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Especial

Río Petacón

entre el poder y la corrupción

Entrega III

Hidroeléctrica en río Petacón socava ecosistema de Reitoca

 

Criterio.hn • Emy Padilla • 22/06/2020

Los peces  en el río Petacón han dismuido a raíz de la construcción de la cortina del proyecto hidroeléctrico 

Empresa Progelsa explotará por 50 años el río pagando cantidades irrisorias a las municipalidades de Lepaterique y Reitoca

Las afectaciones de la hidroeléctrica se suman al impacto negativo del corredor seco y cambio climático 

 

TEGUCIGALPA. -UN SOFOCANTE CALOR QUE SE COMBINA ENTRE POLVO, RAMAS SECAS Y FALDAS ROCOSAS. NO HAY RUIDO DE PÁJAROS, PERO SI SE ESCUCHA EL ESTRIDENTE SONIDO DE UN MOTOR DE UNA BOMBA DE DIEZ CABALLOS DE FUERZA QUE CHUPA UNA CORRIENTE DEL RÍO GRANDE REITOCA, CONOCIDO TAMBIÉN COMO RÍO PETACÓN.

Wilmer Alonzo Herrera extrae varios litros de agua para hacer adobes y venderlos en una ferretería que ha instalado en el casco de Reitoca. Nos comenta que ha sido judicializado por su resistencia ante el proyecto hidroeléctrico que desarrolla la empresa Promotora de Generación de Energía Limpia S.A. (Progelsa) en la zona. Ha sido acusado por los delitos de usurpación y daños agravados.

Para Wilmer, quien ronda los 40 años, el río es su vida y sustento. Recuerda que cuando era niño las aguas se llevaban todo a su paso, sin importar si era época seca o lluviosa. Ahora, dice, lo que queda en el cauce cercano al pueblo son dos mangas con pequeñas corrientes, las que aprovecha para producir una de las materias primas básicas para la construcción de viviendas.

Junto a su esposa Gissela y a su hija Andrea llega todos los días al río a realizar su faena la que viene culminando alrededor del mediodía, después de al menos seis horas ininterrumpidas. 

Mientras nos relata sus vivencias y el impacto negativo generado por el cambio climático y ahora, según él, por la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Río Petacón de la empresa Progelsa, se escucha entre las ligosas rocas el croar de las ranas.

Wilmer Alonzo juega con su hija Andrea a quien baña con las frescas aguas del río Petacón para apaciguar el enérgico calor, una mañana de verano de este 2020 cuando la temperatura rondaba los 35 grados centígrados.

El proyecto hidroeléctrico se ubica en la frontera entre los municipios de Lepaterique y Reitoca, en el departamento de Francisco Morazán, hoy confrontados porque las autoridades hondureñas no han sabido manejar los procesos para el concesionamiento de los proyectos de explotación de los recursos naturales.

La licencia ambiental extendida a favor de Progelsa se efectuó de manera fraudulenta,  en virtud de que no se realizó la consulta con los pobladores o por lo menos con los habitantes de Reitoca. De hecho, el licenciamiento se encuentra en análisis por parte del Ministerio Público que en diciembre de 2018 acusó al exsubsecretario de la desaparecida Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna) Marco Jonathan Laínez Ordóñez, por el delito de abuso de autoridad por no haber sometido a consulta el proyecto.

En marzo de 2019 el Juzgado Penal dictó sobreseimiento definitivo a favor de Laínez Ordóñez, quien ha sido acusado por similares hechos en los casos “Agua Zarca”, “Aurora II” e “Hidroluz”, tres proyectos hidroeléctricos cuyas licencias ambientales fueron emitidas sin consultarle a las comunidades.

Aunque Laínez Ordóñez fue sobreseído de manera definitiva, el proyecto se encuentra suspendido desde enero de 2018 por la presión de los pobladores de Reitoca, agrupados en el Comité de Protección Reitoca y en el Consejo Indígena Lenca, esta última instancia mediante la cual luchan para hacer cumplir el Convenio 169 de la OIT sobre los pueblos indígenas y tribales, que exige un proceso de consulta libre, previa e informada para las decisiones adoptadas en sus territorios.

El proyecto hidroeléctrico ha confrontado a los pueblos de Lepaterique y Reitoca, en el departamento de Francisco Morazán. La resistencia al proyecto se centra en Reitoca por encontrarse aguas abajo. La gente de Lepaterique no muestra mucho interés en el tema a excepción de la Corporación Municipal y de un grupo de personas que ha sido contratado para los trabajos previos y durante la construcción de las primeras obras de ingeniería y que hoy se encuentran paralizadas.

Mientras Wilmer Alonzo Herrera exterioriza su rechazo a la explotación del río, por considerar que es su vida, la de su familia y la de sus vecinos, existe un posicionamiento firme por parte de los trabajadores de Progelsa que viven en la comunidad de Mulhuaca, Lepaterique para que se les permita regresar a trabajar al proyecto.

Empresa SERMACO, encargada de las obras civiles, obtuvo permiso de la secretaría de Defensa para usar dinamitas en los cerros del cauce

Efectos en el medio ambiente

En agosto de 2017 los pobladores de Reitoca denunciaron en la Fiscalía Especial del Medio Ambiente que la empresa Progelsa había causado daños al agua porque los peces se estaban muriendo y el color del agua se había tornado oscura y con sedimento. A casi tres años de la denuncia, la Fiscalía no ha respondido a la queja.

La versión de los pobladores, que se evidenció con fotografías de la mortandad de peces, podría tener lógica con la explosión de dinamitas que realizó la empresa Servicios de Mantenimiento y Construcción S.A. de C.V. (SERMACO), ejecutora de las obras civiles del proyecto.  El 26 de mayo de 2017 el secretario de Defensa Fredy Santiago Díaz Zelaya autorizó a SERMACO para la compra local y directa en la Armería y el traslado, almacenaje, manipuleo y uso de material explosivo comercial.

Producto de las explosiones, que se extendieron por al menos dos kilómetros y en un radio de menos de cien metros, las aguas fueron soterradas, provocando sedimento, la razón que explica la muerte masiva de los peces.

El color del agua oscureció, los peces se murieron, y el nivel de las aguas disminuyó sustancialmente. “Fue alarmante, sentimos que el río de un solo bajó”, dijo Orlando Rodas, uno de los líderes del Consejo Indígena Lenca, quien se dedica a la ejecución de proyectos de riego agrícola.

Al iniciar la obra la constructora dinamitó los cerros que están en el cauce del río y la tierra cayó en las aguas, lo que provocó una disminución en el caudal. “Por esa razón es que ahora corre menos agua”, relata Magdaleno Flores, coordinador del Consejo Indígena Lenca.

proyecto sobre río Petacón
Para la construcción de la cortina el río fue desviado por un túnel lo que ha provocado disminución del cauce natural. La imagen muestra además parte de las zonas donde la empresa SERMACO utilizó dinamitas.

Las explosiones sirvieron para adecuar las paredes del río y construir la cortina y la sala de máquinas para dos turbinas. Para efectuar estos trabajos SERMACO construyó un túnel para desviar el agua lo que, a juicio del biólogo e investigador, Héctor Portillo, provocó sin duda alguna un impacto negativo en el cauce y en la vida acuática del río.

Gobierno aprueba construcción de represas
El túnel, que ha servido para desviar el agua, ha provocado la disminución del caudal del río y con ello la pérdida de las especies acuáticas, especialmente la de los peces.

Históricamente la pesca ha sido una de las actividades de sobrevivencia de la población de Reitoca al igual que la siembra de granos básicos, maíz y frijoles. Sin, embargo, después del incidente de 2017 ya casi no se encuentran peces. “Antes había chacalín, mano carrizo, cacarica, ilama, pega (…) el guapote ya días no lo veo, camarón grande, también había”, manifestó con nostalgia, Andony Ruiz.

Andony, un joven activista social y miembro del Comité de Protección Reitoca y del Consejo Indígena Lenca, echa de menos las manadas de aves que antes se miraban a las orillas del río, entre ellas, golondrinas y zorzales, las que, a su juicio, están desapareciendo.

La percepción de Andony no se aleja de la realidad, pues según el biólogo e investigador, Héctor Portillo, el embalse disminuirá el caudal del río y con ello se afectará el agua para consumo humano y la utilizada para la irrigación. “Va teniendo un efecto negativo en las comunidades cercanas y en la vida acuática, especialmente en los peces”, enfatizó el profesional de la biología al explicar sobre los efectos causados por la represa construida en el río. 

Previó a la etapa de construcción del proyecto, en febrero de 2016, Progelsa contrató a especialistas en zoología y botánica para que realizarán un estudio de caracterización de flora y fauna. En la investigación de campo de la flora se encontró 66 especies diseminadas en bosque de galería, matorral y bosque latifoliado. Entre las variedades se encontró siguapate, macuelizo, cortés, piñuela, indio desnudo, guarumo, berberilla, chaparro, barba de jolote, zarza, guama, chaperno, quebracho, toble, chichicastón, laurel, nance, pochote, sirín, caoba, higo, capulín, uva, cera, guayabillo, manzanita, cagalera, cordoncillo, pimientillo, cafecillo, limoncillo, aceituno, pene de chacho, guácimo, capulín, cinco negritos, escoba, chivo, brujo, mango, flor de mayo, suyate, siguapate y zarza.

La flora en la zona de influencia del Proyecto Hidroeléctrico Río Petacón está dividida, según los especialistas en botánica contratados por Progelsa, de la siguiente manera: 38 % de árboles, 38 % de arbustos, 22 % de hierbas y 2 % de gramíneas.

Como parte de la fauna se encontró varias especies de acuáticos, mamíferos, reptiles, aves, entre estas: lagartija espinosa, lagartija, ranita de charco, garrobo y no se descartó la existencia de serpientes venenosas como cascabel, tamagás y coral.

Se encontró además 19 especies de aves, entre ellas: garza tigre, coa, martín pescador, viudita de río, paloma alas blancas, lechucita, guardabarranco, pájaro carpintero, urraca, cerenqueque, sacude colchón, cucarachero, zorzal, saltador grisáceo, saltador cabeza negra, chorcha, chipe rufo, vireo cabeza azul.

En los mamíferos se encontró: ratón orejón alpinista, mapache, nutria o perrito de agua, murciélago frugívoro, murciélago vampiro y ardilla común y la variedad de peces: guapote, bagre de río, bubucha, congo, mojarra, machaca y podrido.

El estudio estableció que en el área del embalse y en los desfiladeros de la orilla del río, se encontraron esporádicamente sitios utilizados para anidar, así como determinadas rocas para percheo, que al hacer el llenado del embalse quedarán inundados.

El informe hizo alusión a la necesidad de aplicar planes de salvamento para la flora que sería afectada con la construcción del proyecto y advirtió que existía la probabilidad que, durante la construcción de la cortina del embalse, se emitieran residuos que afectarían de forma directa e indirecta el desarrollo de las especies herpetofauna, específicamente anfibios, lo que causaría un impacto negativo, por lo que se recomendó la implementación de medidas de mitigación.

Rafael Zelaya, un veterano poblador de Reitoca y protector del medio ambiente, lamenta que el proyecto hidroeléctrico haya causado daños a la flora y fauna, especialmente en las comunidades de Agua Caliente, Reitoca Centro, Paso de Lejas, El Rebalse, Agua Blanca y Santa Cruz.

El área del proyecto se caracteriza por tener bosque húmedo subtropical,  y según la clasificación de Holdrige, este bioclima se caracteriza porque se extiende desde los 700 hasta los 800 metros sobre el nivel del mar. Su cobertura vegetal está constituida principalmente por especies de coníferas y hoja ancha en diferentes etapas de sucesión, siendo el pino la especie que mejor identifica este ecosistema.

Al emitir la resolución sobre la licencia ambiental, la SERNA hizo hincapié en el informe y dictamen técnico de la Dirección General de Evaluación y Control Ambiental (DECA) número 642-2011 del 12 de octubre de 2011, mediante el cual se certificó que el proyecto hidroeléctrico se encuentra fuera de cualquier área protegida, integrada al Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Honduras (SINAPH).

Aunque no se encuentre en de área de influencia de la Reserva Biológica Montaña de Yerba Buena, el Río Reitoca o Petacón se encuentra en la parte baja y drena al embalse “José Cecilio del Valle” en la región sur del país (Moramulca), con una capacidad de embalse de 11 millones de metros cúbicos de agua. Esta represa de uso múltiple abastece de agua a 100 mil familias de los cuatro municipios que se encuentran en la cuenca baja del Río Nacaome: San Antonio de Flores y Pespire en el departamento de Choluteca; Nacaome y San Lorenzo en el departamento de Valle.

La microcuenca del Río Petacón limita al norte con la microcuenca del Río El Limón y el Cerro de Hule y Cerro Verde; al oeste con la Montaña El Cimarrón y la Montaña Cimartagua, y al este con las microcuencas de los ríos Saracarán y El Común el Cerro El Cimarrón.

Todavía no se conoce el impacto ambiental

El gobierno de Honduras hace acopio de estudios ambientales de consultores y laboratorios contratados por las empresas que se dedican a la explotación de los recursos naturales, por lo tanto, los resultados son sesgados a favor de los inversionistas sin importar si existe daños al medio ambiente

Pese a las denuncias y evidencias de los daños ambientales no se conoce ningún dictamen sobre el impacto ambiental generado por el desarrollo de la hidroeléctrica en el Río Petacón, que haya emitido la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (MiAmbiente)

CRITERIO.HN solicitó a MiAmbiente copia de los informes de monitoreo realizados por la Dirección de Evaluación y Control Ambiental (DECA) sobre el proyecto del hidroeléctrico del Río Petacón, sin embargo, no obtuvimos dicha información. La institución gubernamental respondió que desde el 5 febrero de 2018 el expediente número 2010-A-314, que corresponde al proyecto, se encuentra en custodia del Ministerio Público, por lo tanto, es esta instancia quien puede dar respuesta.

En virtud que el Estado de Honduras no asume su responsabilidad de evaluar el impacto ambiental a través de las instituciones gubernamentales, la DECA hace acopio de estudios que las empresas desarrolladoras de los proyectos presentan de laboratorios o consultores privados, quienes para dicho fin el único requisito que deben cumplir es estar registrados ante la Secretaría del Ambiente, quien los certifica.

En tal sentido la empresa Progelsa ha venido contratando a biólogos, ingenieros forestales, expertos en zoología y botánica y otros profesionales relacionados, para que le realicen los informes de control ambiental, los que después son evaluados por el personal de la DECA.

Para el biólogo e investigador, Héctor Portillo, bajo la normativa actual es difícil saber qué se está afectando con el desarrollo de un proyecto de explotación de los recursos naturales. Asimismo, que los informes presentados por las empresas pueden estar sesgados porque quienes los realizan “se pliegan” a quienes los contratan.

“Entonces cuando hacen los inventarios de flora y los inventarios de fauna y aun cuando encuentran especies de flora y fauna, muy particulares de la zona o de importancia en la zona, no los mencionan en los inventarios que van para las evaluaciones de impacto ambiental”, apuntó Portillo.

A juicio del biólogo para que las evaluaciones de impacto tengan credibilidad, deberían ser realizadas por técnicos que estén alejados del proyecto y del gobierno. 

En septiembre de 2017, como parte de los informes de control ambiental y luego del escándalo que se produjo por la mortandad de peces, Progelsa realizó un nuevo monitoreo de análisis de agua en el Laboratorio de Análisis Industriales MQ y reflejó que tanto en la presa (aguas arriba del proyecto) como en el punto de desfogue (aguas abajo del proyecto). Los resultados establecieron un límite de confianza del 95 por ciento del agua.

Corredor seco y la ausencia de lluvias

Reitoca se ubica en el corredor seco centroamericano, una zona árida de prolongadas sequías debido a la ausencia de lluvia. Se estima que las lluvias en este sector se dan en apenas dos meses al año.

El agua del río Petacón abastece al menos 30,000 pobladores de diferentes comunidades de Reitoca, Alubarén, La Venta, Pespire y San José de Choluteca, quienes utilizan su agua para riegos e incluso para consumo humano, sin embargo, esta última práctica está quedando en el pasado por el temor y riesgo a enfermedades, obligando así a los pobladores a comprar agua embotellada a empresas que se dedican a este negocio.

 La gente más pobre de las comunidades de Agua Caliente, El Rebalse, Santa Cruz y toda la parte baja, siguen tomándola, pero ahora han optado por hacer pozos a la ribera del río, supuestamente, para purificarla. En época lluviosa la gente se suple del agua de la poza de El Aguacate, pero esta permanece seca en verano a consecuencia de los efectos del cambio climático.

cotización del agua en el mercado
Los afluentes del río Petacó se están secando, lo que se traduce en la disminución del caudal del río.

El canon que deberá pagar Progelsa por la concesión del río es irrisorio en comparación con las ganancias que obtendrá por la venta de la energía al Estado

El costo del agua y los beneficios de Progelsa

Mientras los desarrolladores de la represa hidroeléctrica proyectan producir 14.8 megavatios de energía, un negocio rotundo generado con el vital líquido, los pobladores del municipio de Reitoca pagan mensualmente 34 lempiras por servicio de agua potable y 20 lempiras por aguas negras, por lo que por ambos conceptos el pago es de 54 lempiras, es decir, una cuota anual de 648 lempiras por familia.

Las ventajas de Progelsa son enormes ya que logró una concesión para la explotación del río por 50 años, prorrogables a su término. Durante los primeros 15 años de operación pagará apenas US $ 1,480 (50 % para cada municipio) y de US $ 2,960 del año 16 en adelante (50 % para cada municipio). El canon total anual por los primeros 15 años será de 10 centavos de dólar por cada kilovatio instalado y 20 centavos de dólar a partir del año 16 y durante el resto de la vigencia de la contrata.

Con base al valor del dólar en la actualidad, Progelsa debería pagar por los primeros 15 años apenas L. 18,426 a cada municipio y L.36,852 del año 16 en adelante y por el canon por kilovatio instalado US$ 1,189 durante los primeros 15 años y US$ 3,079 a partir de los 16 años, en virtud que la potencia nominal es de 11,890 KW.

 Los pagos irrisorios contrastan con el valor de la energía que la empresa venderá al Estado de acuerdo con el contrato de suministro pactado con la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y que son variados, pero a modo de ejemplo se estableció un costo marginal de potencia de $ 8.92 KW-mes y el costo marginal de energía $ 114.14, equivalente a $ 0.114 por KWH. En pocas palabras, el Estado concesionó un bien natural a cambio de adquirir energía eléctrica a precios onerosos en detrimento de las finanzas públicas y del pueblo hondureño.

Pese a la existencia del río Petacón, el suministro de agua potable para la población de Reitoca representa un alto costo en los hogares, que va desde el pago de una tarifa mensual de 54 lempiras hasta la compra de botellones para la ingesta. En la imagen Gissela Rodas y Dina Zelaya.

Magistral jugada

En la antesala, cuando Progelsa preparaba el terreno para instalarse en la zona, la Corporación Municipal anterior rectorada por Manuel Meza, cambió en el 2007 las reglas del juego en lo concerniente al manejo del servicio de agua potable. Antes, este menester competía a una Junta de Aguas, electa por el pueblo, pero Meza determinó la creación del Servicio de Agua y Saneamiento de Reitoca (SASRE), una unidad que funciona a lo interno de la alcaldía.

El Consejo Indígena Lenca ha solicitado información de cuántos abonados hay al SASRE y tampoco se les ha proporcionado, pero don José Manuel Rodas, un longevo hombre que tiene 80 años, calcula que hay alrededor de 400.

Don José fundó la primera Junta de Agua, recuerda que cuando él dirigía esta instancia las tarifas eran muchos más bajas y había transparencia en el manejo de los fondos.

 

“Ahorita tenemos un pleito con la alcaldía porque ellos están como desapareciendo los fondos que uno paga, las personas que son derechohabientes no saben qué está pasando con el dinero, por esa razón nosotros estamos peleando con la alcaldía para que se nos dé información de qué hacen con los fondos”, dijo Magdaleno Flores, coordinador del Consejo Indígena Lenca.

