Según el informe los meses con mayor incidencia de violencia política fueron octubre con 87 casos, seguido de marzo con 52; julio con 30; agosto, con 29 y noviembre con 27
Tegucigalpa, Honduras. –Honduras llega a la recta final de la campaña electoral en un clima de tensión que, según el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS), marca el proceso electoral más violento de los últimos cinco comicios.
Entre el 8 de septiembre de 2024 y el 18 de noviembre de 2025, la institución registró 835 conflictos y 302 casos de violencia política, reflejo de la creciente crispación y polarización política.
El informe del IUDPAS detalla que solo en noviembre se han contabilizado 110 conflictos vinculados a la política, un incremento que coincide con el cierre de campaña política y el aumento de actividades proselitistas en todo el país. La escalada, advierte el IUDPAS, coloca al proceso electoral de 2025 como el más conflictivo en más de una década.
De acuerdo con los datos recopilados, las víctimas de violencia política son en su mayoría hombres, representando el 57.3%, mientras que las mujeres constituyen el 33.8%. El resto de casos corresponde a agresiones donde no se logró identificar el sexo de la víctima o a registros inconclusos.
El informe también destaca que 8.3% de los hechos de violencia política fueron cometidos de manera grupal, una modalidad que incrementa la gravedad de los ataques y la capacidad de daño sobre las personas afectadas.
Los meses con mayor incidencia de violencia política fueron octubre con 87 casos, seguido de marzo con 52; julio con 30; agosto, con 29 y noviembre con 27. Esta tendencia evidencia picos en momentos de mayor actividad electoral o disputa interna en los partidos.
En términos de conflictividad, marzo fue el mes más crítico con 256 incidentes, seguido de octubre con 184 y noviembre con 110. El IUDPAS subraya que estos aumentos coinciden con fechas de las elecciones primarias e internas, inscripciones e inicios de la campaña electoral.
FRANCISCO MORAZÁN ENCABEZA LISTA DE CONFLICTIVIDAD Y VIOLENCIA
El departamento con mayor número de casos de violencia política es Francisco Morazán, que acumuló 171 incidentes, reflejando la intensidad de la confrontación en la capital y municipios aledaños. La categoría más frecuente fue la de agresiones con 55 registros.
En esta misma zona también se documentaron 38 casos de difamación y calumnias, 20 hechos de ridiculización y humillación, 18 amenazas, 16 episodios de coacción y coerción, y 10 agresiones físicas. La variedad de formas de violencia refleja la multiplicidad de estrategias usadas para intimidar, desacreditar o inhibir la participación política.
Francisco Morazán también reportó 6 casos de discriminación y exclusión, 3 atentados, 3 hechos de acoso, 1 daño a la propiedad y 1 homicidio, lo que demuestra presencia tanto de violencia simbólica como de acciones letales.
El departamento de Cortés registró 34 casos, entre ellos agresiones simbólicas, amenazas, un atentado y varios episodios de difamación, concentrados principalmente en zonas urbanas.
Otros departamentos con reportes significativos son Comayagua, con 6 casos; Lempira, con 11; Intibucá, con 1; El Paraíso, con 5; Olancho, con 12; Gracias a Dios, con 5; Colón, con 6; Atlántida, con 6; Santa Bárbara, con 6; Copán, con 8; Choluteca, con 16; Valle, con 2; y Ocotepeque, con 6.
Entre los hechos más graves fueron los homicidios. Por ejemplo, en Atlántida, con 2 casos, así como en El Paraíso y Comayagua, cada uno con dos víctimas.
IUDPAS señala que la violencia política no solo se concentra en áreas urbanas densamente pobladas, sino que se ha extendido a departamentos del interior, donde los asesinatos y atentados tienen mayor impacto en la estabilidad local.
A nivel nacional, el recuento global del IUDPAS identifica 1,137 registros entre conflictos y violencia política desde septiembre de 2024, un número que supera ampliamente los picos observados en procesos anteriores.
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La coordinadora del Área de Democracia del IUDPAS-UNAH, Yajaira Padilla, explicó que la mayoría de los casos se concentran en Francisco Morazán, pero la violencia más grave —la homicida— está ocurriendo en el interior del país, especialmente en la zona norte.
Padilla advirtió que la tensión política ha escalado conforme se acercan las elecciones del 30 de noviembre, un fenómeno que también se refleja en enfrentamientos entre simpatizantes, ataques verbales y presión contra candidatos y líderes locales.
Además, mencionó que el monitoreo realizado por el instituto tiene como objetivo generar alertas tempranas y ofrecer insumos para la toma de decisiones que contribuyan a reducir el riesgo de incidentes durante la jornada electoral.
Con este panorama, Honduras encara la jornada electoral con desafíos significativos en materia de seguridad y convivencia, pero también con la expectativa de que el voto ciudadano sea el mecanismo para cerrar un ciclo marcado por la conflictividad, la polarización y la violencia política.





