Polarización y violencia política marcan las elecciones de 2025 en Honduras
Analistas consultados por Criterio.hn coinciden en que el escenario para las elecciones generales del 30 de noviembre es complejo. A menos de tres meses de los comicios, el reto principal es contener la escalada de violencia, aunque difícilmente se logrará reducirla de manera significativa.
Tegucigalpa, Honduras. –La polarización, la conflictividad y la violencia política han marcado el camino hacia el proceso electoral primario, celebrado el 9 de marzo, y el general, a realizarse el 30 de noviembre de 2025.
Un estudio del el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) registró al menos 560 casos de conflictos y violencia política se han registrado en Honduras desde septiembre de 2024 hasta julio de 2025. El informe advierte que la confrontación partidaria se ha intensificado a medida que se acercan las elecciones generales de noviembre.
La mayoría de los hechos se concentraron entre febrero y abril de este año, con especial incidencia en las elecciones primarias de marzo, cuando se reportaron 309 casos, lo que equivale al 55% del total documentado.
El IUDPAS detalla que fueron 430 los conflictos políticos identificados en este periodo. Estos surgieron principalmente alrededor de la legitimidad del proceso electoral, denuncias de delitos, reformas pendientes y tensiones por alianzas entre partidos.
Mientras que, en julio de 2025, la institución registró 30 casos de violencia política, cifra que superó los 25 incidentes de conflictividad. El dato muestra un incremento en la intensidad de los ataques, que dejaron de ser solo confrontaciones discursivas para traducirse en hechos violentos.

El boletín destaca que el 40% de las víctimas de violencia política son autoridades de organismos electorales y mujeres que participan en política, lo que refleja la vulnerabilidad de estos sectores en un contexto de alta polarización.
En cuanto a los agresores, el 33% de las acciones violentas se atribuyen a representantes del Partido Libertad y Refundación (Libre), mientras que el Partido Nacional y el Partido Liberal registran un 20.3% y 20% respectivamente.
Los tipos de violencia política también muestran patrones diferenciados por género. Mientras hombres y mujeres enfrentan en proporciones similares la ridiculización, las agresiones físicas y los homicidios, las mujeres sufren con mayor frecuencia amenazas, difamación, calumnias, daño al patrimonio, coerción e intimidación.
El análisis revela que 16 de los casos recientes fueron cometidos contra mujeres y 12 contra hombres. Además, dos incidentes fueron clasificados como violencia grupal, reflejando la intensidad de las tensiones políticas.
En términos sociales, esta violencia impacta de manera diferenciada a mujeres y hombres, reforzando las desigualdades de género. Según el IUDPAS, las mujeres enfrentan mayores niveles de intimidación y amenazas, incluso cuando desempeñan cargos de autoridad electoral.
Para el analista en temas electorales, Héctor Soto, las mujeres son las más afectadas por la violencia política, ya que enfrentan no sólo agresiones, sino también un contexto cultural machista que limita su participación plena.
“Las casillas número uno en los partidos grandes estuvo ocupadas en su mayoría por hombres. Eso refleja que el sistema político sigue castigando a las mujeres”, enfatizó el entrevistado.

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MAYOR INCIDENCIA EN FRANCISCO MORAZÁN
En términos territoriales, la mayoría de los casos de violencia se concentran en el departamento de Francisco Morazán, que acumuló el 83.3% de los reportados en julio. Las formas más recurrentes en este mes fueron la difamación y la agresión simbólica.

Otros departamentos como Cortés, Olancho, Comayagua y Gracias a Dios también reportaron episodios, aunque en menor proporción. Entre ellos destaca un intento de incendio contra el bien patrimonial de una candidata a vicealcaldesa del Partido Liberal en La Mosquitia, en el que incluso resultaron afectadas sus hijas.
Héctor Soto, analista político, explicó que Francisco Morazán concentra la mayor parte de la conflictividad por ser el epicentro político del país y sede de los principales medios de comunicación. Esto amplifica los discursos confrontativos y las narrativas agresivas.
Además, señaló que por primera vez los tres principales candidatos presidenciales desarrollan sus campañas desde Tegucigalpa, lo que ha reforzado la dinámica electoral en la capital. A esto se suma que es el departamento con mayor número de aspirantes al Congreso Nacional.
En cuanto a la posibilidad de reducir la confrontación, el analista consideró que depende del autocontrol de los partidos y candidatos. Sin embargo, reconoció que el ambiente digital favorece los discursos polarizantes, pues son los que generan mayor visibilidad en redes sociales.
Por su parte, el analista en temas electorales, Carlos Cálix, coincidió en que Francisco Morazán es un foco de violencia política no solo por su peso poblacional y político, sino también por la alta circulación de armas en el departamento.
Advirtió que la “toxicidad política” del actual proceso electoral potencia este escenario y convierte a Tegucigalpa, la capital hondureña, y sus alrededores en el epicentro de los enfrentamientos entre partidos.
Lo anterior en relación Francisco Morazán es el departamento con el mayor número de candidatos a diputado, es el que más representación obtienen en el Congreso Nacional [con 23 legisladores] y que la mayoría de candidatos a la presidencia residen en el Distrito Central.
El boletín del IUDPAS también refleja que la confrontación más frecuente se da entre el Partido Libre y el Partido Liberal, que concentran el 68.9% de las interacciones conflictivas entre actores políticos.
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Entre los temas que más han generado choques están la legitimidad del proceso electoral, las reformas aún pendientes, las alianzas partidarias y las denuncias de delitos electorales.
La violencia política, además de reflejar la polarización, evidencia la falta de consensos mínimos entre partidos. Un ejemplo de ello fue la parálisis en el Consejo Nacional Electoral (CNE) en torno al uso de herramientas tecnológicas para la transmisión de resultados electorales preliminares.
Los casos más graves, como homicidios y atentados, demuestran que la violencia política no se limita a centros urbanos, sino que también afecta a comunidades históricamente marginadas del país. Sólo en 2025, han sido asesinados cinco precandidatos y candidatos a cargos de elección popular.
En este sentido, el informe concluye que la violencia política no solo amenaza la seguridad de los actores políticos, sino que erosiona la confianza ciudadana en el proceso democrático.
Mientras que, el IUDPAS insiste en que la conflictividad política en Honduras sigue transformándose en violencia, y que las principales víctimas son justamente quienes deberían garantizar la transparencia electoral y las mujeres que buscan ejercer su derecho a participar en política.





