Por: Oscar Miguel Marroquín
Cuando vemos que una compatriota hondureña yace tirada en tierras lejanas con su pierna cortada por la bestia (tren mexicano) y, además pocos días después los medios de comunicación tarifados anuncian con lujo de detalle que esta mujer falleció, solo entonces algunos alcanzamos a comprender la gigantesca crisis que vive Honduras y que los mal llamados políticos tradicionales o no, jamás podrán resolver.
Esos mismos tarifados también destacan en sus páginas horrendos crímenes que casi siempre quedan en la impunidad; hay que aclarar por supuesto que los asesinados son gente como siempre pobres y marginados de un sistema por demás decirlo, criminal y corrupto.
Cuando los medios de comunicación al servicio de este sistema podrido nos presentan grandes fotografías o videos en los que la prioridad del Estado es la Fuerza Armada, solo entonces quizá, podamos comprender que la pobreza y la marginalidad social continuará creciendo inevitablemente.
La salud y educación no son una prioridad para los banqueros y menos para los políticos.
¿Qué puede celebrar este 1 de mayo el pueblo?
Acaso puede celebrar que la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA es en todas sus formas un crimen contra el pueblo; una estrategia que lleva ya más de un siglo sometiendo a los pueblos de toda la América Latina a penurias infernales de pobreza y sumisión, de marginalidad social sin parangón.
Millones de seres humanos huyendo de la tierra que los vio nacer, esa es la realidad de hondureños, guatemaltecos, salvadoreños o mexicanos; mientras en cada uno de esos países nuevos millonarios aparecen de la noche a la mañana; los banqueros viven mortificados ante tanto dinero pasivo que guardan en sus bodegas, entre tanto el plato de comida se escasea cada vez mas en la meza de los pobres.
Nadie con un poco de inteligencia puede creer que este 1 de mayo es para celebrar, creo si, que este día tan especial es justo el momento para iniciar en toda América Latina actos de verdadero repudio en contra de tanta marginalidad social que ya supera a la imaginación misma del ser humano.
¿Pueden acaso los trabajadores hondureños este 1 de mayo celebrar un golpe de Estado y dos FRAUDES ELECTORALES ejecutados entre POLITICOS, MILITARES Y OLIGARCAS?
¿Puede acaso el pueblo hondureño celebrar la impunidad en la que ha quedado el asesinato de Berta Cáceres?
¿Es motivo de celebración acaso tanta y tanta corrupción junta por parte del Partido Nacional?
¿Es el 1 de mayo un día para celebrar que cada vez mas la marginalidad social y la pobreza avanza aceleradamente en Honduras?
¿Qué tendrían que celebrar los familiares de los asesinados luego del monumental FRAUDE ELECTORAL ejecutado por Juan Orlando Hernández y los militares gatilleros al servicio del crimen organizado, corrupción y narcoactividad?
Insisto ante tanta y tanta pobreza, lo que si queda para este 1 de mayo es la oportunidad de repudiar con todas las fuerzas posibles a esta pandilla de criminales organizados en el PARTIDO NACIONAL.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas