Entre 2010 y 2012, estos tres policías utilizaron su posición dentro de la Policía Nacional, específicamente en la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte, para cometer 19 actos de corrupción, beneficiando a hondureños y extranjeros.
Tegucigalpa, Honduras. – Aunque es de conocimiento general y las autoridades afirman tenerlo bajo control, algunos elementos policiales se han involucrado en el enriquecimiento ilícito mediante la emisión de licencias de conducir y otros trámites administrativos realizados por la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT).
Evidencia de lo anterior es la sentencia dictada por un juez del Tribunal de Sentencia de El Progreso, Yoro, al norte de Honduras. Tras un juicio oral y público, el pasado lunes 30 de julio, se condenó a Walter Sáenz Gómez, Carlos Humberto Sosa y Walter Javier Reyes Aguilar por perpetrar varios delitos en perjuicio de la administración pública.
De acuerdo con la investigación realizada por el Ministerio Público (MP), hace más de una década, específicamente entre 2010 y 2012, estos tres funcionarios policiales emitieron de manera fraudulenta permisos de conducir para extranjeros y licencias de conducir para hondureños, sin cumplir con el proceso legal establecido por la Ley de Tránsito.
Es decir, la normativa establece que, para obtener una licencia o un permiso de conducir, primero se debe verificar que la persona posee conocimientos básicos sobre normas viales y conducción de vehículos (esto dependiendo del tipo de licencia solicitada). Sin embargo, estos tres policías omitieron algunos o todos los procedimientos y entregaron los documentos a cambio de sobornos.
Por ejemplo, según el cotejo realizado por la Fiscalía, Walter Reyes se aprovechó de su posición en la institución policial y de su conocimiento en funciones administrativas para emitir de manera fraudulenta e ilegal dos licencias de conducir. Walter Sáenz, por su parte, utilizó su cargo para otorgar 14 permisos, mientras que Carlos Sosa emitió tres licencias de conducir de forma irregular.
Es decir, entre 2010 y 2012, estos tres policías utilizaron su posición dentro de la Policía Nacional, específicamente en la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte, para cometer 19 actos de corrupción, beneficiando a hondureños y extranjeros. El monto de dinero obtenido por estos actos corruptos permanece desconocido, ya que la Fiscalía no reveló la cantidad, limitándose a señalar que fueron los perpetradores.
Aunque este es un proceso judicial reciente, no es un fenómeno nuevo. Investigaciones han revelado que en las entrañas de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte operan redes criminales dentro de la policía, con tentáculos en todas las dependencias distribuidas en los departamentos del país. Estas redes se dedican a emitir licencias de conducir de manera fraudulenta, a un costo que supera los 8 mil lempiras.
De hecho, aunque en años anteriores más de 20 policías han sido investigados por integrar esta red criminal, según la Dirección de Asuntos Disciplinarios de la Policía Nacional (Didadpol), actualmente varios funcionarios están siendo monitoreados. Además, hay otros expedientes que ya están en manos de la Fiscalía y el Poder Judicial.
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¿EN QUÉ CONTEXTO SURGE ESTE MECANIMOS DE CORRUPCIÓN?
Estos procesos judiciales surgen a menos de un año de que la Secretaría de Seguridad enfrentara una crisis en la emisión de licencias de conducir. Esta situación se debió a un posible caso de corrupción perpetrado por personal administrativo, que no cumplió debidamente con el proceso de licitación de materiales para elaborar estos documentos.
