En la agenda pública ya se discute la posibilidad de que los partidos políticos consoliden alianzas electorales para conquistar el poder o, bien, para mantenerlo
Tegucigalpa, Honduras.- A nueve meses de que se celebren las elecciones primarias y a tres de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) efectúe la convocatoria a los candidatos y partidos políticos para dichos comicios, en el panorama ya asoma la posibilidad de que se gesten alianzas electorales.
El actual gobierno derivó de una alianza electoral entre los partidos Libertad y Refundación (Libre), Salvador de Honduras (PSH) e Innovación y Unidad (Pinu), la cual rompió en las elecciones generales de 2021 con el bipartidismo que ejercieron los tradicionales partidos Nacional y Liberal desde la Constitución de 1982.
Sin embargo, ahora es desde el otro lado de la balanza que se prevé la intención de otros partidos políticos de consolidar nuevas alianzas electorales que buscarán, a la larga, impedir que el oficialista Partido Libre continúe en el poder. El surgimiento en 2023 del Bloque de Oposición Ciudadana (BOC), entre el Partido Nacional y el PSH, había emergido como un posible proyecto político con miras al próximo electoral, pero no fructificó.
A diferencia de las últimas dos elecciones, realizadas en 2017 y 2021, en esta ocasión la posible creación de alianzas electorales comienza a ser un tema dentro de las agendas de discusión pública cuando todavía faltan 1 año y 5 meses para que se celebren las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025.
De cara al venidero proceso electoral, el líder del PSH, Salvador Nasralla, quien dejó de ser designado presidencial desde el pasado 30 de abril, ha manifestado que está abierto a establecer alianzas con otros partidos políticos o candidatos, siempre y cuando sea él quien encabece como candidato presidencial.
Tras su alianza con el Partido Libre en 2017, Nasralla llegó a las elecciones de ese año como candidato, pero perdió ante Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, en unos comicios electorales que fueron calificados de fraudulentos. Cuatro años después, en 2021, con su partido, el PSH, se alió nuevamente a Libre, pero cedió la candidatura a Xiomara Castro.
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Tras la victoria de esa coalición partidaria, Salvador Nasralla aseguró sentirse marginado de la toma de decisiones importantes, lo cual, sumado a la renuncia de uno de sus secretarios de Estado afín a él y la destitución de otro, así como su pérdida de influencia dentro del Congreso Nacional, lo llevaron a renunciar como designado presidencial.
ES PREMATURO
A consideración de analistas políticos consultados por Criterio.hn, todavía es prematuro que se hable acerca de alianzas electorales, pero también es ampliamente conocido que este tipo de mecanismos llegaron para quedarse dentro del sistema democrático hondureño, influenciado por el rompimiento del bipartidismo que se generó después del golpe de Estado de 2009.
Arístides Mejía, exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), considera que la ausencia del balotaje o segunda vuelta electoral alienta que en los partidos políticos exista la necesidad de establecer alianzas electorales.
«Ningún partido actual posee una mayoría clara y entonces necesita aliarse para competir con uno de los partidos grandes. Hay que tomar en cuenta que la mayoría de los electores ya no son el voto duro de los partidos, sino personas independientes cuya inclinación es desconocida», declaró Mejía a Criterio.hn.
Por su lado, el analista político Carlos Urbizo Solís indicó que serán las elecciones primarias, a realizarse el 9 de marzo de 2025, las que determinarán si los partidos políticos deberán consolidar alianzas o coaliciones partidarias de cara a los comicios generales.
«Esto es prematuro porque las elecciones primarias serán las que darán un panorama claro de si los tres partidos políticos principales deberán hacer alianzas. Si uno de los partidos sale fuerte durante las elecciones primarias, quizá no necesitará una alianza y centrará su
estrategia más bien en atraer votos independientes o indecisos», expresó Urbizo Solís en conversación con Criterio.hn.
¿Y UN OUTSIDER?
El último sondeo de opinión pública del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ), publicado el pasado 28 de mayo, arrojó que el 56% de la ciudadanía no se identifica con ningún partido político, mientras un 19.8% aseguró tener afinidad al Partido Nacional, un 13.8% al Partido Libre y otro 10.1% al Partido Liberal.
Sin embargo, los analistas consultados coincidieron en que, hasta el momento, no se vislumbra el surgimiento de un candidato al estilo de Nayib Bukele en El Salvador, Bernardo Arévalo en Guatemala o Javier Milei en Argentina, que, por sí solos o a través de estructuras políticas emergentes, puedan atraer a la mayoría de los electores.
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«En Honduras las mentalidades y el funcionamiento del Estado giran todavía bastante en torno a los partidos y las posibles alianzas. Tampoco ha emergido de momento una figura que capitalice esas ideas, lo cual, a menos de dos años de las elecciones, hace que se vea difícil», comentó Arístides Mejía.
Durante las elecciones primarias del 9 de marzo de 2025, participarán Rixi Moncada, Jorge Cálix y Rasel Tomé por el Partido Libre; Nasry Asfura, Ana García y Jorge Zelaya por el Partido Nacional; y Maribel Espinoza por el Partido Liberal, que está por confirmar al resto de precandidatos.
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