Fuentes consultadas por Público señalan que la caída de Assange no se debe tanto a los intereses de la fiscalía de Virginia si no a las intenciones de Trump de controlar América Latina con la apertura de bases militares que habían sido cerradas.
Tomado de: Público
Hace unas semanas el Departamento de Justicia terminó el informe por el que se ha formalizado la imputación del ciberactivista Julian Assange, que llevaba siete años en la embajada de Ecuador en Londres. La investigación se conoció en noviembre, por un documento de la fiscalía de Virginia al que ha tenido acceso ‘Público’ y que, aunque estaba relacionado con otra investigación, aparecía citado el informático.
La policía británica entraba en la embajada de Ecuador en Londres para detener a Julian Assange después de siete años de cautiverio. Ha sido el presidente ecuatoriano Lenin Moreno quien ha cedido ante las presiones de EEUU para retirar la protección que le había concedido su predecesor, Rafael Correa.
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Aunque el gobierno estadounidense no pudo poner las esposas al creador de Wikileaks por las filtraciones de centenares de correos e informaciones que desvelaban la guerra sucia desplegada durante las ocupaciones militares de Irak y Afganistán, en esta ocasión la fiscalía de Virginia muestra una cara de Assange que le vincula con la trama rusa que presuntamente ayudó a Donald Trump a llegar a la Casa Blanca, con la filtración de los emails de Hillary Clinton y con los ciberataques en las elecciones de 2016.
La investigación de la fiscalía de Virginia se filtró el pasado mes de noviembre, a través de un documento relacionado con otro caso y al que ha tenido acceso Público (puede leerse al final del texto).
Según el fiscal especial, Robert Mueller, que investiga vínculos entre los asociados del presidente Donald Trump y la intervención de Rusia en la elección de 2016, WikiLeaks publicó miles de correos electrónicos de demócratas ese año durante la contienda presidencial, que fueron robados por agentes de inteligencia rusa.Los hackeos fueron una parte principal de la campaña de interferencia de Moscú.
Investigación abierta también en Francia
No es la primera vez que en los últimos tiempos se vincula a Assange con movimientos de ultraderecha, como destapó recientemente Manu Garrido en CTXT, en el que se explicaba su presunta implicación en la difusión del hackeo masivo de emails en los últimos momentos de las presidenciales francesas, en las que salió elegido Emmanuel Macron.
«Plataformas como 4chan, Reddit o Twitter se han convertido en herramientas de la ultraderecha no solo para mostrar su apoyo a Le Pen en redes sociales, sino para difundir bulos sobre Emmanuel Macron, en una estrategia que ya vimos durante las elecciones en Estados Unidos. Desde que Macron y Le Pen pasaran a la segunda vuelta en las elecciones francesas, la ultraderecha se ha alineado para dar rienda suelta a todo tipo de rumores sobre Macron. Simpatizantes de la candidata del Frente Nacional, seguidores de Trump y afines a la corriente ultraderechista Alt Right —que el investigador Marcos Reguera desgranó aquí— juntos en busca de la enajenación colectiva», aseguraba el autor del artículo.
Uno de los ejemplos más significativos de cómo la extrema derecha utilizó el Macronleaks en vísperas de la segunda vuelta es que, dentro de la difusión de esa información estaba una supuesta cuenta offshore en las Bahamas del presidente francés que la líder de la extrema derecha, Marie Le Pen, utilizó en un debate televisivo, aunque finalmente no pudo confirmarse la información.
Los otros intereses tras la detención
Sin embargo, apuntan las fuentes consultadas por Público, la caída de Assange no se debe tanto a los intereses de la fiscalía de Virginia si no a las intenciones de Trump de controlar América Latina con la apertura de bases militares que habían sido cerradas.
La primavera pasada, relataba también en la revista CTXT el periodista Rafael Poch en un artículo titulado Se cierra el círculo alrededor de Julian Assange, Joseph Di Salvo, subcomandante del mando sur (Southcom) del ejército de Estados Unidos, visitó Quito. El asunto de su visita era la negociación para la reapertura de una base militar americana en Ecuador. El anterior presidente, Rafael Correa, la cerró y su sucesor, Lenin Moreno, quería restablecer el tradicional vasallaje a Washington: “estrechar las relaciones de seguridad entre ambos países”.
«Conspirar para infiltrarse» en sistemas del Gobierno
Pocas horas después del arresto de Assange en Londres, el Departamento de Justicia de Estados Unidos desveló los cargos presentados contra el fundador de WikiLeaks, que lo acusa de «conspiración para infiltrase» en sistemas del Gobierno.
«Julian P. Assange, de 47 años y fundador de WikiLeaks, fue arrestado hoy en el Reino Unido conforme al acuerdo de extradición entre EE.UU. y Reino Unido, debido a su implicación en una acusación federal por conspiración para infiltrarse en ordenadores al acordar descifrar la clave de un ordenador del Gobierno con información clasificada», detalló el Departamento de Justicia en un comunicado.
La nota detalla que, en marzo de 2010, este experto informático de origen australiano se coordinó con la exsoldado Chelsea Manning (que por aquel entonces trabajaba como analista de inteligencia para el Departamento de Defensa de EEUU bajo el nombre de Bradley Manning) para acceder a material clasificado del Gobierno. Manning filtró al portal WikiLeaks más de 700.000 documentos clasificados como secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán y cables del Departamento de Estado, lo que supuso un revés para la diplomacia estadounidense y alimentó un debate sobre el papel de Washington en el mundo.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas