Analistas advierten que la observación electoral solo será efectiva si es crítica, técnica y comprometida, mientras persisten desafíos como la polarización, la violencia y la escasa autonomía institucional.
Analistas advierten que la observación electoral solo será efectiva si es crítica, técnica y comprometida, mientras persisten desafíos como la polarización, la violencia y la escasa autonomía institucional.
Tegucigalpa, Honduras. – A pocas semanas de celebrarse las elecciones en Honduras, la desinformación se intensifica en redes sociales y plataformas digitales.
En esta ocasión, la desinformación gira en torno a la observación electoral, un mecanismo fundamental para la transparencia democrática. Aunque presenta algunos desafíos como la autonomía efectiva de los organismos electorales, la excesiva polarización política y discursos anticipados de fraude, la judicialización indebida del proceso, el riesgo de violencia e intimidación previo, durante y posterior a la jornada electoral, y la falta de financiamiento y capacitación adecuada para observadores.
¿QUÉ VERIFICAMOS?
El empresario estadounidense, Murray Paul Farmer, publicó en la red social X: “¿Qué les parece que Rusia será observador en las elecciones de Honduras y no el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA)?”.
Farmer hizo la publicación ante la polémica que ha generado en Honduras la petición formulada por Rusia sobre su deseo de observar el proceso electoral del 30 de noviembre. De hecho, publicó la carta enviada por la embajada de la Federación de Rusia a la Secretaría de Relaciones Exteriores, el pasado 28 de agosto.
Pero ¿quién es Murray Paul Farmer?: un empresario estadounidense vinculado con la empresa DRC Inc., conocida en Honduras por un largo litigio relacionado con contratos de reconstrucción tras el huracán Mitch. Farmer ha demandado al Estado hondureño y a Rixi Moncada —actual candidata presidencial por el partido Libre— por el no pago de trabajos realizados, aunque su caso ha sido polémico y vinculado a denuncias de fraude y manipulación contractual relacionadas al saqueo de más de 3,000 millones de lempiras al Estado de Honduras.
La relación se da principalmente a través de la gestión y recomendación de pagos millonarios a empresas ligadas a Farmer —específicamente DRC Inc.— basados en laudos arbitrales y contratos considerados ilegales por la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco) del Ministerio Público.
Además, Farmer mantiene un activismo mediático y jurídico con claros intereses económicos en la recuperación de sumas millonarias, así como abiertos conflictos personales y políticos con figuras del oficialista partido Libre y el actual gobierno hondureño. En tal sentido, es común ver publicaciones en sus redes sociales en contra del partido de gobierno y sugerencias de cambiar de candidata, quien durante fungió como ministra de Finanzas se negó a pagar la millonaria demanda a favor de Farmer, argumentando que esta habia sido desestimada en una Corte Federal de Washington.
¿ESTÁ EL CNA FUERA DE LA OBSERVACIÓN ELECTORAL?
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras emitió un comunicado oficial el 15 de septiembre en el que confirmó la acreditación de las organizaciones y delegaciones nacionales e internacionales que participarán como observadores electorales en las próximas elecciones generales. Atribución que tiene el CNE, de acuerdo con el artículo 21, numeral 3 inciso g de la Ley Electoral de Honduras.

El Mirón [la sección de verificación de Criterio.hn] verificó las entidades acreditadas, y corroboró que dentro de las 29 entidades nacionales e internacionales, como veedoras del proceso electoral, se encuentra el Consejo Nacional Anticorrupción (CNE).
El anuncio del CNE se realizó tres días antes que Farmer asegurara que el CNA estaba fuera de la observación electoral. Dicha afirmación se dio luego que se diera a conocer que una delegación rusa solicitó ser observador electoral.
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¿QUÉ ES LA OBSERVACIÓN ELECTORAL?
De acuerdo con la Ley Electoral de Honduras, la observación electoral es un mecanismo mediante el cual personas u organizaciones debidamente acreditadas acompañan e inspeccionan el desarrollo del proceso electoral de forma objetiva, imparcial e independiente.
Los observadores, bajo esta legislación, documentan y reportan las fortalezas y debilidades del evento electoral, de acuerdo con estándares internacionales y la normativa nacional vigente. Su labor es esencial para vigilar la transparencia, el respeto a la voluntad ciudadana y la integridad del proceso, y se rige por un reglamento específico emitido por el Consejo Nacional Electoral, que define los derechos, obligaciones y procedimientos de acreditación de las misiones nacionales e internacionales.Para Javier Acevedo, director ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), la observación electoral es una de las herramientas clave para garantizar elecciones limpias y transparentes en Honduras.

En entrevista con El Mirón, Acevedo enfatiza que el observador actúa como un agente independiente, cuyo único deber es vigilar y reportar—no defender votos, ni entrometerse en la organización electoral. “Observar es tener criterios claros sobre lo que se quiere observar”, explica. Esto implica fijarse en aspectos como la apertura de los centros de votación, la instalación de las mesas y el flujo de votantes, y posteriormente elaborar un informe de lo observado.
“Un observador electoral no es una figura para defender intereses de partido. Está para observar y reportar”, apunta Acevedo, recalcando que la ciudadanía también puede ejercer este rol, siempre que deje de lado sus propias banderas políticas.
Por su parte, el analista electoral, Carlos Cálix, advierte que persiste un elevado nivel de desconfianza e incertidumbre de cara a las próximas elecciones. Cálix diferencia entre misiones que cumplen un papel relevante y aquellas que operan como simples “turistas electorales”. “Muchas veces estas misiones más que observadores, terminan siendo turistas electorales, que solo reportan dos o tres aspectos sin analizar si el proceso cumple con la Constitución o la ley”, subraya.
No obstante, reconoce que existen misiones serias, capaces de señalar irregularidades y fortalecer la credibilidad del proceso. “Esperamos de estas misiones una validez real en la información y que generen la confianza que Honduras necesita”. Ambos especialistas coinciden en que la observación electoral solo será efectiva si es crítica, técnica y verdaderamente comprometida con la legitimidad democrática.
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¿HAY INFLUENCIA REAL EN LOS RESULTADOS?
Sobre el debate abierto por la posible presencia de misiones extranjeras, como la solicitada por Rusia, Javier Acevedo, refuta cualquier temor de injerencia. “La observación no tiene incidencia directa en los resultados electorales. Lo que podemos hacer es documentar, presentar denuncias si vemos alguna irregularidad y luego respaldar o denunciar, pero nunca manipular los resultados”, asegura.
Asimismo, pone como ejemplo episodios previos como las elecciones de 2017 que le dieron una segunda victoria a Juan Orlando Hernández en las que se documentaron graves irregularidades y fraudes, y la observación no tuvo potestad para revertir resultados oficiales.
Por su parte, Carlos Cálix observa que las redes sociales han ampliado el alcance de opiniones extranjeras, pero insiste en diferenciar entre comentarios y acciones. “Un X puede tener repercusión en cualquier parte del mundo, pero no se puede coartar la libertad de opinar”.
Además, Calix insiste en el rol insustituible de los hondureños y hondureñas como veedores principales. “Lejos de lo que digan políticos extranjeros, lo que importa en la democracia hondureña es lo que decidan los hondureños”.
Finalmente, Acevedo insta a la sociedad hondureña a reflexionar sobre la importancia del voto y a valorar su decisión al elegir. “La invitación es a razonar el voto, a dejar atrás sectarismos y a otorgar la confianza a quienes realmente lo merecen. Y luego dar seguimiento al desempeño de quienes resulten electos”, concluye el director de Ciprodeh, recalcando el rol esencial de la ciudadanía vigilante para el fortalecimiento de la democracia hondureña.

El Mirón concluye que la afirmación publicada por Murray Paul Farmer en X, mediante la cual afirma que Rusia será observador en las elecciones de Honduras y no el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), es falsa. El CNA sí está acreditado oficialmente como observador electoral por el Consejo Nacional Electoral (CNE), según lo señala el comunicado con el listado de organizaciones nacionales e internacionales habilitadas para ese fin.





