Por: Redacción CRITERIO.HN
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Foto portada: Natalia Acosta
Tegucigalpa, Honduras.- La asignación del trabajo no remunerado a la mujer, el escaso acceso a recursos para producción de tierras y emprendimientos, la desigual participación en el mercado laboral, discriminación en servicios de salud y la violencia en el hogar, son algunos de los obstáculos que enfrentan miles de mujeres indígenas lencas en una situación de vulneración agudizada por la pandemia de Covid-19.
La “Situación de derechos de las mujeres indígenas lencas” fue analizada por la Tribuna de Mujeres contra los Femicidios “Gladys Lanza”, en un foro virtual a cargo de la Organización Intibucana de Mujeres “Las Hormigas” y la Coordinadora de Mujeres Campesinas de La Paz (COMUCAP).
En el evento participaron: Emiliana Cantarero, coordinadora de la Oficina de la Mujer; Mirna Lorenzo, miembra de la Organización Las Hormigas; Merly Domínguez, miembra de UTC La Paz y Tesla Ventura, miembra de COMUCAP.
El Foro Permanente sobre Salud Sexual y Reproductiva y la Violencia contra las Mujeres Indígenas del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) reconoce que las organizaciones de mujeres indígenas han denunciado activamente, no sólo la prevalencia de la violencia que sufren, sino también la relación que esta vulneración de derechos tiene con todos los aspectos de su situación de vida.
Tradicionalmente, la participación de la mujer en el mercado laboral ha sido menor, pues ha sido asignada al trabajo no remunerado, mientras el hombre participa en trabajo remunerado público, reforzando las desigualdades de género en los hogares y en el mundo laboral.
Merly Domínguez, miembra de UTC La Paz, citó estudios que revelan que el 21.9% de las mujeres trabajan en el sector comercio, principalmente en servicios de alojamiento, comida e industrias manufactureras y apenas 13% tiene acceso a parcelas de tierras, es decir solo una de cada diez mujeres lencas.
Entretanto, datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que en 78.4% de los hogares, las mujeres asumen las responsabilidades económicas y de cuidado de niñas y niños, y personas adultas, enfermas o con discapacidad.
En ese sentido, es necesario garantizar a las mujeres indígenas el acceso a derechos económicos a través de formulación, seguimiento y aplicación de políticas públicas, inserción o reinserción de las mujeres a la vida económica y productiva, así como el reconocimiento legal del trabajo de cuidado y reproductivo como un derecho, y la habilitación de espacios de cuidado por parte del Estado y empresa privada.
De la misma manera, las mujeres han sido excluidas de la política y la población indígena lenca no ha sido la excepción.
Aunque las mujeres componen el 51% de la población en territorios indígenas, sus espacios de participación política se ven limitados por falta de recursos económicos y poca sensibilización de las mismas mujeres para apoyar estas iniciativas en beneficio de las comunidades.
Para hacer frente a esta exclusión, las organizaciones de mujeres indígenas proponen el fortalecimiento de capacidades en espacios políticos y para optar a un cargo de elección popular, un pacto político de apoyo entre mujeres y la conformación de autoridades de pueblos lencas para la restitución y articulación social y política.
Por otro lado, las mujeres indígenas requieren acceso garantizado a servicios de salud de calidad que incorporen una perspectiva intercultural.
En las comunidades rurales se vive constante discriminación por el uso de prácticas ancestrales del cuidado y la salud.
Para asegurar el acceso a salud de calidad para las mujeres indígenas, organizaciones hondureñas proponen que se integre su perspectiva cultural y la cosmovisión de sus pueblos como alternativas de atención.
Expuestas a la violencia
Durante el foro también fue analizada la situación de violencia a las que se encuentran expuestas las mujeres indígenas lencas, aunada a su etnia y alto grado de analfabetismo, por el confinamiento declarado en el marco de la emergencia por COVID-19.
De acuerdo con autoridades locales, se reporta alta incidencia de violencia psicológica, seguida de violencia física, especialmente por parte de sus compañeros de hogar.
Por medio del Consultorio Jurídico, la Organización Intibucana de Mujeres “Las Hormigas” brindó entre enero y junio de 2020 un total de 230 atenciones presenciales y 45 atenciones vía celular (durante el confinamiento) de las cuales el 100 % han sido por violencia doméstica.
Las posibilidades de acceso a la justicia de las mujeres indígenas que sufren violencia son escasas. En general, no existen servicios disponibles para las mujeres y las jóvenes y, cuando acceden a alguna institución, no se las escucha, o el personal cree que no merece atención.
Exigencias al Estado
A través de un comunicado, la Tribuna de Mujeres “Gladys Lanza” exigió a los tres poderes del Estado acciones urgentes de atención a las mujeres indígenas lencas.
Al gobierno central y gobiernos locales, la plataforma demandó prestar atención a la problemática de las mujeres indígenas lencas, promoviendo acciones que eliminen la discriminación, despojo de territorios y criminalización de prácticas ancestrales de producción y salud.
También instó a los operadores de justicia a implementar acciones para brindar atención de calidad a mujeres indígenas lencas, tomando en cuenta dificultades de movilización, poco acceso a recursos y medios de comunicación, a fin de reducir la mora judicial en los casos de violencia doméstica.
Al Congreso Nacional, exigió aprobar la Ley de Casa Refugio para la atención y el resguardo de las mujeres y niñas víctimas de las violencias por su condición de género. Dicha ley fue presentada el 8 de marzo de 2018 y hasta la fecha permanece engavetada.
La Tribuna de Mujeres “Gladys Lanza” está conformada por: Colectiva de Mujeres Hondureñas (CODEMUH), Organización Intibucana de Mujeres “Las Hormigas”, Coordinadora de Mujeres Campesinas de La Paz (COMUCAP), la Asociación Calidad de Vida, Asociación de Apoyo Mutuo entre Mujeres (APOMUH) y el Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas