Organizaciones de derechos humanos y analistas advierten que Honduras vive unas “elecciones largas” en las que la transparencia del TREP y la narrativa que se imponga serán clave para la legitimidad del resultado.
Portada: Centro de computo del CNE. Foto: Jorge Burgos/Criterio.hn
Tegucigalpa, Honduras. – Honduras cumple ya más de 48 horas desde el cierre de las urnas sin conocer todavía quién será su próximo presidente, en medio de un clima de creciente incertidumbre política. La ausencia de resultados definitivos mantiene en vilo a la ciudadanía y alimenta los temores sobre la transparencia del proceso electoral, despertando el fantasma del fraude.
La tarde de este miércoles, el sistema de divulgación de resultados de la empresa ASD volvió a presentar fallas, interrumpiendo de nuevo la actualización de las actas en línea. Según denunció la consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, la empresa se justificó que la suspensión se debía a “acciones de mantenimiento”, pero no fue notificada al pleno de consejeros, lo que agrava las sospechas sobre el manejo técnico y político del escrutinio.
La mañana de ayer martes, el Grupo ASD, encargada de proveer soporte tecnológico al TREP, a través de un comunicado alertó sobre intentos de ataques informáticos dirigidos a la plataforma electoral. A ello se suman las denuncias de irregularidades en la transmisión de actas.
Organizaciones sociales y observadores insisten en que el CNE debe garantizar información oportuna, explicar las fallas de la empresa proveedora y publicar los datos completos del escrutinio para evitar que la desconfianza se convierta en una nueva crisis de legitimidad.
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EL CNE NO PUEDE DEJAR DE TRANSMITIR RESULTADOS
En la recta final del proceso, Carlos Sierra, del Centro de Investigación y promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), espera que el CNE concluya con “buena mano” aunque se han generado momentos de duda como el dejar de transmitir los resultados.
En ese sentido, señaló que el CNE no puede dejar de transmitir los resultados. “no puede mantener en suspenso por más de 24 horas a los partidos ni a la ciudadanía”, expresó Sierra.
Además, recordó que están llamados a respetar el voto del pueblo hondureño partiendo del conteo de votos, la revisión de actas y la devolución del material electoral para que las personas que quieran desarrollar cualquier impugnación tengan las herramientas para hacerlo.
Por otro lado, enfatizó que en este momento es pertinente que los informes de los organismos internacionales y las organizaciones de sociedad civil que participaron como observadores electorales hagan públicos los informes. Destacó como positivo el hecho que el proceso electoral se desarrollo con mínimas incidencias que tienen que ver con el biométrico y retrasos en las primeras horas de la mañana del día de la votación.
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HONDURAS VIVE UNAS ELECCIONES LARGAS Y UNA GUERRA DE NARRATIVAS
Para el analista Héctor Soto, Honduras atraviesa unas “elecciones largas”, marcadas por la ausencia de resultados concluyentes que den certeza a la población sobre quién gobernará el país durante los próximos cuatro años.
A su criterio, el escenario actual está dominado por una guerra de narrativas: de un lado, el Partido Nacional y el Partido Liberal reconocen la validez del TREP, defienden que el proceso es legítimo y afirman confiar en esos resultados, respaldados por misiones de observación electoral, iglesias y gobiernos como el de Estados Unidos.
Del otro lado, el partido oficialista sostiene que el TREP es la materialización de un plan para imponer en el poder a un representante de derecha, una tesis que se apoya en los audios filtrados por Marlon Ochoa, donde se menciona a la consejera Cossette López, al jefe de la bancada nacionalista, Tomás Zambrano, y a un militar no identificado.
En este contexto, Soto advierte que se trata de un proceso “complejo y particular”, atravesado por la disputa de votos entre partidos y por la pugna discursiva entre oposición y oficialismo, una confrontación en la que, considera, la oposición ha logrado imponerse en el relato público. Según el analista, existe tanta incertidumbre en torno al proceso electoral que lo único que ha contenido un nivel mayor de conflictividad es que, en esta narrativa dominante, son dos actores de la oposición quienes se disputan la victoria en las urnas.
Al cierre de este artículo, el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares volvió a operar con normalidad y el CNE retomó la divulgación de datos. Según la última actualización disponible, Salvador Nasralla se mantiene a la cabeza con 1,028,783 votos, seguido de Nasry Asfura, que registra 1,014,577, mientras que la candidata presidencial de Libre, Rixi Moncada, suma 486,017 marcas en las urnas.
