Las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) informó mediante un comunicado que pone a disposición de las autoridades al Mayor de Artillería, Allan Franco Méndez por suponerlo responsable de la muerte de Ana Hernández
Tegucigalpa. – En Honduras, un velo de misterio e impotencia rodea la muerte de Ana Hernández, una joven de 32 años que fue encontrada sin vida por sus familiares, justo la noche del día del padre, su cuerpo lleva cuatro días a la espera de la autopsia, que revelará la causa de su muerte.
Entre el dolor, lagrimas, consternación, y la suplica de un padre que se quebranta cada que recuerda a su hija, y que pide a las autoridades gubernamentales realizar la autopsia a su hija para conocer la verdadera causa de su muerte, se devela la inoperancia por no resolver la crisis en el Ministerio Público, situación que pudiera ser resuelta con voluntad política.
Ana Hernández, aparentemente se quitó la vida el 19 de marzo, en su casa ubicada en la colonia Foresta de Tegucigalpa, capital de Honduras.
Los informes policiales reportan que Ana presentaba un disparo en su cabeza, sin embargo, sus familiares aseguran que su pareja, un mayor de la Fuerzas Armadas, la asesinó.
“Quiero traer el cuerpo, sabiendo qué fue lo que pasó” dice Ángel Hernández, padre de Ana, mientras sostiene una fotografía de su hija. “Interceda señora presidenta”, es la suplica del padre hacia la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
El dolor se incrementa con los días, y Ana permanece dentro de un congelador de Medicina Legal, producto de una crisis generada en el Ministerio Público, quienes ya llevan siete semanas exigiendo aumento salarial como parte de sus derechos. Paro de labores al que se sumó Medicina Forense y que ha dejado dos semanas sin realizar autopsias ni levantamientos cadavéricos.
Los fiscales y empleados del Ministerio Público llevan siete semanas en paro de labores ante la exigencia a las autoridades, de hacer efectivos los dos reajustes salariales, resultado de sus derechos laborales.
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UN MAYOR DEL EJERCITO ERA EL ESPOSO Y ES EL PRINCIPAL SOSPECHOSO
Como una mujer, fuerte, bonita, joven y con estabilidad económica, describe Angie Hernández a su hermana, quien asegura que Ana Hernández, estaba por amor con su pareja con quien convivió 12 años, identificado como Allan Franco Méndez, un mayor del ejército.
Con este antecedente, la investigación y datos del esposo de Ana se han mantenido en completo hermetismo.
El 21 de marzo trascendió que el mayor Franco fue capturado y esté en proceso de investigación – pero no por la muerte de Ana, pues no se ha podido demostrar si fue un suicidio o asesinato—, sino por portación ilegal de armas.
Según autoridades, el detenido tenía, de manera ilegal, 11 cargadores de fusiles, un cargador de pistola, 75 proyectiles de fusil, 160 casquillos de bala, 6 granadas, 243 casquillos y 45 municiones.
El portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Cristian Nolasco, mencionó que para conocer la tipificación de delito necesitan la autopsia.
Sin embargo, la familia de Ana, aseguran que fue Franco el responsable de su muerte.
“Tenemos la certeza que él la asesinó, no fue suicidio, por eso estamos a la espera que le hagan la autopsia debidamente y de forma legal a mi hermana, expresó Angie Hernández, hermana de Ana Hernández.
Angie Hernández, informó que acercaron al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), para solicitar el apoyo de este ente defensor de los derechos humano y que puedan interceder también pueda interceder para hacer a la brevedad la respectiva autopsia.
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MUERTES VIOLENTAS DE MUJERES SIGUEN IMPARABLES
El país centroamericano, sufre una escalada de la violencia en contra de la mujer, de acuerdo a datos del Centro de Derechos de la Mujer (CDM), del 1 de enero al 17 de marzo se contabilizaban 86 muertes violentas de mujeres.
La muerte de Ana Hernández se suma a la lista de muertes violentas sin ser investigadas, Honduras registra mas del 90% de impunidad en femicidios.
De acuerdo con Lara Divina Bohórquez Alvarenga, Coordinadora de la Unidad de Investigación Feminista del CDM, al ser un miembro del ejercito el principal sospechoso de la muerte de Ana Hernández, el caso tiene una carga mayor. En ese sentido mencionó que las autoridades “tienen más responsabilidad con la sociedad y el estado y no puede ser posible que estos casos queden en total impunidad”.
Por su parte, Ana Lucia Pérez, feminista y defensora de los derechos de la mujer, ante el misterio que ronda tras la muerte de la joven Hernández, quien además laboraba en la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), refirió “no sólo hay que basarnos en los hechos de ese día”.
Además indicó que el perfil de los hombres que trabajan en los cuerpos de seguridad, no solo en Honduras sino en el mundo, “no es raro que inventen que su esposa se suicidó”, debido a la educación patriarcal.
Armijo también indicó que en la investigación se debe analizar varios escenarios, “hay que ver si él disparó o contrató a alguien”.
El comportamiento, de acuerdo con testimonias de la familia de Ana Hernández, indican que el mayor Franco Méndez era violento.
“Miraba violencia por parte de él (Allan Franco), mi hija era manipulada y sumisa, ella no le respondía nada”, Señaló Suyapa Cantillano, madre de Ana Hernández; según relató, ella fue testigo de la violencia que sufría su hija.
Mientras se resuelve el paro de labores del MP y Medicina Forense, casos como el de Ana Hernández, continuaran sin investigación.
Entre tanto, la familia de la joven, realizó un llamado a la ciudadanía, en especial a los pobladores de la comunidad de Zambrano, al norte de la capital, para desarrollar una manifestación y cerrar el paso vehicular de la CA- 5, como una medida de presión a las autoridades.
A la hora del cierre de esta nota la familia y pobladores mantenían tomada la carretera exigiendo justicia para la muerte de la Ana Hernández porque según sus familiares no fue un suicidio, sino un asesinato a manos de su esposo.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas