La directora gerente del Fondo Monetario Internacional apuntó como crucial, corregir los desequilibrios globales. Lo que implica que China estimule su demanda interna y que Estados Unidos reduzca sus déficits fiscales y fomente el ahorro privado.
Washington D.C., U.S. – La “incertidumbre está aquí para quedarse y el cambio es imparable, pero el cambio trae consigo oportunidades”, concluyó la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Gueorgieva, durante la rueda de prensa sobre la agenda política global, realizada en el marco de las reuniones anuales celebradas en la capital estadounidense.
Gueorgieva sostuvo que, de acuerdo al último informe Perspectivas de la economía mundial, el crecimiento mundial se mantuvo estable y se espera ralentice del 3.3% de 2024 a 3.2% este año y al 3.1% en 2026. “Es mejor de lo que temíamos, mejor de lo que habíamos previsto hace seis meses”, declaró.
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Sobre el porqué la economía ha mostrado resiliencia frente a la incertidumbre y la profunda transformación geopolítica, tecnológica, relaciones comerciales y demográfica, declaró que se debe en primer lugar al fortalecimiento de los países –especialmente en los mercados emergentes– de sus políticas, instituciones y marcos desde la crisis financiera mundial, una inversión que ha dado resultados.
Segundo, el sector privado ha mostrado gran capacidad de adaptación ante la incertidumbre. No obstante, señaló que las perspectivas globales siguen siendo débiles: el crecimiento a mediano plazo bajo, la deuda pública está a niveles históricos y persisten fuertes desequilibrios en la economía mundial.
Para respaldar la prosperidad del sector privado, desde el FMI proponen que los países impulsen reformas amplias, fortalecer instituciones, promover mercados libres y mantener la estabilidad macroeconómica. Lo que implica la reconstrucción el espacio fiscal, la reducción de la deuda, dependencia de ingresos nacionales y mantener la estabilidad monetaria y financiera.
Gueorguieva agregó que también es crucial corregir los desequilibrios globales. Lo que implica que China debería estimular su demanda interna y que Estados Unidos reduzca sus déficits fiscales, así como fomentar el ahorro privado.
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Criterio.hn consultó al economista y analista Ismael Zepeda, si aplicar esta receta en un país con las características de Honduras, donde una parte de su clase empresarial está salpicada por la corrupción, no sería contraproducente.
En respuesta, Zepeda apuntó que Georgieva podría estar refiriéndose más a una “libertad condicionada’, con directrices de parte de los estados más claras y a su vez flexibles”. Es decir, estrechar los vínculos Estado y empresa privada.
“En Honduras con está ‘guerra declarada’ entre Gobierno (más del partido Libre) con la empresa privada, más bien es de reflexionar. Pienso que el llamado corresponde a mejorar las políticas públicas de la innovación y tecnología, llevando de la mano lo normativo del Estado y lo operativo de la empresa privada”, apuntó.
Zepeda, además, compartió que la “resiliencia” que menciona Gueorgieva es una forma elegante de decir que, en un mundo cada vez más incierto, toca seguir adelante y adaptarse. “La resiliencia es más un modo de decir, aceleremos las reformas políticas, normativas y leyes, [para] que los Estados sean fuertes”, porque al final son estos los que realmente pueden reaccionar.
El economista y analista reforzó que el llamado que está haciendo la directora gerente del FMI es a que los países trabajen a lo interno, entre los diferentes sectores de la sociedad, de forma unificada. Es decir, llevar a un consenso sobre las normas y estrategias que se aplicarán a futuro en áreas como política fiscal, presupuestaria, impuestos, desarrollo, salud, educación, tecnología e innovación.
Más que exhibiciones superficiales –como fabricar prótesis o drones tras un desastre–, se trata, explicó Zepeda, de asumir con seriedad el compromiso de un desarrollo sostenible.
Nuevamente, ante la interrogante de la realidad corrupta que salpica a una parte del sector empresarial en Honduras, el economista señalo que la elite empresarial hondureña está más enfocada en un modelo de producción primario, que la visión de innovación y tecnológica a la que se refiere Gueorgieva.
