Por: Allan Bernárdez
Meses atrás, lo que para muchos parecía una loca idea, una fantasía, un engaño y nada más, ahora se perfila como una inobjetable realidad.
Aquellas frases que sugerían no participar del proceso de selección de Magistrados a la Corte Suprema de Justicia 2023-2030 porque «eso» estaba «arreglado» y dicho proceso era solo para los grupos de poder político y económico, todo esto quedó atrás, desdibujado por el desempeño excepcional de 14 bien intencionados Hondureños, quienes tras 6 meses de extenuante labor, entrega y voluntariado, demostraron que cuando se quiere, el país puede lograr importantes avances.
La lista generada por la Junta Nominadora refleja la aspiración de sociedad civil y ciudadanía hondureña en procura de una Justicia «pareja» pa’ todos, independiente en la toma de sus resoluciones y «valiente» en su rol en el equilibrio del poder.
El mensaje que envía este proceso es el fiel reflejo del hartazgo ciudadano ante las élites corruptas económicas y políticas que por centurias moldearon el presente de Honduras, convirtiéndolo en el país más desigual y con los mayores índices de pobreza en la región Latinoamericana.
No cabe duda que el legado de la Junta Nominadora afianzará la llegada de la tan anhelada instancia anticorrupción internacional que claman los hondureños.
El resultado de la primera fase del proceso de selección de magistrados ha creado una «bola de nieve» que tiene en «modus reflexión» a la clase política, bancadas, dueños de partidos políticos y caciques de antaño, quienes acostumbrados a la «repartición» de «cuotas», hoy se ven «arrinconados» a reconfigurar su accionar al no contar en el listado de postulantes aprobados, con sus piezas más «leales».
Por paradójico que parezca, para los «mandamases» de la política hondureña, ser de reconocida militancia en su instituto político no es suficiente para apoyar la postulación a magistrado, además, se debe estar dispuesto a cometer los peores ilícitos cuando el «jefe», «líder» o «comandante» lo requiera.
Ante la satisfacción que presenta la lista de los idóneos, cabe resaltar la inclusión del primer y único postulante miembro de las etnias y representante de minorías; el Abogado y Notario garífuna Walter Raúl Miranda Sabio, quien respaldado desde la presentación de su autopostulación por la Plataforma Nacional de Pobladores Negros de Honduras (PLANAPONH), logró no sólo superar de manera eficaz todas las pruebas a las que fue sometido, también logró concitar el apoyo de todos los pueblos originarios, la solidaridad de la comunidad negra en el extranjero, la admiración de la comunidad internacional y la simpatía de la ciudadanía en general. No cabe duda de que los pueblos escriben sus propias historias.
Ahora veamos cómo se define este último capítulo en el Congreso Nacional de la República.
