensa.
Es importante recordar que, tras la cancelación del tratado de extradición el 29 de agosto de 2024, el canciller Eduardo Reina aseguró, en un foro televisivo, que esta medida no implicaba la ruptura de relaciones con Estados Unidos. Destacó que ambos países mantenían tratos cordiales, y como prueba de ello, mencionó la operación de la base militar estadounidense ubicada en Palmerola, misma que opera en Honduras desde 1981.
Mientras tanto, varios diputados de la oposición han expresado su desacuerdo con la advertencia hecha por la presidenta Castro. Uno de ellos, Tomás Zambrano, jefe de la bancada del Partido Nacional (PNH), manifestó en un video que el gobierno de Libre está gestionando de manera inapropiada las relaciones internacionales al emitir una amenaza contra Estados Unidos, en lugar de fomentar el diálogo.
Además, indicó que, debido a la existencia de un contrato, la bancada que dirige no respalda en el Congreso Nacional la cancelación de la base militar.
DECISIÓN SOBERANA
El analista y doctor en economía Julio Raudales considera que la cancelación de la base militar y la expulsión de migrantes hondureños de Estados Unidos son decisiones soberanas que corresponden exclusivamente a cada país.
Julio Raudales, analista político y doctor en economía. (Foto: Horacio Lorca/Criterio.hn)
Según Raudales, decisiones como estas, o incluso la cancelación del tratado de extradición, deben ser tomadas en cuenta cuidadosamente, sin embargo, destacó que la finalización del convenio relacionado con la base militar requiere la aprobación del Congreso Nacional para concretarse.
Aunque estas decisiones sean un ejercicio de soberanía, Raudales advirtió que podrían tener implicaciones políticas significativas, ya que señaló que Estados Unidos, como el principal socio comercial de Honduras, podría adoptar medidas adicionales en respuesta, como el retorno masivo de migrantes, algo que ha sido una promesa de campaña.
En cuanto a la posible reacción del gobierno de Estados Unidos, Raudales opinó que estas decisiones probablemente no preocupen a Donald Trump directamente, sin embargo, sus asesores especializados en asuntos de América Latina podrían optar por trasladar la base militar a otro país, como El Salvador, considerando la estrecha relación entre el presidente Nayib Bukele y Trump.
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GOBIERNO DESACUERDO CON INJERENCIA ESTADOUNIDENSE
Es importante señalar que la presidenta Xiomara Castro ya ha expresado anteriormente su oposición a ciertos proyectos impulsados por Estados Unidos. Un ejemplo de ello ocurrió en 2021, cuando, después de haber ganado las elecciones presidenciales para el período 2022-2026, anunció su intención de revisar el contrato del Aeropuerto Internacional Palmerola.
Además de expresar su oposición a la base militar estadounidense y al contrato del aeropuerto de Palmerola, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, también ha rechazado la injerencia de la justicia norteamericana en el país.
En este contexto, el 28 de agosto de 2024, ordenó la cancelación inmediata del tratado de extradición con Estados Unidos, vigente desde 1929, argumentando que dicho acuerdo podría ser utilizado como un instrumento político.
A pesar de las numerosas críticas que ha suscitado esta decisión, Castro se ha mantenido firme, y la cancelación del tratado entrará en vigor el 1 de febrero de 2025.
Un comentario
Esta loca.
Ella tiene suficiente dinero.
Pero los inmigrantes y sus familias en honduras no.
La verdad es que ella esta loca de poder.