Por: Redacción CRITERIO
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Rosa Elena Bonilla de Lobo, esposa del expresidente Porfirio Lobo Sosa, ha sido señalada por el Tribunal Superior de Cuentas (TSC), de haber comprado zapatos escolares por casi 8 millones de lempiras, sin embargo no hay registro de donde se entregaron los mencionados aptos.
El informe establece que a través del Despacho de la esposa del expresidente Porfirio Lobo Sosa se realizó la adquisición de calzado para escolares que superó los siete millones de lempiras, en diciembre de 2010.
El TSC remitió este jueves un comunicado en el que revela indicios de responsabilidad penal por la compra millonaria de zapatos realizada por el Despacho de la Primera Dama, en el gobierno anterior.
Según el informe remitido al Ministerio Público (MP), durante la administración del expresidente Porfirio Lobo Sosa a través del Programa de Asignación Familiar (Praf) se adquirió una millonaria cantidad de zapatos que serían destinados a los escolares a nivel nacional.
Las pesquisas del TSC registran que en diciembre de 2010 se concretó la compra y se realizó el desembolso de 7 millones 740 mil lempiras para este fin. El proceso se ejecutó a través de la Ley de Contrataciones del Estado.
El informe deja claramente establecido que no existen registros de las escuelas que habrían sido beneficiadas con los zapatos para los menores.
De acuerdo al TSC, el Despacho de la Primera Dama delegó la misión a la hermana de Rosa Elena de Lobo, pero no quedó constancia de la entrega de los artículos en mención por lo que la Fiscalía deberá proceder con la investigación correspondiente.
Los vendedores del calzado no estaban registrados en entre los proveedores del Estado ya que no aparecen en los registros de la Alcaldía Municipal, Cámara de Comercio e Industria, Dirección Ejecutiva de Ingresos y Oficina Normativa de Contratación del Estado”, cita el informe.
Otro aspecto que revela el informe del TSC detalla que en algunas escuelas se encontró que confirmaron que sí recibieron la donación de calzado por parte del Despacho de la Primera Dama y entregaron solamente el listado de la matrícula, pero no hay documentación de la entrega. Por otro lado también se registran centros escolares que no recibieron nada de zapatos.
También se encontró que las cotizaciones para la compra de los zapatos fueron firmadas por personas que no estaban autorizadas para hacer cotizaciones. La gerente de una de las empresas afirmó al TSC que la firma de la persona que cotiza no se encuentra registrada en la base de datos de los empleados que tienen la responsabilidad o función de firmar dichas cotizaciones.
En otros centros la auditoría constató la alteración en algunos documentos que soportan el pago realizado en concepto de compra de calzado.
Otro hallazgo que se constató es la utilización de una misma factura con diferente fecha, para amparar las compras pagadas con cheques.