Consejo Indígena Lenca exige cuentas a la alcaldía de Reitoca sobre 2.5 millones de lempiras aprobados para proyecto de reforestación

Corte de árboles

El 26 de mayo de 2016 el Instituto de Conservación Forestal (ICF) emitió el memorándum DNDF-356-2016 mediante el cual se extendió un plan de salvamento en el sitio Santiago de Lepaterique y San Francisco de Reitoca. Este plan contempló la tala de 374.87 metros cúbicos de madera de especies varias entre las que destacan: roble, quebracho, alamo, nance, pino y guarumo.

Para este propósito el ICF certificó que Progelsa pagó 11.319.70 lempiras mediante recibo 12077 de fecha 25 de mayo de 2016 y se comprometió a demarcar y respetar las fajas de protección de las fuentes de agua existentes, según la Ley Forestal vigente y en resembrar como mínimo tres árboles por cada árbol cortado.

La tala de árboles se efectuó en el embalse en un área aproximada de ocho manzanas, incluyendo la zona del campamento.

Mediante un informe socio ambiental, Progelsa estableció en el año 2013 un gasto de 191,476.50 lempiras en actividades en compra de semillas para vivero, bolsas para vivero y gastos de mitigación de la cuenca.

La empresa instaló el vivero en el plantel instalado a más de 150 metros del río, pero las plantas no fueron sembradas en la parte deforestada. Aparentemente fueron llevadas por un grupo de pobladores de Mulhuaca, Lepaterique, que trabajaban en el proyecto como peones.

El proyecto de reforestación contempla el desarrollo de un plan de manejo de la cuenca del Río Petacón durante la vida útil del proyecto, para el uso racional del bosque. El plan deberá tomar en cuenta opiniones de patronatos, juntas de agua, ONG’s y deberá contar con diferentes programas: programa educativo, de manejo integrado de recursos naturales, desarrollo comunitario para atender a las personas más desfavorecidas y las principales necesidades de la población, agroforestería, que incluya actividades silvo-pastoriles y agroforestales y conservación de suelo

Proyecto de reforestación

Luego de los descombros, las autoridades municipales se comprometieron a ejecutar un plan de reforestación mediante la ejecución de 2.5 millones de lempiras, sin embargo, hasta la fecha no se ha concretado la siembra de árboles.

“Arriba, hasta el momento no se ha sembrado ninguna planta”, relató Jorge Montes un dirigente comunal, quien detalló que, pese a que no se observa ningún resultado, la alcaldía asevera que ya ejecutó 1.5 millones de lempiras.

Montes, quien es propietario de un merendero ubicado en el centro de Reitoca, manifestó que en colaboración con el Consejo Indígena Lenca se llenaron 10 mil bolsas de tierra en los predios de la alcaldía, pero que nunca se les entregó las semillas, aunque la municipalidad asegura que hizo dicha compra.

Ante la falta de transparencia en el plan de reforestación, el 17 diciembre de 2019, el Consejo Indígena Lenca y los pobladores en general decidieron tomarse el edificio de la alcaldía, acción que se mantuvo por un mes.

El 17 de enero de 2020 al suspenderse la toma, el alcalde se comprometió con los pobladores a entregarles un informe detallado sobre los gastos incurridos en el proyecto de reforestación, y según el coordinador del Consejo Indígena Lenca, Magdaleno Flores, el informe entregado solo refrenda un gasto de 338 mil lempiras utilizados por la alcaldía para pagar jornadas de trabajo orientadas al plan de reforestación y los restantes 2,162,000 lempiras, no se sabe en qué se gastaron.

Jorge Montes, dijo a CRITERIO.HN que el informe entregado por la alcaldía refleja el pago de salarios para activistas políticos y otros asuntos ajenos a la reforestación.

Además del informe sobre el proyecto de reforestación, los pobladores exigieron un detalle sobre los ingresos por el servicio de agua potable y aguas negras.

CRITERIO.HN buscó la versión del alcalde municipal, Marlon Neptaly Osorto, pero se negó a recibirnos. En la entrada los empleados nos dijeron que estaba en su oficina, pero el secretario municipal nos dijo que no podíamos pasar y que él ingresaría a cerciorarse si estaba o no. Al salir, en efecto, nos dijo que no estaba y que nos iba a atender al siguiente día.

