Por: Nicole Vaquero
Al calor de todos los comentarios suscitados sobre las mujeres en los pasados eventos políticos, me parece interesante reflexionar sobre la importancia de la mujer en la vida y como su vida es limitada, restringida y condicionada desde una edad muy pequeña.
Me parece aberrante el quedarnos calladas, las que tenemos la posibilidad de hablar y ser escuchadas, ante tal situación siendo ésta una falta a nuestro género y a la mismísima razón por la cual fuimos creadas.
El 19 de diciembre del 2011 la ONU aprobó mediante resolución especial el día Internacional de la Niña, siendo éste celebrado el 11 de octubre. La iniciativa se planteó luego de arduas discusiones y la muerte de una gran cantidad de niñas a nivel mundial. Cabe mencionar, que lo que despertó el interés de la ONU , fue especialmente de que la OMS declarara como epidemia mundial la mutilación genital femenina ya que 30 millones de niñas corren el riesgo de sufrirla en los próximos 10 años.
¿Sabían ustedes, que más 31 millones de niñas que están en edad de cursar la primaria se encuentran sin escolarización; y que, de esos 31 millones, 17 millones de ellas JAMÁS podrán asistir a la escuela?
Los números actuales indican que hay muchos más niños asistiendo a la escuela que de lo que hay niñas. Para culminar uno de los tantos males que aquejan a las niñas a nivel mundial, cada 7 segundos una niña menor de 15 años es obligada a casarse en algún lugar del mundo. Más de 700 millones de mujeres en el mundo se han casado antes de cumplir 18 años.
Todos estos números no sólo son ciertos, sino que escalofriantes. Saber que muchas de nuestras homólogas jamás vivirán una infancia como la nuestra o la que le podríamos a dar a nuestras hijas es indignante. Me parece una injusticia que las niñas sean limitadas en su educación, en su sexualidad, en su vida, en sus sueños y sus anhelos; maltratadas y esclavizadas de una manera «muy moderna»: no se necesitan cadenas para tener presa a una persona.
Para agregar a las aberraciones que vivimos las mujeres en pleno siglo XXI, hay un candidato presidencial que hace burlas y comentarios sexistas y es celebrado por muchos. Las mujeres hemos avanzado tanto, según creemos, pero el mundo no ha avanzado a la misma velocidad que nuestras ilusiones.
Las mujeres somos fuerza, somos espíritu, somos alegría, somos vida. Ver a nuestras niñas maltratadas y limitadas no es la vida que fue pensada por nuestro Creador. Eduquemos a nuestras niñas a ser fuertes y no princesas, a que no necesitan de un hombre para ser felices ni para vivir la vida que quieren. Luchemos como tantas lucharon antes que nosotros. Tenemos astucia, amor e inteligencia para dar en abundancia; tenemos todas las de ganar.
¡Seamos las niñas y mujeres que Dios creó para sacar adelante la humanidad!
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas