Tegucigalpa, Honduras. – Francisco Morazán y Cortés dejaron de ser los únicos departamentos hondureños sometidos a la extorsión del crimen organizado; ahora también se suman a la nómina Atlántida, Colón ambosen el norte de Honduras; Choluteca, en el sur; y Comayagua, en la región central, a pesar de que en varias ocasiones estas zonas han sido intervenidas por elementos de la Policía Nacional y la Policía Militar del Orden Público (PMOP) en el marco del estado de excepción.
Lo anterior es basado en información solicitada a la Secretaría de Seguridad a través de la petición de información SSSS-2443-2024. Tras cotejar los datos se encontró que, entre enero de 2022 y septiembre de 2024, tiempo que Honduras ha estado bajo un estado de excepción inconstitucional, esta institución recibió 3,030 denuncias de personas víctimas de extorsión.
El tiempo escrutado indica que, de las 3,030 denuncias por ese delito, 2022 fue el año en el que más se presentaron, con un total de 1,851, representando el 61.09%. En 2023, se reportaron 943 denuncias (31.12%), mientras que, hasta septiembre de 2024, se habían registrado únicamente 234 (7.72%).
Lo que llama la atención es que gran porcentaje de estas denuncias no provienen únicamente Francisco Morazán y Cortés, departamentos en los que varios sectores comerciales históricamente se han mantenido maniatados por este delito, sino que también sobresalen Comayagua, Atlántida, Colón y Choluteca, regiones en los que años atrás no se registraban denuncias o incidencias por ese delito.
El análisis indica que, de las 3,030 denuncias de los departamentos mencionados, Atlántida es el que más denuncias por extorsión ha presentado, con 306 casos (10.10%), seguido de Yoro con 187 (6.17%), Comayagua con 117 (3.86%) y Choluteca con 107 (3.53%). Mientras tanto, Francisco Morazán y Cortés continúan encabezando esta lista.
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ACCIONES INEFICIENTES CON RESULTADOS INEFICIENTES
Para el analista en temas de seguridad, Kenneth Madrid, el hecho de que los departamentos mencionados estén registrando varias denuncias por extorsión demuestra únicamente que las autoridades han focalizado las estrategias de seguridad derivadas del estado de excepción en los principales departamentos (Francisco Morazán y Cortés), lo que ha llevado a grupos de diversas bandas criminales a trasladarse a zonas del país donde han identificado que no hay presencia policial.
“En estos departamentos, las maras y pandillas han encontrado terreno para florecer debido a que no hay presencia policial como se requiere. Esto se refleja en las expresiones de la propia población, que lo ha manifestado. Las denuncias son solo una pauta de lo que realmente está pasando, un indicador que las autoridades están obviando”, explicó el abogado en pláticas con este medio de comunicación.
Madrid, exdirector de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), añadió que los resultados de centralizar las estrategias policiales son negativos. “Que en estos departamentos esté floreciendo la denuncia por extorsión no es un buen indicador. Esto nos dice que, además de Francisco Morazán y Cortés, en otros sectores del país este delito está mutando, a pesar de que estamos bajo un estado de excepción”.
Finalmente, Madrid concluyó que, mientras el estado de excepción y otras estrategias de seguridad no tengan objetivos concretos y sean apoyadas desde el Congreso Nacional con reformas a algunas leyes que actualmente permiten que criminales queden en libertad después de ser arrestados, no solo continuará creciendo la extorsión en departamentos donde antes no se registraban incidencias, sino que también repuntará la distribución de drogas y la lucha por territorios entre organizaciones criminales.
La proliferación de este delito se ha estado dando mientras la mayoría de estos departamentos como Comayagua, Choluteca, Colón y Atlántida han sido intervenidos en reiteradas ocasiones durante esta administración gubernamental por elementos de la Policía Nacional y Policía Militar de Orden Público precisamente por los picos de violencia que esporádicamente se estaban registrando.
Durante estas intervenciones, en pocas ocasiones los cuerpos de seguridad rindieron cuentas sobre los hallazgos. Sin embargo, según denuncias de diferentes sectores, se conoció que la mayor parte del tiempo solo hacían presencia, sin realizar labores de investigación ni conocer en qué sectores de barrios y colonias estaban situados líderes de las agrupaciones criminales para desarticularlas.