Al día siguiente lo contactamos por teléfono móvil, pero nos dijo que lastimosamente no nos podía atender porque había viajado a Tegucigalpa. 

Viajamos a la zona donde se inició la obra y pudimos observar el daño ambiental sin que hasta el momento se haya comenzado a reforestar. Los pobladores optaron por llegar a un acuerdo con la Corporación Municipal para evitar algún tipo de trato con la empresa Progelsa.

Los campesinos siguen perdiendo las cosechas y no gozan del apoyo gubernamental

Impacto en la agricultura

Sentado en una enorme roca en medio del río, Francisco Antonio Ilovares, un campesino, mientras acariciaba su machete, narró con nostalgia que antes que se construyera la cortina de la represa había varias especies de peces, los que servían para la alimentación.

“Cuando estaban cercando el río se murieron muchos peces, por eso nosotros no queremos que nos sequen el río”, dijo Francisco al comentar que Reitoca se encuentra en una zona seca donde casi no hay agua.

“Si nosotros no trabajamos en tiempo del invierno a uno se lo lleva “puercas” porque de adónde va a generar dinero”, comentó el campesino mientras renegaba porque el alcalde municipal lo margina de las ayudas sociales porque no pertenece a su partido político.

Francisco ya no quiere saber de políticos especialmente de los que han llegado al pueblo en busca de los votos, entre los que mencionó a Lena Gutiérrez, Oswaldo Ramos Soto, Elvin Santos y Mauricio Villeda.

El labrador alquila una pequeña parcela donde cultiva maíz y frijoles y aunque no le pague en efectivo al dueño de la tierra tiene que entregar parte de los granos cosechados. Así pasa la vida, recordando su infancia cuando junto a sus hermanos trabajaban la tierra para sobrevivir y enfrentarse a la pobreza que les heredaron sus padres y que él heredará a sus ocho hijos.

Además de los efectos ambientales ocasionados por la represa Reitoca, como todos los municipios del sur del departamento de Francisco Morazán que se encuentran en el corredor seco, se ha visto severamente afectado por los efectos del cambio climático.

A partir del 2011 el gobierno viene declarando emergencia en el sector agrícola del corredor seco para el manejo de fondos destinados a un programa de cosechas de agua, el que todavía no ha llegado a los campesinos de Reitoca. En el 2017 la secretaría de MiAmbinete, con el apoyo del PNUD, inauguró un proyecto de riego en la comunidad de Consopoteca, Lepaterique en beneficio de 90 familias, demostrando una vez más el trato diferenciado que se le ha dado a estos dos municipios vecinos.

Aunque la obra no ha solventado la problemática que sufre la mayoría de los campesinos que, todos los años en temporada seca, se quejan por la pérdida de sus cultivos, especialmente el de hortalizas.

La afectación climática se ha visto marcada tras el paso del huracán Mitch en 1998, a partir de esta fecha varios de sus afluentes se han secado como Quebrada Onda, El Pozo y la quebrada La Apanica, que está por secarse.

La población de Reitoca se dedica en pequeña escala a la siembra de granos básicos y de plátanos, para su auto sostenimiento, pero debido a la ausencia de lluvias sus cultivos se pierden impactando negativamente en la seguridad alimentaria de la población. En los últimos años, algunos campesinos que tienen capacidad para comprar sistemas de riego optaron por este mecanismo, sin embargo, el nivel del agua del río ha disminuido tanto en la época seca, que la fuerza del agua es insuficiente para ser conducida por gravedad. La opción viable es la compra de motores, pero no todos tienen la capacidad económica para hacerlo, nos relata el líder de los lencas, Magdaleno Flores.

“La gente al no tener esos alcances ha parado la agricultura”, entonces, “la gente cuando no haya nada qué hacer lo que está haciendo es emigrar para otros países”, culminó diciendo.

Hidroeléctrica sobre rio Petacón causa daños al medio ambiente en Reitoca

Los daños son a la cuenca del río Petacón que ha disminuido su caudal afectando a los agricultores que antes irrigaban sus cultivos y los peces están desapareciendo al igual que los animales de la fauna terrestre.